¿Qué está pasando en la Argentina?
Cuando en las noticias se comienza a repetir un título como este: "Profanaron la catedral de...", algo anda mal, muy mal.
Pero esa es la realidad que vivimos.
Esta vez le ha tocado el turno a la Cripta de la Catedral de Mar del Plata.
El modo utilizado es el mismo que en la Iglesia de San Ignacio de Buenos Aires, lo cual hace suponer que se trata de gente con las mismas ideas. ¿Silo, quizá?
El modo utilizado es el mismo que en la Iglesia de San Ignacio de Buenos Aires, lo cual hace suponer que se trata de gente con las mismas ideas. ¿Silo, quizá?
No diremos más... recemos para que Dios perdone la infidelidad de su
pueblo, del que salen sujetos como los que han cometido este deleznable
hecho; que mencionamos aquí para que no quede en el olvido, aunque ya
está siendo reflejado en los medios.
Si esto hubiera pasado en una Sinagoga, bueno... hoy los llantos se oyeran hasta Jerusalem. ¿Por qué no aprendemos?
El obispado de Mar del Plata informó que fue profanado del altar de la
cripta que se encuentra debajo del altar mayor de la iglesia catedral.
En la mañana del martes 29 comprobaron que la mesa sobre la que se
celebra la misa matutina "fue utilizada como letrina" y su mantel como elemento de aseo".
La comunidad del templo mayor de la diócesis descubrió también que la
imagen de la Virgen de los Desamparados había sido despojada de su
manto, así como también faltaban algunas reliquias de los santos.
Desde el obispado indicaron que este "grave sacrilegio" ofende profundamente a la comunidad parroquial e incluso a la sociedad civil.
"Se trata, en efecto, de hechos criminales que atentan contra el
honor de Dios y contra la dignidad del hombre. Los cristianos católicos
rezamos por la conversión de los autores de tan graves pecados", agregaron.
Según explicó el vicario parroquial, presbítero Héctor Bachmeier,
intentaron abrir el sagrario, que está vacío -ya que la Eucaristía se
reserva en el templo-, pero no pudieron. Asimismo, precisó: "Ante la
conmoción, las empleadas que realizan las tareas de limpieza procedieron
inmediatamente a limpiar el lugar, por lo que no quedaron mayores
evidencias que los destrozos en las imágenes religiosas y las reliquias
de los santos."
La comunidad se reunió en la misa de las 18 para realizar un acto de
desagravio. No obstante, el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio
Marino, anunciará oportunamente la celebración de una santa misa en la
que se concretará el acto público de reparación.
La cripta de la catedral
Ubicada debajo del altar mayor de la catedral de los Santos Pedro y
Cecilia, se encuentran allí unas 400 reliquias, todas autenticadas por
el Vaticano. El altar, de mármol blanco y con detalles en mármol verde,
tiene el aspecto de monumento funerario. Sobre él se encuentra la
escultura de santa Cecilia yacente interpretada en su larga agonía.
Sobre la puerta del sagrario, de estilo neogótico, está repujada la
Inmaculada, ella llevó en su seno al Redentor; más arriba está el
pelícano, símbolo del sacrificio en la cruz y de la Eucaristía.
El piso de mármol blanco y negro colocado en damero, en él y frente al
altar, está la placa donde colocaron unos mensajes con motivo del primer
centenario en una botella lacrada dentro de una caja de plomo que se
abrirá en el 2015 para el bicentenario y esa generación leerá los
mensajes.
En las urnas están las reliquias de santos y mártires, entre ellas de
santa Gracia, san Severo mártir, obispo de Barcelona; san Donato, san
Valeriano -esposo de santa Cecilia- y san Justino mártir.
Sobre el sencillo altar lateral izquierdo hay una imagen de la Virgen de
los Desamparados, donada por la colectividad valenciana. Debajo están
las reliquias de santa Esperanza virgen y mártir, y una de las hijas de
santa Sofía martirizada junto a sus hermanas Fe y Caridad durante el
gobierno del emperador Adriano, en Roma, en el año 137.
Del otro lado hay una réplica de Nuestra Señora del Carmen de Cuyo,
donada por el Centro Sanmartiniano Marplatense. Debajo hay una reliquia
de san Máximo, sirviente de san Valeriano, esposo de santa Cecilia.
Sobre la pared del fondo está sepultado el primer obispo de Mar del
Plata, monseñor Enrique Rau.