Andrés Carrasco -
Argentina perdió al Patriota,
Biólogo Molecular que expuso a Monsanto
Como titula Día a Día de Córdoba: "La ciencia perdió a uno de sus cultores". El prestigioso académico argentino Andrés Carrasco falleció (nadie informa como) a sus 67 años.
Su investigación expuso los daños que producen los agroquímicos de Monsanto y otras corporaciones en la salud y luchó contra la Ley se Semillas (que penaliza la utilización de semillas orgánicas) actualmente presentada e impulsada por Monsanto en el Congreso.
Andrés Carrasco, fue investigador y Presidente del CONICET. El médico y biólogo molecular presidió el organismo entre 2000 y 2001, y era experto en biología del desarrollo. Sobre el fallecimiento del Dr. Carrasco El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas expresó su pesar, destacándolo como "investigador principal del CONICET en el Instituto de Biología Celular y Neurociencia".
A lo largo de su carrera se especializó en embriología molecular, específicamente en el estudio de genes asociados con el desarrollo embrionario de vertebrados. Asimismo, Carrasco fue a lo largo de su carrera subsecretario de Innovación Científica y Tecnológica del Ministerio de Defensa de la Nación.
Andrés Carrasco no sólo desafió a Monsanto, sino que probó científicamente la peligrosidad de productos como el glifosato. Y por este motivo los acólitos de la corporación ya comenzaron a bombardear la red con mentiras sobre su trayectoria.
Por ejemplo Perfil se burla del experto titulando "murió el científico anti-glifosato", para denigrarlo y además insinuar que no hay otros científicos contra Monsanto (Lease "él científico" y no "un cientifico"). Asimismo el grupo Clarín cooptado por Monsanto escupe: " Las crecientes críticas y cuestionamientos al herbicida, a partir de las investigaciones de Carrasco, dispararon audiencias a favor del uso del glifosato cuando los agrodiputados se encontraban en la cúspide de su popularidad y presidían la comisión de Agricultura y Ganadería."
"Mostraron cómo actúa el poder" había publicado Pagina 12 en el 2011 (cuando decía la verdad sobre Monsanto) "Página/12 reveló ayer los cables que muestran el lobby de la Embajada de EE.UU. a favor del herbicida y los cuestionamientos a Carrasco. Ahora, el investigador responde: No esperaba algo así, aunque sabemos que estas corporaciones operan al más alto nivel.
El doctor Andrés Carrasco realizó tareas de investigación en diversas Universidades entre las cuales se destacan:
* Universidad de Basilea. Suiza.
* Instituto de Biología Celular y Molecular de de Universidad de Indiana
* Departamento de Genética Molecular. Universidad de Texas. Houston, Texas.
* Profesor Visitante de Universidad de Göttingen. Germany. (September-October, 1999).
Leer: "Mucha bronca pero más ganas de seguir luchando"
Lo que Clarín y el Gobierno no cuentan sobre Carrasco (además de la causa de su muerte) es que recientemente luchaba contra la Ley de Semillas que Monsanto impulsa en el Congreso Nacional...
Transcribimos ALGUNOS reportes por si también "desaparecen" sin explicación
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http://www.puntal.com.ar/v2/article.php?id=100502
Un cuestionamiento ante la inminente modificación de la ley de semillas
En el marco de la presentación de la nueva tecnología en soja Intacta RR2 realizada en los últimos días, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Norberto Yauhar también anunció que se está trabajando en la redacción de una nueva Ley de Semillas que en los próximos meses sería enviada al Congreso Nacional.
“Hemos tomado la decisión de avanzar en el transcurso de este año en un borrador de una Ley de Semillas como corresponde a un país que pretende ser líder en la producción de alimentos, buscamos proteger la propiedad intelectual del proceso de desarrollo”, afirmó Yauhar en esa oportunidad.
El investigador del Conicet Andrés Carrasco también cuestionó estos anuncios y analizó las implicancias que ésta modificación en la legislación podría tener para los productores del país al disminuir el denominado uso propio de las semillas para favorecer el pago de regalías a las empresas creadoras de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) aprobados por el gobierno nacional.
