lunes, 11 de marzo de 2013

PARA ENTENDER EL CASO AMIA




La suerte o casualidad, me permitió hacer contacto por internet con uno de los contados argentinos que se permite indagar de una causa que hacen 19 años conmueve a la comunidad israelita que ha decidido albergarse en nuestra ex-gran Argentina y a muy pocos compatriotas les interesa lo acontecido con certeza y menos aún de los riesgos que con esos hechos se corren. Nuestra nación desde hacen mas de 100 es objetivo muy especial del SIONISMO internacional. Decir SIONISMO, para nada significa ser ANTISEMITA, lo aclaro porque muy pocos saben diferenciar los términos ante un permanente acoso realizado más bien orientando su confusión. A lo recibido por meil por mi generoso amigo he agregado un video que recientemente se ha conocido y fuera declarado tras lo sucedido SECRETO DE ESTADO. Sugiero además, ver otros que que el mismo Dr. Labaké con otros partípes agregara al tema AMIA en TLV1, TODA LA VERDAD PRIMERO lhttp://elquijotesiglo21.blogspot.com.ar/2013/03/tlv1-iran-argentina-y-el-caso-amia.html   http://elquijotesiglo21.blogspot.com.ar/2013/02/tlv1-especiales-caso-amia-embajada.html

A propósito de un ominoso art. del periodista Daniel Santoro en Clarín(http://www.clarin.com/politica/alcance-pruebas-acumuladas-AMIA-iranies_0_876512374.html), el Dr. Juan Gabriel Labaké, defensor del argentino Alberto Jacinto Kanoore Edul, involucrado en el atentado AMIA "desde antes" del 18J 1994 con indicios falsos plantados, en su 7ma. nota(adjuntada infra) sobre el acuerdo con Irán para DESTRABAR la vergonzosa por donde se la mite, "causa AMIA(ver: las otras en http://elespejodelaargentina.com/), pone en evidencia la campaña aviesa de Clarín(que tiene el acompañamiento de La Nación), para desautorizar de cualquier manera y mediante cualquier recurso, hasta el más bajo, al tal acuerdo, que se ha convertido en anatema para sus amos sionistas. 
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LA SIDE-STIUSSO-CLARÍN-NISMAN CONTRAATACAN:


NUEVO Y  FALSO INFORME  DE  (DES) INTELIGENCIA

Séptima nota

                                                           Por Juan Gabriel Labaké (*)

El diario Clarín publicó en su edición gráfica del 4-3-13 una nota titulada “El alcance de las pruebas acumuladas en la causa AMIA contra los iraníes”, firmada por el señor Daniel Santoro. En capítulo aparte, doy los antecedentes del señor Santoro, no para matar al cartero, sino porque interesa el origen real de los datos que aporta dicha nota para comprender sus objetivos apenas encubiertos.

Desde ya que el origen de la nota en cuestión es directamente la SIDE, de la cual el señor Santoro es colaborador y “vocero” oficioso, sino algo más. Y conviene recordar que, según he demostrado en notas anteriores, en el caso AMIA al menos, la SIDE es Antonio Stiusso, y Stiusso –siempre para el caso AMIA-  es la CIA y el Mossad. Lo ratificaremos.

Me detendré en esta nota de Clarín-Santoro porque es evidente que, con  ella, el poderoso “lobby” israelí que opera en nuestro país ha comenzado a desplegar su esperable plan B: ante la seguridad de que el Tratado con Irán seguirá adelante y que desnudará la falacia de la investigación “sugerida” por la CIA y el Mossad, y ejecutada por los Dres. Galeano, Canicoba Corral y Nisman, el citado y poderoso “lobby” israelí tratará de deslegitimar las conclusiones a que arribe la Comisión de la Verdad. De esa forma, Israel podrá insistir “ad infinitum” que fue Irán… pero que no se pudo probar porque el gobierno argentino se dejó engatusar por Ahmadinejad… Viejo truco.

Ésa es la técnica clásica de los servicios secretos desestabilizadores de todo el mundo: tratar de impedir por todos los medios y con todos los argumentos imaginables  –verídicos o falsos, decentes o indecentes, lógicos o disparatados- cualquier acto que los perjudique. Y cuando ello ya no es posible, desacreditar ese acto, quitarle credibilidad.

La CIA es maestra en ese tipo de maniobras sucias. Y el Mossad, conviene recordarlo, tiene como lema oficial algo doblemente perverso: “A través del engaño harás la guerra”. Es decir, su finalidad es hacer la guerra, y hacerla con  engaños.

 


                                          La nota de Clarín-Santoro


Dicho lo que antecede, es oportuno analizar la nota de Clarín-Santoro.

