Idiotas útiles: Ella vuelve a su mansión y la chusma a la villa. Por Nicolás Márquez.
La supuesta “jefa” del principal
partido opositor que además acaba de dejar el poder tras 12 años de
omnímoda gestión conyugal, apenas pudo convocar en el día de ayer en los
Tribunales de Comodoro Py una “multitud” rentada que, con mucha
generosidad, arribaba a las 10 mil personas.
O sea que la imputada Cristina ya no
lidera ni su partido y ni siquiera una porción importante de él: no sólo
hubo notorias ausencia dirigenciales del peronismo sino que apenas se
vieron a un puñado de ex funcionarios desacreditados y comprometidos
penalmente. Y del grueso de los demás asistentes (que conformaban el 95%
de los aunados), estos no fueron más que ruidosos lúmpenes arrastrados
por la incultura y la dádiva.
Quisieron hacer un “17 de octubre” y apenas les alcanza para llenar un Gran Rex.
Cristina Kirchner, al terminar su arenga
y su modesto acto, regresó a su mal habida mansión para luego en vuelo
VIP viajar a Santa Cruz y reencontrarse en su vida de castillos,
servidumbres y hoteles 5 estrellas.
Mientras tanto, el grueso de la
indocumentada militancia que le fue tocar el bombo, tras padecer la
lluvia, “chuparse” el frío, soportar horas de vigila y cantar la
marchita partidaria 50 veces seguidas, regresó otra vez a su pocilga
periférica sin que nada haya cambiado para cada uno de ellos, excepto
haber englutido esa tarde el choripán reglamentario y haber obtenido
algún humillante estipendio militante por hacerle el “aguante” a la
excelentísima lavadora del dinero que le robó a ellos mismos.
Y sí, son ovejas. Son sencillamente lisos y llanos idiotas útiles: que tienen mucho de idiotas y poco de útiles.
Son gente pobre, pero lo más penoso, es que son pobre gente…