“El uso propio significa que un agricultor hace su cosecha y se reserva parte de las semillas para la cosecha próxima, o sea que buscan moderar o dificultar el uso de la semilla de la propia cosecha rompiendo una regla histórica de 10 mil años”, sostuvo al respecto Carrasco.
Refiriéndose a las afirmaciones del ministro días atrás, el investigador expresó: “Esto me parece un acto celebratorio de una enorme irresponsabilidad porque detrás de esto hay un montón de cosas que no se dicen, que no se han debatido, hay cosas que están seriamente cuestionadas por muchos, acá y en otras partes del mundo, y me parece que no debería celebrarse tan abiertamente que vamos a modificar la Ley de Semillas para favorecer a Monsanto”.
Hasta el momento, Monsanto jamás logró cobrar regalías por su primera semilla de soja transgénica debido a que esa variedad no había sido patentada en Argentina. Pero en 2009 la multinacional sí obtuvo patente en el país por la soja Intacta RR2 y, luego de que la empresa anunciara inversiones millonarias, el gobierno nacional le dio garantías a la empresa sobre el pago de regalías por parte de los productores.
“Un cambio cultural en la agricultura”
“Hasta ahora la agricultura argentina no pago patentes por distintas razones, recién ahora se van a establecer y lo que hace la empresa es establecer un contrato individual con el productor que firma un convenio contractual”, explicó Carrasco y agregó que al tratarse de contratos de índole privado el Estado no podrá intervenir en este ámbito.
“O sea que en realidad están celebrando ceder el control y la propiedad que regula los insumos de la producción agrícola a 3, 4 o 5 grandes transnacionales”, continuó.
Hasta el momento, se afirma que más del 60% de los productores de soja ya habrían firmado contratos para el uso de la nueva semilla Intacta RR2. Para el investigador del Conicet el resto de los OGM aprobados en el último tiempo también se regularán con el mismo criterio.
“Como Monsanto y Syngenta se aseguran los sistemas de control de qué semilla está usando cada agricultor a partir de estos contratos, cuando un agricultor mande su cosecha al lugar de embarque, el acopiador va a testear las características de ese poroto y va a determinar qué tipo de semilla está usando. Y si está usando una semilla indebidamente porque no la pagó ese productor va a ser penalizado”, describió el biólogo.
“Esto es todo un cambio cultural en la agricultura que los agricultores norteamericanos han denunciado infinidad de veces y hablan de la `policía de Monsanto´. Entonces si eso pasa allá me imagino lo que puede pasar acá, donde hay muchos circuitos informales”, alertó finalmente Carrasco.
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http://www.argenpress.info/2014/04/entrevista-al-dr-andres-carrasco-creo.html
Entrevista al Dr. Andrés Carrasco: Creo que nunca nos terminamos de ir del neoliberalismo de los ’90 (Parte II) - EXTRACTO
MH: Quisiera profundizar esto porque se habla mucho de las empresas, por ejemplo, lo hicimos en nuestra charla anterior sobre Monsanto, pero resulta que han aparecido en distintos parlamentos de América del Sur en 2012, 2013, una cantidad de proyectos de Leyes de Semilla, todos muy parecidos. ¿Tiene algo que ver con esto el Ministerio de Agricultura de EE. UU.?
AC: Yo empezaría por casa. ¿Por qué el Ministerio de Agricultura argentino promueve esa tendencia? Lo mismo pasa en Ecuador, en Brasil, en México, todas las leyes de semillas conducen a formar un marco normativo legal que favorece y cuida los intereses de las empresas, no solo de ganar dinero, vendiendo y cobrando regalías, sino de apropiarse de las semillas, es decir, ellos son los propietarios de las semillas y nosotros usamos las que ellos nos venden. Estamos atados a eso porque en realidad lo que hacen es proteger la propiedad de las empresas que desarrollan esas semillas. Habría que poner en debate si eso conduce a la soberanía o a un grado de dependencia. Lo llamativo, que usted marca muy bien, es que muchos países latinoamericanos tengan proyectos de ley, en algunos casos peores que el argentino, en la misma dirección: instalar las semillas transgénicas como insumo para la producción de alimentos para exportar alimentos-mercancía y asegurar la propiedad de esas semillas, que no haya disputas.