1.- La nota comienza afirmando:
Las pruebas no sólo son las declaraciones del ex espía iraní Manucher Moatamer y tres testigos de identidad reservada e informes de la CIA y el MOSAD aportados a la causa por pedido de la justicia argentina.
 
Ante todo, Santoro reconoce que la CIA y el Mossad aportaron esas bochornosas “pruebas”, que son:

a)- El testimonio de Moatamer.
Moatamer fue aquel pintoresco mitómano que se ofreció a declarar en Caracas (antes de la era Chávez) y resultó ser integrante del grupo terrorista MKO que describo en el punto siguiente. El Dr. Galeano lo interrogó pocas semanas después del atentado, en la capital venezolana, y al regresar declaró ingenuamente a la prensa: “Cuando sepan lo que traigo en este video se van a  caer de espaldas”… Lo único que ocurrió con las fantasiosas e increíbles declaraciones de Moatamer es que Menem se durmió de aburrimiento cuando Galeano le proyectó el video en el micro-cine de Olivos. Poco después Moatamer confesó que había mentido ante el juez Galeano porque quería congraciarse con la CIA para obtener una visa de ingreso a los EE. UU… donde vive desde entonces.

b)- Tres testigos de identidad reservada.
Lo que no dice el señor Santoro es que los tres pertenecían al grupo terrorista MKO, financiado, armado, entrenado y cobijado por EE. UU. Así lo he demostrado en las páginas 155/158 del capítulo 6 de mi reciente libro “AMIA, Embajada: ¿Verdad o fraude?”. En ese trabajo mío incluyo las revelaciones del periodista del New York Times, señor Tim Weiner quien, en su libro “Legado de cenizas-La historia de la CIA” (Editorial Random House Mondadori, Buenos Aires 2008), afirma que la CIA mantiene campamentos del MKO en Irak, en los cuales alberga, entrena y provee de armas a 3.000 miembros de ese grupo terrorista. Esos grupos son los que periódicamente incursionan en territorio iraní y cometen atentados sobre los que suele informar  la prensa  mundial.

c)- Informes de la CIA y el MOSAD aportados a la causa por pedido de la justicia argentina.
A cualquier periodista normal e independiente se le caería la cara de vergüenza al llamar “pruebas” a informes de dos servicios secretos de inteligencia que, para colmo, tienen sobradas sospechas de ser autores de crueldades (no olvidar a Guantánamo, Abu Ghraib y las mazmorras israelíes para palestinos “rebeldes”)  y mentiras escandalosas como aquélla de las armas de destrucción masiva de Irak.
Por otro lado, es totalmente falso que esos vergonzosos informes de inteligencia hayan sido pedidos por la justicia argentina, como aduce el señor Santoro. La verdad es bien distinta. En efecto: en 2002, el presidente Duhalde envió a Washington al jefe de la SIDE, licenciado Miguel Ángel Toma, para recomponer las relaciones con  la CIA, que habían quedado dañadas por algunas imprudencias del gobierno del Dr. De la Rúa. Toma se reunió durante dos días con el director de la CIA, señor George Tenet, lo que fue ampliamente informado por la prensa de la  época. Como prenda de reconciliación, Tenet ofreció a Toma entregarle un informe de inteligencia sobre el atentado a la AMIA, preparado por la CIA y “un servicio colateral amigo” (el Mossad). Toma lo aceptó y con ello sellaron la paz entre el tiburón y la sardina. De ahí en adelante, la investigación judicial del caso AMIA se haría exclusivamente sobre la base de ese informe de inteligencia de la CIA y el Mossad. El acuerdo incluyó que el informe se entregaría a la SIDE, para que fuera usado exclusivamente por el Ing. Antonio Stiusso, jefe de contrainteligencia de la SIDE y “hombre de confianza y de mucho prestigio entre los servicios de inteligencia extranjeros”…  según la defensa que hizo de él el licenciado Toma cuando, en 2004, el entonces ministro del Interior Dr. Gustavo Béliz atacó a Stiusso. Como se recordará, el “round” lo ganó, obviamente, Stiusso, el hombre de confianza y de mucho prestigio… El Dr. Béliz debió renunciar al Ministerio y abandonó la actividad política, al parecer, para siempre. Stiusso, en cambio, permanece aún como jefe de contrainteligencia de la SIDE.
A fines de 2002, llegó a la SIDE el trabajo de la CIA y el Mossad. Inmediatamente, Stiusso preparó “su” informe (es decir, tradujo al español el de la CIA-Mossad) y lo envió a la Unidad Especial de Investigaciones AMIA del Ministerio de Justicia. De ahí pasó a manos del Dr. Galeano y luego a las de los Dres. Canicoba Corral y Nisman. Desde entonces, la única verdad santa y excluyente en la causa AMIA es el informe de la CIA-Mossad. Todo  ello, incluido dicho informe, está en el expediente del caso AMIA como material  estrictamente confidencial… aunque su texto circula por Internet, de donde yo lo obtuve.

