domingo, 17 de abril de 2016

REVISTA CABILDO Nº 46- MES DE MAYO 2005-MIRANDO PASAR LOS HECHOS-EL DESPOTISMO INDOCTO

Publicado por Revista Cabildo Nº46
Mes de Mayo de 2005-3era.Época
REVISTA CABILDO Nº 46-
MES DE MAYO 2005
 MIRANDO PASAR LOS HECHOS
 por Víctor Eduardo ORDÓÑEZ
 EL DESPOTISMO INDOCTO

EL ESPIONAJE
EL enajenado Kirchner sacó a relucir su índole no ya de compadrito sino de totalitario liso y llano. Fue cuando el Congreso -ese hato de cortesanos que sirven para un barrido como para un fregado- dictó una ley por la que se autorizaba, a imitación de otra no menos despótica de los EE.UU., el espionaje electrónico, de modo que los Servicios de Inteligencia (léase Página 12 et caterva) pudieran inspeccionar el correo electrónico de los particulares. La ley fue prestamente reglamentada por el presidente, prácticamente al pie de la escalerilla del avión que lo trasladó, no a Roma -donde acababan de celebrarse las exequias de Juan Pablo II- sino a Alemania, donde habría de divertirse junto con su aliado recientemente adquirido, el senador santafesino Reutemann, en una fábrica de automóviles.
 


Apenas tocado suelo alemán y ante la noticia de la reacción que había despertado la nueva normativa, dispuso por contrario imperio y con la misma impavidez, su derogación inmediata. ¿La razón? La oposición que produjo. Como no es dable suponer en este tiranuelo a la violeta una cierta consideración a la sensata opinión de los demás, hay que ver en la actitud de este hombre tan guarango y prepotente, una rápida especulación. En un año electoral no conviene irritar a nadie, ni demostrar tanto lo que realmente se es, ni exhibirse tan ansioso por espiar a sus enemigos.

LA BARBIE SUDARA
Por fin Cristina Fernández -que, a pesar de lo que diga, le gusta que la consideren la primera dama y actúa como tal- se lanzó a fines de abril a una campaña que inútilmente procura no será considerada electoral. El acto rigurosamente preparado según la habitual disciplina peronista al que hubo que recurrir aún en plena vigencia de la transversalización a la que su marido no termina de renunciar- transcurrió e medio de un folklore populista cada vez menos sincero, y la no nata candidata lanzó un discurso que quería ser arenga al estilo de su predecesora Eva. Por supuesto no le alcanzó con su voz, hecha más para regatear precios en las lencerías que para electrizar multitudes, por lo demás, ausente: ¿Significa este paso que su candidatura está ya impuesta, incluso por encima de la de su amiga enemiga Chiche Duhalde? En cuyo caso habrá que concluir e que el ex gobernador, ex pres dente, ex vicepresidente y ex intendente de Lomas se está retirando de la contienda sorda pero encendida que mantiene con su hijo putativo Néstor Kirchner. al que proveyó de los escasos votos con los que se impuso a Menem en el 2003. Un indicio lo dio cuando toleró que aquél le llenara las listas justicialistas con candidatos a legisladores con sus hombres y mujeres de confianza, amenazando con disolver su aparato provincial montado para ganar. Ahora bien, habiendo advertido que el gobierno carece de oposición y que la única de temer -excepto quizá en la Capital Federal es la interna del propio partido, se decidió a ocupar la mayor cantidad de espacios políticos disponibles, para lo cual en algunos distritos se planea ir también por fuera del peronismo de manera de asegurarse mayoría y minoría. Con lo que el totalitarismo que denunciábamos en el apartado anterior, quedaría consolidado mediante una homogeneidad sin contrapesos. A esto nos conduce esta democracia imperfecta y disoluta que desgobierna desde 1983. Las- libertades concretas (que son las que importan porque son las únicas que existen y son legítimas) conculcadas a favor de la inteligencia terrorista; la seguridad física conculcada por acción de los piqueteros, y la jurídica por acción de los jueces. Atrofiadas todas por la voluntad omnímoda de un presidente que no puede vanagloriarse de ningún triunfo personal, pero que se extiende sobre los poderes más sumisos, con una Corte por completo adicta y unas cámaras siempre dispuestas a otorgar todo lo que se les pida, desde la suma de la autoridad pública hasta la anulación de las leyes molestas. La caricatura de una representatividad en los partidos completa el panorama, que no puede ser más siniestro. Porque no se trata de un régimen que funciona mal sino de una nación que va camino de su disolución sin capacidad de reaccionar. En este contexto la presencia de Cristina Fernández -no es más que una vuelta de tuerca. A la que seguirán otras hasta terminar por ahorcar al país.