En Argentina hay una situación muy particular porque las patentes no corren en las semillas, por lo menos por ahora. El gobierno le prometió a Monsanto sacar una ley que se parezca a las otras que dice usted.
Yo no puedo dejar de pensar que en realidad los que están conduciendo este tipo de actividades productivas no son los Ministerios de Agricultura sino los intereses de las grandes empresas. Obviamente, la Secretaría de Agricultura de EE. UU. con sus organismos de control, participa de todo esto puesto que Monsanto y otras empresas son americanas. No sería una sorpresa que sus intereses sean defendidos en cada país por los embajadores estadounidenses. De esto hay una larga historia en América Latina.
Eso no me llama la atención, el asunto es preguntarse por qué los Ministerios de Agricultura de nuestros países son obediente a los intereses de las empresas aunque les impongan a los productores que van a usar semillas por las cuales van a tener que pagar patentes y no las van a poder utilizar de un año para el otro, el uso propio como lo llaman en el campo, si no pagan esas regalías que las empresas le van a cobrar al productor aunque no les compre las semillas y las produzca él para usarlas en la cosecha siguiente.
Además, aparece la figura de la patente que hasta ahora no se había aplicado. Sería como si alguien recibe a un hambriento y le regala la comida uno, dos, tres, cuatro días al mes y después se la empieza a cobrar. Nos acostumbramos durante 20 años a usar semillas que les permitieron entrar también en Bolivia, Paraguay, Brasil, Uruguay, pero las próximas deberían tener ese nuevo marco. Deberíamos discutir si eso conduce a mayor soberanía o a mayor dependencia.
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http://www.puertae.com.ar/2014/02/campana-contra-la-modificacion-de-la-ley-de-semillas-argentina/
Glufosinato, un nuevo veneno
(Por el doctor Andrés Carrasco, director del Laboratorio de Embriología Molecular de la UBA, para www.lavaca.org) El avance de los agronegocios en la región latinoamericana hace necesario señalar que a la voracidad de un sector productivo y a los intereses estratégicos de las transnacionales y su propuesta tecnológica, hay que agregar la actitud de gobierno nacional que no sólo espera retenciones crecientes sino que se empeña en apostar a la desnacionalización incrementado la dependencia con un modelo que hace cada vez más frágil a la Argentina frente a las decisiones geopolíticas de los países centrales.
Como forma de confrontar relatos, la contraofensiva descripta por Clarín, se expresó en que mientras se esperaba la sentencia del tribunal cordobés por la demanda de las Madres de Ituzaingó, la Secretaria de Agricultura hacía pública la resolución firmada por su titular Lorenzo Basso (ex Decano de la Facultad de Agronomía de la UBA) aprobando una nueva semilla de soja: Intacta RR2 que contiene transgenes para resistencia al glifosato y para producir toxina insecticida (Bt). Esta semilla patentada por Monsanto, obligará a los productores a pagar regalías de por vida mediante convenios de orden privado con la empresa transnacional. Es transparente Norberto Yahuar, Ministro de Agricultura, cuando anuncia, en la presentación de la semilla RR2 de Monsanto, una nueva ley de semillas que limitará el Uso Propio (guardar parte de la semilla para la próxima cosecha) para “demostrar al mundo que se reconoce ese valor intelectual en tecnología, que desarrollan los privados”. Según Clarín el acuerdo funcionará así: “Cuando el productor compre semilla de soja certificada pagará el derecho fijado. Pero si no lo hiciese, al vender sus granos se realizará un sencillo test que permite detectar la presencia de los genes buscados. Y si el resultado fuera positivo el comprador del grano cobrará a cuenta del desarrollador las regalías pendientes, más caras que al principio”.