2.- Continúa la nota de Santoro-Clarín:

 Hay, entre otras evidencias, un detallado cruce de llamadas telefónicas, realizadas con el programa informático Excalibur, de varias semanas antes del 14 de julio de 1994 hacia la zona de la Triple Frontera, desde donde se supone llegó el detonador para hacer explotar el amonal colocado en la Trafic. Unas de ésas son de un brasileño llamado André Marquez que figura como dueño de un celular usado para hacer misteriosas llamadas desde Foz de Iguazú (Brasil) a Buenos Aires y El Líbano. Las llamadas comenzaron durante el operativo de preparación y finalizaron el 14 de julio.

Este párrafo no tiene desperdicio, por ello lo analizaré frase por frase.

a)- El cruce de llamadas telefónicas realizadas con el programa informático Excalibur, de varias semanas antes del 14 de julio de 1994 hacia la zona de la Triple Frontera.
Conviene responder a Santoro con palabras emanadas del riñón del propio FBI. En una nota publicada en la revista semanal norteamericana “The Nation” el 16 de mayo de 2010, el investigador Gareth Porter escribió:
En ausencia de pruebas concretas, la SIDE volvió al “análisis de enlaces” de los registros telefónicos para hacer un caso circunstancial de culpabilidad contra Irán. Los analistas dijeron que una serie de llamadas telefónicas realizadas entre el 1 de julio y 18 de julio de 1994, a un teléfono móvil en la ciudad fronteriza brasileña de Foz de Iguazú debe haber sido hecho por el grupo “operativo” organizador del atentado - y que una llamada supuestamente hecha con un teléfono celular perteneciente a Rabbani, puede estar conectada a este mismo grupo. Bernazzani del FBI me dijo que estaba consternado por el uso que hacia la SIDE del análisis de enlace para establecer una responsabilidad. “Puede ser muy peligroso”, me dijo. “Usando este análisis, se podría vincular mi teléfono a bin Laden”. Bernazzani dijo que las conclusiones alcanzadas por los investigadores argentinos no eran más que “especulación” y dijo que ni él ni los funcionarios en Washington habían tomado esto en serio como una prueba contra Irán.
Aclaro que James Bernazzani era en ese momento jefe del Departamento de Lucha contra Hezbollah e Irán del FBI, y hoy es director de la Oficina del FBI en  Nueva Orleáns.
El lector sacará sus propias conclusiones sobre la veracidad y credibilidad de Santoro y de Clarín  en este tema.

b)- (…) desde donde (la Triple Frontera) se supone llegó el detonador para hacer explotar el amonal colocado en la Trafic.
Note el lector que Santoro usa la forma más impersonal, difusa e irresponsable que existe en nuestro idioma: se supone… Quien la escribe no se responsabiliza de nada. Ni de su veracidad, ni del nombre de su autor, ni de nada. Pura maldad de inteligencia secreta, propia de quienes hacen la guerra a través del engaño.

 c)- Unas de esas (llamadas) son de un brasileño llamado André Marquez que figura como dueño de un celular usado para hacer misteriosas llamadas desde Foz de Iguazú (Brasil) a Buenos Aires y El Líbano. Las llamadas comenzaron durante el operativo de preparación y finalizaron el 14 de julio.
Lo más misterioso es de dónde saca Santoro que esas llamadas eran misteriosas.
También es sumamente misterioso el personaje André Marquez en sí: en el expediente judicial nada hay que lo identifique verosímilmente. Todo es se supone
Sobre esas llamadas volveré  un poco más adelante.

3.- Sigue Santoro:

