jueves, 13 de octubre de 2016

Ganamos. Por Fernando Londoño


Ganamos. Por Fernando Londoño



Si señor: ganamos.
Sin un peso en el bolsillo y contra la opulencia de los que pregonaban el SI con el presupuesto nacional a su disposición.
Sin un medio de comunicación, pues que todos navegaban en la pauta publicitaria más escandalosa de todos los tiempos.
Sin un Alcalde, sin un Gobernador, sin un Inspector de Policía, que todos cumplían las consignas y órdenes impartidas desde La Habana y retransmitidas desde la Casa de Nariño.


Sin nada. Salvo el coraje que iluminó las conciencias y comprometió las voluntades de hombres sin coraza que ganaron la victoria, como dice nuestro Himno.
Que nadie se tome la victoria que pertenece al pueblo. A esa decisión honrada, valerosa hasta el heroísmo, perfectamente sabia, que seis y medio millones de personas llevaron a las urnas para decir que no se venden ni se acobardan
Fue un acto patriótico inmenso, conmovedor, glorioso.
Esos seis y medio millones de votos fueron la avanzada de guerra de un triunfo más demoledor y desconcertante. Porque se dice que el rechazo al plebiscito se ganó solo por ese puñado de votos que no tuvo más remedio que reconocer la Registraduría. Ese NO se ganó con el ochenta y tres por ciento de los colombianos que no se dejaron manipular, seducir, acobardar por ese impúdico aparato de poder que lo quiso arrollar.
El del Premio Nobel más lamentable de la Historia tendrá que entender que todo lo que pudo movilizar a favor de sus socios y amos de Cuba, de las FARC, del socialismo del Siglo XXI, fue un miserable 17%, que coincide con la favorabilidad que los encuestadores le marcan. No tiene más. No mueve más. No significa más.