Trámite acelerado
Intacta RR2 es el evento número 27 aprobado por Agricultura en un trámite que la misma empresa reconoce, se aceleró después de que la Presidenta escuchó en su visita a Estados Unidos los anuncios de multimillonarias inversiones de Monsanto en Argentina (1500 millones de dólares en una planta productora de maíz, en Malvinas Argentinas, Córdoba que producirá semillas para 3.5 millones de hectáreas, y 170 millones de dólares de dos plantas experimentales en Córdoba y Tucumán. Sin embargo, menos publicitado es el hecho de que desde 2011 hasta la fecha se aprobaron 10 eventos transgénicos de maíz y soja distribuidos entre Bayer, Monsanto y Syngenta. Estas autorizaciones, que involucran informes del INTA, están en registro con la lógica del PAN (Plan Alimentario Nacional) que dispone para la próxima década un incremento de la superficie agrícola del orden del 27%, incorporando al modelo agrícola 10 millones a los actuales 34 millones de hectáreas, de los cuales 71.5% está dedicada a producir el 100% de maíz, de soja y algodón con semillas transgénicas. (Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca)
Control territorial y golpe
Este aumento de la superficie de cultivos transgénicos implica el corrimiento de la frontera norte a expensa de deforestaciones de bosques y selvas, desalojos de pueblos originarios e incremento del volumen de agroquímicos. Todo en función de la voracidad de las transnacionales y de las políticas de los países centrales en busca del control del territorio y por lo tanto mayor control social con la producción extractiva de alimentos. Los conflictos con los pueblos de las provincias del norte, la instalación del Comando Sur en el Chaco con la “misión de ayuda y desarrollo tecnológico” o el impúdico involucramiento de las transnacionales asociadas a los agronegocios en el golpe al Estado en Paraguay, hacen evidente la ofensiva de los negocios globales que pretende cerrar las brechas de territorio norte de nuestro país en un solo bloque con Paraguay, Uruguay, Argentina, Bolivia, Brasil y Argentina unificando tecnologías y modalidades. Este devenir, en su lógica, no es diferente a la campaña del desierto de Roca en los 80, donde el objetivo del desalojo genocida y control territorial fue la expansión ganadera con los Remington. Hoy se facilita en beneficio del conglomerado productivo sojero y las corporaciones transnacionales, bajo el paraguas habilitante del poder político.
Silencio científico
Los 27 transgénicos aprobados comercialmente desde el 1996, un verdadero ariete tecnológico, imponen prácticas inherentes del modelo, No solo cuestionables por los efectos en los ecosistemas y demás variables físicas de suelos, sino por el incremento de la contaminación química con sus consecuencias en salud ambiental. Además, un futuro impredecible aparece por la elusiva viabilidad y sustentabilidad de la transgénesis. En particular por la ausencia de discusión acerca de las incertidumbres del procedimiento tecnológico y por el silencio de la mayoría de la comunidad científica acerca de las consecuencias de intervenir el delicado natural equilibrio evolutivo de los genomas. Sabemos demasiado poco para jugar a crear naturalezas alternativas o pensar en acelerar o desviar procesos evolutivos con impunidad. (GMO Myths and Truths June 2012).
Ahora el glufosinato
Pero hay un aspecto interesante a considerar en lo inmediato en la Argentina, es que 5 de esos 10 eventos transgénicos aprobados, 3 de maíz y 2 de soja, combinan la resistencia al glifosato con otra al glufosinato de amonio (un bloqueante de la síntesis del aminoácido glutamina) para reforzar los efectos de aquel. La necesidad de asociar en las nuevas semillas el glifosato con el glufosinato, da cuenta de las inconsistencias de la tecnología de los transgénicos tanto en su construcción y como en su comportamiento en el tiempo. Sin embargo se sigue huyendo hacia delante intentando remediar las debilidades conceptuales de la tecnología transgénica, con soluciones que tienden a ser cada vez más peligrosas.