Otras pruebas conseguidas por el ex juez federal Juan José Galeano y los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia y luego pulidas por su sucesor el titular de la Unidad Fiscal Especial AMIA, Alberto Nisman, son la enorme cantidad de correos diplomáticos enviados por Irán a la Argentina antes del ataque.
Los tres días previos al ataque llegaron al país “una decena de estos correos”, algunos particularmente llamativos, como el que vino de Brasil. Uno de los correos que entró por esos días a la Argentina desde Chile fue Balesh Abadi, otro de los sospechosos.
Observará el lector que Santoro sigue llamando “prueba” a hechos tan vagos y anodinos como el ingreso a la Argentina de personas que él (es decir, la SIDE-CIA-Mossad) denomina correos diplomáticos enviados por Irán,  sin molestarse siquiera en demostrar tal extremo. Es todo conjetural, y las conjeturas no valen como prueba en ningún código procesal penal del mundo, menos aún las conjeturas de servicios secretos tan poco afectos a la verdad como la SIDE, la CIA y el Mossad, según se desprende de los ejemplos que ofrecí más arriba.
Por otro lado, cualquier periodista normal e independiente se cuidaría muy bien de mencionar las “pruebas” aducidas por los Dres. Juan José Galeano y los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, luego de que los tres fueron separados de sus cargos y condenados por corruptos, ya que “coimearon”  a un  testigo, para armar una prueba  falsa en esa causa. De paso, conviene recordar que uno de los partícipes en ese delito tan grave fue el presidente de la DAIA Dr. Rubén Beraja.
Finalmente, Santoro nos facilita el nombre de uno solo de esos “correos diplomáticos”, el señor Balesh Abadi, a quien califica como otro de los sospechosos, sin darnos el menor indicio, no ya una prueba, que avale su acusación de ser sospechoso.
En definitiva, una fantasía interesada más (por no decir un invento más) de la SIDE, transmitida por su vocero señor Santoro a través del diario Clarín del grupo inversor Goldman Sachs, pieza clave del ”lobby” norteamericano pro Israel estrechamente cercano al Departamento de Estado.
Las cosas van tomando su verdadero color.

4.- Más de la nota de Santoro

Uno de los indicios tiene que ver con las actividades que hizo en la Argentina el ex agregado cultural Moshen (por Mohsen) Rabbani, el principal sospechoso de haber hecho inteligencia sobre la AMIA. Días antes la SIDE lo fotografió buscando una Trafic en la avenida Juan B. Justo. Se lo vincula con el colombiano Samuel Salman El Reda quien se supone (¡otra vez, se supone…!) ayudó a armar el coche bomba y a traer el conductor suicida, quien usaba el nombre de guerra “Ahad (el único)” y provenía de una familia que integraba los grupos terroristas que maneja el partido libanés Hezbollah.
Remarco el palabrerío, hueco de todo fundamento y credibilidad, con  que el señor Santoro, copiando a la SIDE-CIA-Mossad, pretende convencernos de:
a)- Que Rabbani está vinculado con el colombiano Samuel Salman El Reda. Como anécdota cómica y para solaz de mis lectores, relato que, mientras esperaba que me atendieran en una de las salas de interrogatorios de la Fiscalía Especial AMIA que dirige el Dr. Nisman, me entretuve largo rato contemplando un inmenso organigrama  que abarcaba íntegramente la pared y que contenía todos los supuestos antecedentes del fantasmal  señor El Reda, sus parientes y amigos, sus posibles o fantasiosas conexiones, sus supuestos o reales viajes, etc., etc.  Y al final del organigrama, que coincidía con el  final de la pared… nada de nada. ¡Todo un símbolo de esta investigación judicial  fantasmal y fantasiosa.
b)- Que se supone que El Reda ayudó a armar el coche bomba (el cual, en realidad, nunca existió…) y a traer el conductor suicida (quien, según datos oficiales y documentados del gobierno libanés aportados por mí al expediente, murió dos meses después de “suicidarse” en el atentado a la AMIA…).
c)- Que El Reda provenía de una familia que integraba los grupos terroristas que maneja el partido libanés Hezbollah. ¡Cuánta imaginación!
Además de ese  palabrerío hueco y fantasioso, tan propio de los servicios secretos, Santoro repite la fábula de “Rabbani comprando una Trafic”. Nuevamente dejemos que  Gareth Porter le responda debidamente. En su nota publicada por “The Nation” el 16 de mayo de 2010, afirma el investigador norteamericano:
James Bernazzani, el jefe de la oficina del FBI para Hezbolá, fue instruido en octubre de 1997 para reunir un equipo de especialistas para ir a Buenos Aires y poner el caso AMIA a descansar. Bernazzani, ahora jefe de la oficina de la agencia en Nueva Orleáns, en una entrevista en noviembre de 2006, dijo cómo llegó a descubrir que la investigación argentina del atentado a la AMIA no había encontrado evidencia real de la participación iraní o de la participación de Hezbolá. Las únicas pistas que relacionaban vagamente a los iraníes con el atentado en ese momento, según Bernazzani, eran una cinta de vigilancia del agregado cultural iraní Mohsen Rabbani, (que lo muestra) en búsqueda de una camioneta blanca Trafic, para la comprarla,  y un análisis de las llamadas telefónicas realizadas en las semanas antes del bombardeo.
Poco después del atentado, el mayor periódico de Buenos Aires, Clarín, publicó una historia, que dejo filtrar el juez Galeano, de que la inteligencia argentina había grabado a Rabbani buscando una Trafic blanca “meses” antes del atentado. Un resumen de las órdenes de detención de Rabbani y otros seis iraníes en 2006, seguía haciendo referencia a “documentos indiscutibles” probatorios de que Rabbani había visitado concesionarios de automóviles en busca de una camioneta como la que supuestamente fue utilizada en el atentado. De hecho, el informe de inteligencia sobre la vigilancia de Rabbani presentado a Galeano diez días después del atentado, demuestra que el día que Rabbani buscaba una Trafic blanca, fue en un concesionario de automóviles el 15 de mayo de 1993 - quince meses antes de la explosión y mucho antes de que los fiscales argentinos hubieran proclamado que Irán decidió como objetivo la AMIA.
Me ahorro el comentario: la grosera falacia de Santoro-Clarín queda al descubierto naturalmente, igual que su condición de voceros de la SIDE-CIA-Mossad, en la causa AMIA al menos.

