SIGNIFICADO
OPINIÓN
El verbo "discriminar"... es
nuevo... la academia lo incorpora a su diccionario de 1925 como regionalismo de
la Argentina y Colombia, y
recién después se integra al
caudal de la lengua general. En su
sentido más directo significa, separar, distinguir,
diferenciar una cosa de otra. Vale decir que la discriminación es la facultad
de la inteligencia humana; el que piensa discrimina; discriminar es propio de
inteligentes. En cambio “discrimen”
es término arcaico, proviene del latín y significa riesgo, peligro inmediato. Pero
pareciera que el viejo discrimen le
ha pasado su sentido malo, amenazador y expuesto, a la tan límpida, necesaria y útil discriminación. De tal modo que si se habla de discriminar, muchos entienden que es un
pecado espantoso, una aberración
una afrenta a los derechos humanos.
Si en un grupo de alumnos fueran unos ciegos y otros
sordos, seria excelente discriminarlos, enseñándoles a unos música y a otros
pintura. Lo contrario, empeñarse en que todos aprendan lo mismo – o que ninguno
aprenda nada – no sería nada
discriminatorio pero bastante estúpido.
Se condena la enseñanza de la religión con el simplísimo argumento de ser
discriminatoria. Es claro que discrimina. Eso es lo que tiene de bueno. Discrimina
porque da enseñanza a quienes la aceptan y a los chicos cuyos padres la
rechazan no se les enseña. La naturaleza les ha dado a los padres la función de
educar a los hijos. A ellos les corresponde la educación por derecho natural. El
estado también puede entremeterse, pero solo para suplir las fallas de los
padres, su falta de tiempo o de condiciones y para fijar los contenidos mínimos
de ciertas profesiones. La iglesia está obligada a interesarse por que el señor
al fundarla le ordenó: “...id y enseñad a
todas la naciones...”. De allí que en los hechos fuera la organizadora de
la enseñanza pública de los niños y a su sombra en la edad media surgieran las
universidades.
Lo verdaderamente
aberrado es que se pretenda conocer la historia y la cultura de este mundo
ignorando la religión, que la ha nutrido de principios y que – defendida o
atacada – ha estado en la raíz de conflictos, debates, polémicas, redenciones.
El 4 de mayo de 1946 el cardenal primado de Hungría, José
Mindszenty, presentó un lúcido reclamo a fin de que se enseñe religión a los
chicos. Los soviéticos empeñados en que la religión se ignorase, lo rechazaron.
En aquellos tiempos los niños argentinos gozaban la libertad de aprenderla en
las escuelas, los que quisieran. Los otros no. luego no se discriminaría: que
no la aprenda nadie ¡y listo ¡
DR. JORGE B. LOBO ARAGÓN