En Alemania no, afuera sí
Llamativamente Bayer, el segundo mayor productor de pesticidas del mundo, recientemente anunció que retirará del mercado los pesticidas más peligrosos de la clase 1. En ese marco, la organización Coordinación contra los peligros de Bayer, pidió que se retirara de todo el mundo la venta del herbicida a base de glufosinato (Liberty) que ya ha sido clasificado como peligroso por provocar malformaciones e incluido en la lista de 22 pesticidas que van a desaparecer del mercado en base de la nuevas normas de la Unión Europea. Quizás por eso hace poco menos de un año Bayer retiró a Liberty del mercado alemán. Aunque también, hace casi tres años, Bayer inauguró en Huert cerca de Colonia, Alemania, una planta de glufosinato para exportarlo a países fuera de la Unión Europea. Es la muestra de las políticas de las transnacionales hacia los países proveedores de transgénicos como el nuestro, que en un año aprobó 5 semillas resistentes a la combinación glifosato-glufosinato. (nota de prensa de Coordinación contra los peligros de Bayer, “Bayer retira del mercado pesticidas letales”, 2011 y Documento de la European Food Safety Authority Científica Report, paginas 13 y14, 2005, http://www.efsa.eu.int).
Efectos
Es lógico pensar que las nuevas semillas complicarán el panorama de los impactos en salud animal y humana. El glufosinato en animales se ha revelado con efectos devastadores. En ratones el glufosinato produce convulsiones, estimula la producción de óxido nitroso y muerte celular en el cerebro. Con claros efectos teratogénicos se han descripto hipoplasia (reducción o pérdida) del prosencéfalo, arcos branquiales y extremidades con o sin tubo neural abierto. Todos indicios de un serio compromiso del desarrollo normal del neuroepitelio y probablemente de las crestas neurales. (Watanbe and Iwase, Teratogenesis, Carcinogenesis and Mutagenesis 16: 287-299, 1996).
Privatización del conocimiento
La adopción por parte del cientificismo productivista de encontrar en la tecnología una virtud inmanente, responde a un modelo de ciencia que en verdad está dirigido desplazar reflexión y critica sobre la modernidad y fragmentar la propiedad social del conocimiento para privatizarlo. La financiación de ciencia y tecnología con inversiones estatales como las otorgadas al grupo Sigman para la fabricación de vacunas o anticuerpos monoclonales son producto de un “capitalismo del conocimiento” presentado como resguardo de la autonomía nacional. Pero que en verdad está dirigida a naturalizar y afianzar mecanismos de apropiación por la corporaciones y sobre todo lograr para ellas el control del desarrollo del conocimiento.
Andrés E. Carrasco
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Su investigación expuso los daños que producen los agroquímicos de Monsanto y otras corporaciones en la salud y luchó contra la Ley se Semillas (que penaliza la utilización de semillas orgánicas) actualmente presentada e impulsada por Monsanto en el Congreso.
Andrés Carrasco, fue investigador y Presidente del CONICET. El médico y biólogo molecular presidió el organismo entre 2000 y 2001, y era experto en biología del desarrollo. Sobre el fallecimiento del Dr. Carrasco El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas expresó su pesar, destacándolo como "investigador principal del CONICET en el Instituto de Biología Celular y Neurociencia".
A lo largo de su carrera se especializó en embriología molecular, específicamente en el estudio de genes asociados con el desarrollo embrionario de vertebrados. Asimismo, Carrasco fue a lo largo de su carrera subsecretario de Innovación Científica y Tecnológica del Ministerio de Defensa de la Nación.
Andrés Carrasco no sólo desafió a Monsanto, sino que probó científicamente la peligrosidad de productos como el glifosato. Y por este motivo los acólitos de la corporación ya comenzaron a bombardear la red con mentiras sobre su trayectoria.
Por ejemplo Perfil se burla del experto titulando "murió el científico anti-glifosato", para denigrarlo y además insinuar que no hay otros científicos contra Monsanto (Lease "él científico" y no "un cientifico"). Asimismo el grupo Clarín cooptado por Monsanto escupe: " Las crecientes críticas y cuestionamientos al herbicida, a partir de las investigaciones de Carrasco, dispararon audiencias a favor del uso del glifosato cuando los agrodiputados se encontraban en la cúspide de su popularidad y presidían la comisión de Agricultura y Ganadería."