5.- Santoro finaliza su nota con una verdadera guinda que corona su torta de fantasía,  cocinada por encargo:

Es sabido el apoyo logístico, financiero y religioso que Irán le da al Hezbollah, cuyos miembros son musulmanes chiitas como los iraníes, en el conflicto del Líbano.
En este eslabón sí son las declaraciones de los testigos de identidad reservada los que dan indicios de cómo se habría tomado la decisión política de hacer el atentado en Buenos Aires, luego de que Menem había retirado a la Argentina del Movimiento de Países No alineados. El principal fue el ex jefe del servicio secreto de la cancillería iraní Abolghasem Mesbahi, quien fue un testigo clave para que la justicia alemana condenara a funcionarios iraníes por el crimen disidentes kurdos en el bar Mykonos de Alemania.
La decisión, según Mesbahi y otros testigos, se tomó en el llamado Comité de Asuntos Especiales del gobierno iraní de entonces, que integraban Alí Khamenei, Alí Akbar Rafsanjani, Ali Akbar Velayati y Alí Fallahihan, “en una reunión celebrada el 14 de agosto de 1993 en la ciudad iraní de Mashad”. Ahora, según fuentes judiciales, Nisman estaría preparando una ampliación de esta acusación pero la decisión del Gobierno de firmar el memorándum retrasó sus planes.

 

Vale la pena desmenuzar esta parrafada. En su primer parte asegura:
a)- Es sabido el apoyo logístico, financiero y religioso que Irán le da al Hezbollah, cuyos miembros son musulmanes chiitas como los iraníes, en el conflicto del Líbano.
No se entiende cuánto de satánico tiene que unos chiitas ayuden a otros chiitas. ¿O nosotros no nos ayudamos entre los cristianos, y enviamos dinero a las misiones en paises lejanos? ¿Qué hace, si no, nuestra admirable y benemérita Caritas? ¿O es que la CIA, el Mossad y la SIDE no financian a sus periodistas amigos?
Tampoco se entiende que sea muy satánico que un país ayude a sus aliados frente   al enemigo común. Es cierto que el presidente iraní gusta decir que correrá a los israelíes al mar, por el que llegaron desde Europa para invadir Palestina. Pero de la misma manera es verdad que Israel pretende y amenaza, a su vez, con bombardear a Irán y destruir sus plantas nucleares para que no alcance a tener las bombas atómicas que desde hace años tiene Israel. Es ese mismo Israel el que en 2006 invadió y destruyó al Líbano para ser luego vencido y expulsado de esas tierras ajenas, en una hazaña de los libaneses de Hezbollah a quienes proveyó de armas Irán.
Todo eso es cierto. ¿Por qué sería malo, entonces, que Irán diga (hasta ahora, sólo lo dice en las tribunas políticas) que desea destruir a Israel, y no lo sea que Israel amenace seriamente (lo frena sólo EE. UU.) destruir a Irán y haya destrozado dos veces al Líbano en el escaso cuarto de siglo que va desde 1982 a 2006?
Uno puede tener sus afectos o sus intereses en uno u otro bando, o en ninguno, pero no es legítimo ni decente catalogar “ex cathedra” a uno como santo y al otro como demonio sólo por intereses o afectos personales. Lo del “eje del bien” y el “eje del mal” es una vergonzosa película ya vista, cuyos resultados aterran por su ferocidad genocida.
Continúa la parrafada de Santoro:
 
b)- En este eslabón sí son las declaraciones de los testigos de identidad reservada los que dan indicios de cómo se habría tomado la decisión política de hacer el atentado en Buenos Aires, luego de que Menem había retirado a la Argentina del Movimiento de Países No alineados.