GlNÉS, EL GENOCIDA
G. G. G.. ideólogo y abanderado de los condones y uno más entre sus pares, ha relanzado su puerca campaña que tituló "contra el embarazo no deseado"; en realidad lo que busca es facilitar, muy a tono con los tiempos que corren, la ampliación de un pansexualismo que por cierto dispone de dinámica propia y no necesita de ningún impulso externo. Pero el gobierno montonero desea, por vicio y por convicción, acelerar la descomposición moral de la sociedad a la que empuja a una nueva constitución aplicando a esos efectos la relamida táctica gramsciana que aconseja destruir los resortes éticos y los valores comunes de la colectividad agredida. Kirchner -atareado en la conformación de su patrimonio y en la consecución de su carrera política y desvelado por sus contratiempos familiares- no habrá leído al pensador italiano, pero algún otro cercano al entorno presidencial sí. y lo llevan a la práctica. En el fondo se trata de una guerra -renovada- contra los restos del cristianismo en la Argentina, y encierra un ataque indirecto a la familia porque promueve la genitalidad, en su carnal despojo, fuera del matrimonio, de toda sacralidad, de todo mutuo perfeccionamiento y de toda finalidad procreativa.
Esto, por lo pronto, explica la fiera reacción contra el obispo Antonio Baseotto y su ilegal decisión de deponerlo: no soportó el Gobierno una voz viril que le venía a trabar la nada fina estrategia montada y. además, le recordaba fastidiosos principios evangélicos. Actitud que debe ser interpretada en el contexto de un ya estruendoso conflicto con la Iglesia porque, en definitiva, es el gran y único obstáculo para la instalación de un totalitarismo democrático al estilo K.

LA INFLACIÓN
Los números se le empezaron a disparar a los montoneritos en el poder y al ministro Lavagna. Se dejaron de aprovechar las condiciones favorables que el azar de un mercado internacional un poco alterado tanto por motivaciones económicas como extraeconómicas le proporcionaba a los países exportadores de productos con poco valor agregado -como la Argentina- y se prefirió disfrutar de la fiesta de la ganancia fácil e inmediata; mejor dicho de la apa-riencia de una fiesta que se explotó no como lo que era -una feliz coincidencia de circunstancias en el sentido indicado- sino como el resultado de una gestión acertada. Y, además, como la expresión de una voluntad soberana frente a los poderes de los organismos crediticios internacionales. Nada más mediáticamente falso. No se elaboró una política integral de reformas coyunturales y estructurales que no sólo los acreedores reclamaban sino las que los especialistas aconsejaban. Ahora la inflación inquieta a este conjunto de improvisados y de irresponsables, no porque lastime a la gente sino porque perjudica sus aspiraciones del hegemonismo que calculan alcanzar en las elecciones de octubre. Lo cierto es que los salarios públicos y privados están aplastados (con un retraso calculado en torno al 20% desde el 2001) a pesar que la recaudación fiscal subió al igual que las ganancias de las empresas. En tanto la disciplina monetaria, que se venía observando, tiende a diluirse porque empeñado el gobierno en mantener alto el tipo de cambio -para conservar intacto el principal rubro de recaudación, las retenciones a las exportaciones- debe salir casi todos los días a adquirir divisas lo que exige una cierta emisión (en marzo esa emisión fue de $ 540 millones con tendencia a incrementarse) con lo que se deja de lado la necesaria restricción monetaria lo que, a su vez, provoca una ampliación del circulante que es uno de los disparadores de la inflación tan temida. Al respecto anotemos que las más recientes estimaciones oscilan en el 10% anualizada o quizá poco menos, por encima de lo que el gobierno calcula.