"Mostraron cómo actúa el poder" había publicado Pagina 12 en el 2011 (cuando decía la verdad sobre Monsanto) "Página/12 reveló ayer los cables que muestran el lobby de la Embajada de EE.UU. a favor del herbicida y los cuestionamientos a Carrasco. Ahora, el investigador responde: No esperaba algo así, aunque sabemos que estas corporaciones operan al más alto nivel.
El doctor Andrés Carrasco realizó tareas de investigación en diversas Universidades entre las cuales se destacan:
* Universidad de Basilea. Suiza.
* Instituto de Biología Celular y Molecular de de Universidad de Indiana
* Departamento de Genética Molecular. Universidad de Texas. Houston, Texas.
* Profesor Visitante de Universidad de Göttingen. Germany. (September-October, 1999).
Leer: "Mucha bronca pero más ganas de seguir luchando"
Lo que Clarín y el Gobierno no cuentan sobre Carrasco (además de la causa de su muerte) es que recientemente luchaba contra la Ley de Semillas que Monsanto impulsa en el Congreso Nacional...
Transcribimos ALGUNOS reportes por si también "desaparecen" sin explicación
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http://www.puntal.com.ar/v2/article.php?id=100502
Un cuestionamiento ante la inminente modificación de la ley de semillas
En el marco de la presentación de la nueva tecnología en soja Intacta RR2 realizada en los últimos días, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Norberto Yauhar también anunció que se está trabajando en la redacción de una nueva Ley de Semillas que en los próximos meses sería enviada al Congreso Nacional.
“Hemos tomado la decisión de avanzar en el transcurso de este año en un borrador de una Ley de Semillas como corresponde a un país que pretende ser líder en la producción de alimentos, buscamos proteger la propiedad intelectual del proceso de desarrollo”, afirmó Yauhar en esa oportunidad.
El investigador del Conicet Andrés Carrasco también cuestionó estos anuncios y analizó las implicancias que ésta modificación en la legislación podría tener para los productores del país al disminuir el denominado uso propio de las semillas para favorecer el pago de regalías a las empresas creadoras de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) aprobados por el gobierno nacional.
“El uso propio significa que un agricultor hace su cosecha y se reserva parte de las semillas para la cosecha próxima, o sea que buscan moderar o dificultar el uso de la semilla de la propia cosecha rompiendo una regla histórica de 10 mil años”, sostuvo al respecto Carrasco.
Refiriéndose a las afirmaciones del ministro días atrás, el investigador expresó: “Esto me parece un acto celebratorio de una enorme irresponsabilidad porque detrás de esto hay un montón de cosas que no se dicen, que no se han debatido, hay cosas que están seriamente cuestionadas por muchos, acá y en otras partes del mundo, y me parece que no debería celebrarse tan abiertamente que vamos a modificar la Ley de Semillas para favorecer a Monsanto”.
Hasta el momento, Monsanto jamás logró cobrar regalías por su primera semilla de soja transgénica debido a que esa variedad no había sido patentada en Argentina. Pero en 2009 la multinacional sí obtuvo patente en el país por la soja Intacta RR2 y, luego de que la empresa anunciara inversiones millonarias, el gobierno nacional le dio garantías a la empresa sobre el pago de regalías por parte de los productores.
“Un cambio cultural en la agricultura”
“Hasta ahora la agricultura argentina no pago patentes por distintas razones, recién ahora se van a establecer y lo que hace la empresa es establecer un contrato individual con el productor que firma un convenio contractual”, explicó Carrasco y agregó que al tratarse de contratos de índole privado el Estado no podrá intervenir en este ámbito.
“O sea que en realidad están celebrando ceder el control y la propiedad que regula los insumos de la producción agrícola a 3, 4 o 5 grandes transnacionales”, continuó.