A confesión de parte…
Ya no puede haber dudas:  toda esta fábula se basa sólo en las declaraciones de los testigos de identidad reservada. Pero ni siquiera esos terroristas del MKO son categóricos, por lo que Santoro se ve obligado a usar el verbo “haber” en su forma condicional: dan indicios de cómo se habría tomado la decisión política de hacer el atentado en Buenos Aires.
No conozco un solo caso en la jurisprudencia nacional y la extranjera en el que un juez haya aceptado como prueba los dichos de un terrorista que funciona como “testigo reservado” de uso múltiple (y cobijado por la CIA) y que, para colmo, hable en condicional.
Lo de que el atentado lo decidió Irán luego de que Menem (es decir, porque Menem) había retirado a la Argentina del Movimiento de Países No alineados es tan pueril que no necesita refutación alguna, aunque sí un reclamo formal: que no nos tomen el pelo ni ofendan nuestra inteligencia por escasa que la crean.

c)- El principal fue el ex jefe del servicio secreto de la cancillería iraní Abolghasem Mesbahi, quien fue un testigo clave para que la justicia alemana condenara a funcionarios iraníes por el crimen disidentes kurdos en el bar Mykonos de Alemania.

En las páginas 144/152 de mi citado libro he aportado pruebas irrefutables sobre este oscuro e impresentable “testigo” llamado Abolghasem Mesbahi. Resumo:
·         Nunca fue jefe ni siquiera “soldado raso” del servicio secreto de la cancillería iraní.
·         Es un delincuente común que se fugó de Irán  cuando  un juez comercial lo condenó a la cárcel por estafas reiteradas. Personalmente he aportado a la causa AMIA la fotocopia de los numerosos cheques sin fondo que emitió y que dieron origen a la mencionada condena judicial.
·         INTEPOL le ha dictado orden de captura internacional (el código rojo) por ser un estafador prófugo, condenado en su país.
·         Es, comprobadamente, integrante destacado del grupo terrorista MKO.
·         Es cierto que sirvió de testigo en el caso del atentado en el bar Mykonos de Alemania. Como también es cierto que en ese juicio actuó de la misma forma y en el mismo carácter que en el de la AMIA: fue uno de los “testigos reservados” que ofreció la CIA, la cual lo protegía desde hacía tiempo en Alemania con  la colaboración del servicio secreto germano. Es decir, es un testigo a medida y a pedido… de la CIA.
·         Santoro mentó la soga en casa del ahorcado al citar a Mesbahi, pues el fiscal iraní –señor Rumiani- que respondió el impresentable exhorto de los Dres. Canicoba Coral y Nisman, usó justamente el caso de Mesbahi como ejemplo de los testigos falsos y protegidos por la CIA que ofrecimos como “prueba”, del cual dio todos sus antecedentes descalificantes que acabo de mencionar, y muchos más.
·         Además, eso prueba, de paso, que el famoso crimen del bar Mykonos fue otro atentado de  “falsa bandera”, perpetrado ¡vaya a saber por quién! (aunque es fácil colegirlo…) para endilgárselo a Irán. La CIA tiene una larga historia en eso de fabricar atentados de falsa bandera, que comenzó con el auto-hundimiento del acorazado Maine en la bahía La Habana en febrero de 1898. Por otro lado, el Mossad no se queda chico en ese rubro “industrial”.
Para completar mi análisis sobre el “testigo” Mesbahi, transcribo otro párrafo de la ya citada nota de Gareth Porter:
Luego, en 2000, otro desertor apareció en la superficie con una nueva historia de la responsabilidad iraní. Abdolghassem Mesbahi, dijo que una vez fue el tercer hombre en el ranking de los servicios de inteligencia de Irán, declaró ante Galeano que la decisión de bombardear la AMIA se había tomado en una reunión de altos funcionarios iraníes, entre ellos el Presidente Akbar Hashemi Rafsanjani, el 14 de agosto de 1993. Mesbahi fue desacreditado prontamente. Bernazzani me dijo que funcionarios de inteligencia estadounidense creen que, en 2000, Mesbahi hacía tiempo que había perdido el acceso a la inteligencia iraní, que era “pobre, incluso estaba en bancarrota” y listo para “dar testimonio ante cualquier país en cualquier caso que involucra a Irán”.
Está todo dicho.