AL PIE DEL F.M.I.
Por otro lado y a pesar de los modos malos que el presidente Kirchner gusta dedicarle al FMI se sabe que hacia mediados de este mes se iniciarán negociaciones con el mismo en torno a una agenda que incluirá la atención de los reclamos de los bonistas que quedaron fuera del acuerdo del que tanto se vanagloria el gobierno. Digamos, entre paréntesis, que la suma que se les adeuda a estos acreedores "recalcitrantes" es más considerable de lo que se quiere hacer creer como lo demuestran dos datos harto significativos, este saldo de acreedores impagos equivalen al 25% de la deuda reestructurarada rusa y a más del 100% de la de Ecuador. De modo que no se trata simplemente de reiterar tozudamente y a sabiendas que no va a ser así, que los que no arreglaron se "quedarán afuera" del aquel acuerdo. Por el contrario, el Fondo, Estados Unidos y el G-7, cada uno por su lado y en conjunto, presionarán para que su situación sea contemplada con equidad, tal como lo debieron hacer Rusia y Uruguay entre otros. Téngase en cuenta también que ya hay inquietud entre los bonistas que aceptaron la portentosa quita que les impuso el gobierno argentino porque los nuevos bonos que representan sus créditos todavía no pudieron ser entregados a la espera de una resolución de los tribunales norteamericanos.

SÍNTOMAS MACROECONÓMICOS
A más de todos estos infortu-nios, ciertos síntomas macroeconómicos son igualmente negativos. El incremento -verdad es que más controlado- del precio del petróleo produce una baja proporcional en el PBI de Europa así como la desaceleración de la economía de EE. UU. y lo que parece ser un ciclo recesivo en la mundial, constituyen factores de-salentadores que conspiran contra la estabilidad deseada. Por lo tanto las posibles inversiones se hallan a la búsqueda de mercados seguros, que la Argentina de hoy no puede ofrecer (con un gobierno sin modelo ni proyectos que, por lo menos, sirvan de guía) e idéntico efecto resultan de las alternativas bastante impredecibles de la tasa de interés en EE.UU., lo que retacea la confianza en países como el nuestro pero, en cambio, vuelve atractivos otros, como Méjico y Brasil que, en ese orden, son los que más capitales atrajeron en lo que va del año lo que probablemente continuará así.

NUEVO GOLPE EN LAS MALVINAS
Se repite el inalterable apotegma que indica que la fuerza supera siempre al derecho. Así y a pesar de que la Unión Europea como organismo se pronunció en su oportunidad contra todo tipo de coloniaje, acaba de colocarse detrás de Gran Bretaña apoyándola en su expresa reivindicación del archipiélago de las Malvinas que aparece como posesión inglesa de ultramar. La Argentina hizo mas de lo que pudo, protesta reglamentariamente y al recurrir ONU que, posiblemente, no más allá de una declaración verbal e inocua ya que -desairada como viene siendo casi desde su nacimiento- tampoco podrá hacer valer su anterior en el sentido que los dos países en conflicto la soberanía de las islas del entrar en negociaciones al respecto. Prepotencia y unilateral! que parecen ecos de otros tiempos que, según dice, ya están superados.

LA IZQUIERDA SIGUE ENROÑÁNDOLO TODO
La Argentina está demasiado revuelta;  todos los días,  literalmente hablando, se producen incidentes, marchas, interrupciones de calles, ocupaciones de fábricas y paros de actividades. Episodios que deben ser con todo derecho llamados salvajes porque lo son, no sólo por sus procedimientos -siempre violentos y amenazantes y no pocas veces crueles, como la toma de hospitales y su virtual paralización con las consecuencias que los sindicalistas no pueden dejar de prever y que posiblemente son tenidas muy en cuenta diseñar esa estrategia- sino por arbitrario de sus solicitudes; a que cabe agregar la intransigencia desusada y extrema al momento de sentarse a la mesa de las negociaciones; lo que demuestra una obvia y también calculada falta voluntad para arribar a soluciones razonables. Hay que decir que, verdad, no les va nada mal a  los neosindicalistas en sus aventuras, muchos de ellos provenien de las oscuridades de un terrorismo que ha vuelto a aletear sobre nuestras cabezas como un eco pavoroso de los 70. O como una gimnasia apropiada.