Hasta el momento, se afirma que más del 60% de los productores de soja ya habrían firmado contratos para el uso de la nueva semilla Intacta RR2. Para el investigador del Conicet el resto de los OGM aprobados en el último tiempo también se regularán con el mismo criterio.
“Como Monsanto y Syngenta se aseguran los sistemas de control de qué semilla está usando cada agricultor a partir de estos contratos, cuando un agricultor mande su cosecha al lugar de embarque, el acopiador va a testear las características de ese poroto y va a determinar qué tipo de semilla está usando. Y si está usando una semilla indebidamente porque no la pagó ese productor va a ser penalizado”, describió el biólogo.
“Esto es todo un cambio cultural en la agricultura que los agricultores norteamericanos han denunciado infinidad de veces y hablan de la `policía de Monsanto´. Entonces si eso pasa allá me imagino lo que puede pasar acá, donde hay muchos circuitos informales”, alertó finalmente Carrasco.
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http://www.argenpress.info/2014/04/entrevista-al-dr-andres-carrasco-creo.html
Entrevista al Dr. Andrés Carrasco: Creo que nunca nos terminamos de ir del neoliberalismo de los ’90 (Parte II) - EXTRACTO
MH: Quisiera profundizar esto porque se habla mucho de las empresas, por ejemplo, lo hicimos en nuestra charla anterior sobre Monsanto, pero resulta que han aparecido en distintos parlamentos de América del Sur en 2012, 2013, una cantidad de proyectos de Leyes de Semilla, todos muy parecidos. ¿Tiene algo que ver con esto el Ministerio de Agricultura de EE. UU.?
AC: Yo empezaría por casa. ¿Por qué el Ministerio de Agricultura argentino promueve esa tendencia? Lo mismo pasa en Ecuador, en Brasil, en México, todas las leyes de semillas conducen a formar un marco normativo legal que favorece y cuida los intereses de las empresas, no solo de ganar dinero, vendiendo y cobrando regalías, sino de apropiarse de las semillas, es decir, ellos son los propietarios de las semillas y nosotros usamos las que ellos nos venden. Estamos atados a eso porque en realidad lo que hacen es proteger la propiedad de las empresas que desarrollan esas semillas. Habría que poner en debate si eso conduce a la soberanía o a un grado de dependencia. Lo llamativo, que usted marca muy bien, es que muchos países latinoamericanos tengan proyectos de ley, en algunos casos peores que el argentino, en la misma dirección: instalar las semillas transgénicas como insumo para la producción de alimentos para exportar alimentos-mercancía y asegurar la propiedad de esas semillas, que no haya disputas.
En Argentina hay una situación muy particular porque las patentes no corren en las semillas, por lo menos por ahora. El gobierno le prometió a Monsanto sacar una ley que se parezca a las otras que dice usted.
Yo no puedo dejar de pensar que en realidad los que están conduciendo este tipo de actividades productivas no son los Ministerios de Agricultura sino los intereses de las grandes empresas. Obviamente, la Secretaría de Agricultura de EE. UU. con sus organismos de control, participa de todo esto puesto que Monsanto y otras empresas son americanas. No sería una sorpresa que sus intereses sean defendidos en cada país por los embajadores estadounidenses. De esto hay una larga historia en América Latina.
Eso no me llama la atención, el asunto es preguntarse por qué los Ministerios de Agricultura de nuestros países son obediente a los intereses de las empresas aunque les impongan a los productores que van a usar semillas por las cuales van a tener que pagar patentes y no las van a poder utilizar de un año para el otro, el uso propio como lo llaman en el campo, si no pagan esas regalías que las empresas le van a cobrar al productor aunque no les compre las semillas y las produzca él para usarlas en la cosecha siguiente.
Además, aparece la figura de la patente que hasta ahora no se había aplicado. Sería como si alguien recibe a un hambriento y le regala la comida uno, dos, tres, cuatro días al mes y después se la empieza a cobrar. Nos acostumbramos durante 20 años a usar semillas que les permitieron entrar también en Bolivia, Paraguay, Brasil, Uruguay, pero las próximas deberían tener ese nuevo marco. Deberíamos discutir si eso conduce a mayor soberanía o a mayor dependencia.