d)- La decisión, según Mesbahi y otros testigos, se tomó en el llamado Comité de Asuntos Especiales del gobierno iraní de entonces, que integraban Alí Khamenei, Alí Akbar Rafsanjani, Ali Akbar Velayati y Alí Fallahihan, “en una reunión celebrada el 14 de agosto de 1993 en la ciudad iraní de Mashad”.
Para refutar este dislate de Santoro (que copia el similar de los Dres. Galeano, Canicoba Corral y Nisman) baste decir que el fiscal iraní señor Rumiani, en su escrito de responde a nuestro exhorto, ha demostrado la falsedad de tal aserto. Incluso ha enviado a nuestro país pruebas de que ese día 14 de agosto de 1993, al menos dos de los funcionarios acusados estuvieron toda la jornada cumpliendo sus tareas oficiales en Teherán, distante 1.000 kilómetros de la ciudad de Mashad.
Y concluyo con dos nuevas y definitorias citas de la nota del investigador norteamericano señor Gareth Porter
 Bernazzani admitió que hasta el año 2003, el caso contra Irán era meramente “circunstancial”. Pero según él hubo un gran avance ese año, con la identificación del presunto terrorista suicida como Ibrahim Hussein Berro, un militante libanés de Hezbolá, que, de acuerdo con un programa de radio del Líbano, fue muerto en una operación militar contra las fuerzas israelíes en el sur del Líbano en septiembre 1994, dos meses después del atentado a la AMIA. “Estamos satisfechos de haber identificado al atacante sobre la base total de flujo de datos”, me dijo Bernazzani, citando “una combinación de evidencia física y testimonios de testigos.” Sin embargo, la identificación de Berro, también, estuvo marcada por pruebas fabricadas y manipulación.
Bernazzani me dijo que el equipo del FBI en Buenos Aires había descubierto pruebas de ADN que se supone que habrían sido del atacante suicida y se hallaban en un armario de evidencias y Nisman tomó una muestra de ADN de uno de los hermanos de Berro, durante su visita en septiembre de 2005. “Supongo, aunque yo no lo sé, que una vez que tuvimos el ADN del hermano, ellos lo compararon”, dijo. Pero Nisman afirmó a un periodista en 2006 que las muestras estaban contaminadas. Significativamente, la acusación argentina contra los iraníes no hace mención de las supuestas pruebas de ADN.
(…)
En una entrevista que realicé en mayo pasado a James Cheek, el embajador de Clinton en la Argentina en el momento del atentado (si mis lectores lo recuerdan, fue el embajador, hincha de San  Lorenzo,  que perdió su tortuga…), me dijo: “Que yo sepa, no hubo ninguna evidencia real de la responsabilidad iraní. Nunca probaron nada”. La pista mas caliente en el caso, recordó, era un desertor iraní llamado Manoucher Moatamer, que “supuestamente tenia toda esta información”. Pero Moatamer resultó ser sólo un bajo funcionario insatisfecho sin el conocimiento de la toma de decisiones gubernamentales que había proclamado. “Por fin se decidió que no era creíble”, recordó Cheek.
Ronald Goddard, entonces subjefe de la Misión de EE.UU. en Buenos Aires, confirmó el relato de Cheek. Afirmó que los investigadores no encontraron nada que vinculara a Irán con el atentado. “Toda la cuestión de Irán parecía endeble”, dijo Goddard.
La estocada final del periodista del diario Clarín deja ver la pata de la sota. Dice Santoro como cierre de su nota:
 
Ahora, según fuentes judiciales, Nisman estaría preparando una ampliación de esta acusación pero la decisión del Gobierno de firmar el memorándum retrasó sus planes.

