
Escribe CLAUDIO KUSSMAN.
DESINTEGRÁNDONOS
En los últimos años en este territorio llamado Argentina, se van dando una serie de acontecimientos impensados, en una sociedad medianamente organizada y normal. Semana a semana van cayendo las barreras de la viabilidad, al tiempo que la violencia y la anarquía gana las calles en desmedro de la gente de bien que trabaja, estudia y se esfuerza para mejorar. De golpe algo se quebró y vino un desborde de anomalías que se potenciaron en la “década ganada”, llegando al caos del presente, aceptado por un gobierno ausente y débil al extremo que pareciera vivir en otro mundo. Uno, en el que sus miembros saltan y bailan, entre globos de colores.
El fracaso es tal, que habiéndose llegado a organizar un Mundial de Futbol en el pasado (más allá de quien estuviera al frente del ejecutivo) hoy ni un partido del mismo deporte se puede llevar a cabo en el país, aún custodiado por más de 2.000 efectivos de seguridad. Otro significativo hecho ocurrió días pasados, cuando miembros de la Policía de la Ciudad huían despavoridos chocando en reversa sus móviles, en las proximidades del Club All Boys, al tiempo que eran lesionados y los patrulleros dañados por una horda salvaje.
Pero hay otro acontecimiento mucho más
aberrante que se produjo en Tandil Provincia de Buenos Aires, una
ciudad de mediana cantidad de habitantes, aproximadamente 110.000. Allí
el lunes 26 en una protesta de la Agrupación Primero de Octubre
liderada por los activistas GRISELDA
ALTAMIRANDO
y JORGE LEZICA, que vienen demandando más planes sociales y
generación de fuentes de trabajo, hizo lo que nunca debieron hacer.
Rompiendo el último eslabón con la civilización del siglo XXI arrojando
grandes cantidades de orina y excrementos, a los efectivos de la Policía
Federal Argentina, apostados detrás de una valla. Estos “bañados” de
pies a cabeza, increíblemente no reaccionaron, poniendo en evidencia la
total falta de orgullo institucional y el deterioro moral existente en
la fuerza, que, en otros tiempos, supo ser un ejemplo a todo nivel.
Luego de esto, el silencio generalizado, de todo tipo de autoridades.
Por ello a los jefes policiales les digo: USTEDES, AL IGUAL QUE LOS
JEFES DE OTRAS INSTITUCIONES DE UNIFORMADOS, ACEPTAN ESTAS ACCIONES EN
EXTREMO PERVERSAS PORQUE EL UNIFORME LES QUEDA MUY GRANDE. Están
traicionando la historia heroica policial, regalando el orgullo y su
hombría de bien, por políticos inútiles y corruptos que no lo merecen.
Estos actos que quizás reconforten a muchos no se corresponden con una
democracia. Con toda seguridad los pagaremos todos, porque son la
muestra de la impune barbarie imperante y la desintegración como
sociedad que se está llevando a cabo, en este territorio llamado
Argentina.
Claudio KussmanInterno L.U.P 345.349
Servicio Penitenciario Federal
Noviembre 28, 2018
“Nuestra sociedad la hemos formado con nuestra falta de espíritu;
es como si nos la mereciésemos”.
Charles Bukowski (1920-1994)