EL NEOLIBERALISMO TAMBIÉN
 En primer lugar hay que señalar que casi todos estos conflictos son provocados y llevados adelante con mayor o menor fiereza por aquellos pseudos dirigentes que carecen de inserción entre los auténticos obreros a los que no representan sino de un modo muy indirecto y sospechoso. También carecen de estructura que van constituyendo justamente alrededor de esta violencia desencadenada por ellos mismos. Es evidente que se trata de un gran esfuerzo por desplazar a la hasta ahora omnímoda CGT (la de los "gordos", tan oblicua y acomodaticia y con pocos matices como el peronismo al que acompaña desde su nacimiento). No es casualidad que sea la CTA y algunos de sus desprendimientos más radicalizados los que protagonicen tanta convulsión, que es planteada de manera tal que transmiten la impresión de que el país todo -por una decisión unánime- se halla convulsionada sin salida, fuera de la aceptación de estos requerimientos presentados como una transgresión sistemática y al margen de toda la normativa aplicable hasta estos momentos para resolver, dentro de los lindes de una cierta convivencia civilizada, este tipo de litigios ahora llevados a su paroxismo, como si se buscara que no sean resueltos. Excusas, en algunos casos, por supuesto, no faltan, en una economía que aún creciendo y cambiando de facha y de discurso, no dejó de ser neoliberal con todas sus injusticias e insensibilidades.

LA LUCHA DE CLASES
Pero este nuevo sindicalismo, patotero y cerril, está produciendo con alarmante impunidad, un desquicio que va más allá del ejercicio de esa agresión continuada. Es que se desenvuelve al margen y contra el derecho establecido; y así desacata a la autoridad laboral, desconoce su intermediación, interrumpe cada vez que le conviene las negociaciones, adopta siempre una actitud agresiva y, además, no vacila en incurrir en faltas y aún en delitos penales, todo -claro está- ante la complacencia casi cómplice de los fiscales que sólo de tarde en tarde y cuando reciben instrucciones en ese sentido, intervienen dejando así desprotegido los bienes e intereses de los ciudadanos y hundiendo, de hecho, a la sociedad en una anomia progresiva. La República, que no es solamente una unidad social sino una comunidad jurídica que persiste a condición de que se observen sus normas y se respeten sus individuos, no podrá subsistir bajos estos hachazos tolerados por el mismo poder obligado a impedirlos y castigarlos. Se tiene la sensación de que nos encaminamos al establecimiento de la ley de la selva, o sea todos contra todos: ¿Por qué no se utilizan las vías disponibles como los tribunales competentes y los gremios reconocidos, aquellos que pueden solucionar los conflictos y éstos que pueden canalizarlos? En cambio vemos como estallan con extremada, artificial e innecesaria violencia y se multiplican y profundizan hasta volverse insoiubles. Para completar el panorama de semi anarquía en el que la nación va entrando -y, para peor habituándose y conformándose a la situación- aparecen con similar inescrupulosidad organismos creados por la imaginación izquierdista que considera gracioso (y útil) trasladar temas, problemas y métodos de otras latitudes que no tienen clima ni justificación en una sociedad como la nuestra; que precisa más de acuerdos que de confrontaciones, acuerdos que son posibles si existe voluntad para ello y no si se recurre al choque permanente y sistemático y exigiendo todo y de inmediato, sin intención de renunciar a nada. Es como si se quisiera traer a la práctica la teórica lucha de clases, virus del que la sociedad argentina se vio libre hasta estos días. ¿Pura estética, puro cálculo para adquirir una presencia y una vigencia de las que se carece? Esto explicaría las divisiones y subdivisiones que estas organizaciones fabricadas y decididamente minoritarias, a pesar de lo tumultuoso y espectacular de sus procedimientos, caen a cada momento y los expresos disensos y desautorizaciones que deben sufrir estos falsos e improvisados dirigentes. Pero, la pregunta de siempre, ¿do ut des? Semejantes desbordes a quienes aprovechan, he aquí la clave a resolver. Nuestra respuesta es simple y creemos correcta, a lo que llamaremos nueva izquierda, la que siembra no ya el terror sino la disolución, la molestia como una constante y no ya la lucha armada desembozada. Al variar la táctica consiguen adormecer la conciencia abierta y expectante de los "años de plomo". •