Digamos ante todo que el fiscal Nisman viene preparando una ampliación de esta acusación desde hace ocho años. Me consta. Y nunca nos ha aportado nada serio. Todo se reduce a los “se supone” de la CIA-Mossad-SIDE, ya las declaraciones de “testigos” como los impresentables Moatamer y Mesbahi.
Quizás sea casualidad, pero lo real que he constatado en estos ocho años de actuar como abogado defensor de los Kanoore Edul, es que el Dr. Nisman, cada vez que viaja a EE. UU. para reunirse con sus correligionarios del American Jewish Committee y  del “lobby” pro Israel AIPAC, vuelve
“con nuevas pruebas y revelaciones totalmente fidedignas… que volcará en una ampliación de sus investigaciones que inculpan, con toda seguridad a los iraníes”…
La novedad de hoy es que esta ampliación era la definitiva… ¡y justo se la viene a retrasar el inoportuno Tratado con Irán…! ¡Qué mala suerte la del Dr. Nisman!
Lo dicho: han comenzado a desplegar su esperado y desesperado plan B… la retirada.
Antecedentes de Daniel Santoro
A principios de 2006 se supo, con estupor, que un  grupo de “hackers”, o piratas electrónicos, había ingresado en los sitios web y en las casillas de correo-e de varios funcionarios, jueces, periodistas y empresarios. Uno de los periodistas que fueron víctimas de esa deleznable acción de piratería, era el señor Daniel Santoro, del diario Clarín. 
Lo que se supo de Santoro, que se especializó en calumniar a mi defendido Alberto Jacinto Kanoore Edul, era gravísimo.
Por eso, decidí enviarle una carta por vía electrónica que, por su importancia para este caso, transcribo en sus partes principales:
Buenos Aires, 25 de mayo de 2006.
Sr. Daniel Santoro
Diario CLARÍN
De mi consideración:
Reciba usted mi solidaridad y apoyo en su campaña por descubrir a los autores del deleznable atropello a la intimidad, que habría sufrido usted por la difusión de su correspondencia por Internet y de algunos supuestos datos de su vida profesional.
(…)
Pero ese infame delito de los ladrones de Internet deja en descubierto otro problema de fondo. En sus manifestaciones públicas, ni usted, ni los otros damnificados, ni el Estado como tal han negado la autenticidad del material electrónico robado y difundido luego por los delincuentes. Y en algunos casos lo difundido por esos delincuentes no son sólo intimidades, sino graves y presuntos datos que rozan lo delictivo.
(…)
Concretamente, en la versión que he recibido a través del sitio “Seprin”, correo-e newsletter@seprin.com, una persona que le escribe a una periodista, o ex periodista, amiga suya, le dice textualmente:
“NO JODAS A MIS AMIGOS. Y NI ME CONTESTES PORQUE ME VAS A OBLIGAR A “CONTAR QUIEN SOS POR LOS MEDIOS, VOS, Y TODOS LOS QUE COBRAN DE LA SIDE, SANTORO, (…) Y ESA MERSA, MEJOR NO ME HAGAS HABLAR”.
Y Seprin agrega sobre usted:
“Sospechado de ser uno de los periodistas integrantes de la lista de ‘colaboradores’ en los medios, de la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE)
“Sindicado como uno de los principales periodistas a sueldo de la SIDE, encargado de difundir y sostener la teoría de la Pista Iraní, impulsada por el Juez Juan José GALEANO.
“Santoro además llegó más lejos aún al hablar puntualmente del “comando suicida que se inmoló en la Trafic que se incrustó contra la AMIA (que) era el libanés Ibrahim Hussein Berro”. 
Como usted bien sabe, soy abogado defensor de Alberto Jacinto Kanoore Edul y de su anciano padre, injustamente acusados de ser autores del atentado a la AMIA. También le consta a usted que Kanoore Edul ha sido falsa y maliciosamente sindicado por la SIDE (muy especialmente por el Ing. Antonio Stiusso, jefe de Contraespionaje de la SIDE) como “la base en la Argentina de la pista Irán-Siria-El Líbano-Hezbollah”. Y, finalmente, usted  sabe con seguridad (porque fue oficialmente reconocido) que esos falsos “datos de inteligencia” le fueron aportados a la SIDE por la CIA anglo-norteamericana y por el Mossad israelí.
Por otro lado, estimo que su buena memoria le permitirá recordar que usted ha difundido numerosas veces, en el diario Clarín, esos falsos datos contra Kanoore Edul y la pista Irán-Siria, etc.
(…)
Esa insistencia suya sobre la “culpabilidad” y los fantasiosos nexos de Kanoore Edul constituyen, por sí mismos,  un hecho sospechoso y grave. Pero, si fuera cierto lo difundido por los piratas electrónicos y por Seprin, lo suyo sería mucho más grave, pues estaría usted formando parte de una peligrosa y enorme conspiración internacional, junto con la SIDE, la CIA y el Mossad, para inculpar a uno o varios inocentes, y encubrir de ese modo a los  verdaderos culpables.
Desde que me hice cargo de la defensa de los Kanoore Edul, vengo sosteniendo que las sospechas apuntan a la SIDE, la CIA y el Mossad, como inventores e impulsores de la falsa pista iraní-siria-libanesa, en la que engloban maliciosamente a mi defendido. Y siempre me llamó la atención su conducta hacia los Kanoore Edul. Como usted comprenderá, como defensor de ellos tengo la obligación de investigar a fondo este asunto y hacerlo conocer públicamente.
(…)
Por eso mismo, espero su respuesta y sus aclaraciones sobre este tema que lo involucra a usted en forma muy directa, e interesa a mis defendidos en grado sumo.   
(…)
A la espera de sus novedades, lo saludo atentamente.
Juan Gabriel Labaké
Hasta hoy, esa clara y precisa carta mía no ha tenido respuesta alguna por parte de Daniel Santoro, siendo que su recepción me fue confirmada electrónicamente.
El lector ya puede juzgar quién es Daniel Santoro y por qué, para qué y por encargo de quién escribió “su” nota en Clarín.
Del Viso, 10 de marzo de 2013.
(*) Abogado. Diputado nacional (1973/1976). Embajador (1989/1992). Abogado  defensor de Isabel Perón en los juicios del Proceso Militar. Abogado defensor de Alberto Kanoore Edul en el caso AMIA. 

                                                             

                                                                          

  



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