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http://www.puertae.com.ar/2014/02/campana-contra-la-modificacion-de-la-ley-de-semillas-argentina/
Glufosinato, un nuevo veneno
(Por el doctor Andrés Carrasco, director del Laboratorio de Embriología Molecular de la UBA, para www.lavaca.org) El avance de los agronegocios en la región latinoamericana hace necesario señalar que a la voracidad de un sector productivo y a los intereses estratégicos de las transnacionales y su propuesta tecnológica, hay que agregar la actitud de gobierno nacional que no sólo espera retenciones crecientes sino que se empeña en apostar a la desnacionalización incrementado la dependencia con un modelo que hace cada vez más frágil a la Argentina frente a las decisiones geopolíticas de los países centrales.
Como forma de confrontar relatos, la contraofensiva descripta por Clarín, se expresó en que mientras se esperaba la sentencia del tribunal cordobés por la demanda de las Madres de Ituzaingó, la Secretaria de Agricultura hacía pública la resolución firmada por su titular Lorenzo Basso (ex Decano de la Facultad de Agronomía de la UBA) aprobando una nueva semilla de soja: Intacta RR2 que contiene transgenes para resistencia al glifosato y para producir toxina insecticida (Bt). Esta semilla patentada por Monsanto, obligará a los productores a pagar regalías de por vida mediante convenios de orden privado con la empresa transnacional. Es transparente Norberto Yahuar, Ministro de Agricultura, cuando anuncia, en la presentación de la semilla RR2 de Monsanto, una nueva ley de semillas que limitará el Uso Propio (guardar parte de la semilla para la próxima cosecha) para “demostrar al mundo que se reconoce ese valor intelectual en tecnología, que desarrollan los privados”. Según Clarín el acuerdo funcionará así: “Cuando el productor compre semilla de soja certificada pagará el derecho fijado. Pero si no lo hiciese, al vender sus granos se realizará un sencillo test que permite detectar la presencia de los genes buscados. Y si el resultado fuera positivo el comprador del grano cobrará a cuenta del desarrollador las regalías pendientes, más caras que al principio”.
Trámite acelerado
Intacta RR2 es el evento número 27 aprobado por Agricultura en un trámite que la misma empresa reconoce, se aceleró después de que la Presidenta escuchó en su visita a Estados Unidos los anuncios de multimillonarias inversiones de Monsanto en Argentina (1500 millones de dólares en una planta productora de maíz, en Malvinas Argentinas, Córdoba que producirá semillas para 3.5 millones de hectáreas, y 170 millones de dólares de dos plantas experimentales en Córdoba y Tucumán. Sin embargo, menos publicitado es el hecho de que desde 2011 hasta la fecha se aprobaron 10 eventos transgénicos de maíz y soja distribuidos entre Bayer, Monsanto y Syngenta. Estas autorizaciones, que involucran informes del INTA, están en registro con la lógica del PAN (Plan Alimentario Nacional) que dispone para la próxima década un incremento de la superficie agrícola del orden del 27%, incorporando al modelo agrícola 10 millones a los actuales 34 millones de hectáreas, de los cuales 71.5% está dedicada a producir el 100% de maíz, de soja y algodón con semillas transgénicas. (Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca)
Control territorial y golpe
Este aumento de la superficie de cultivos transgénicos implica el corrimiento de la frontera norte a expensa de deforestaciones de bosques y selvas, desalojos de pueblos originarios e incremento del volumen de agroquímicos. Todo en función de la voracidad de las transnacionales y de las políticas de los países centrales en busca del control del territorio y por lo tanto mayor control social con la producción extractiva de alimentos. Los conflictos con los pueblos de las provincias del norte, la instalación del Comando Sur en el Chaco con la “misión de ayuda y desarrollo tecnológico” o el impúdico involucramiento de las transnacionales asociadas a los agronegocios en el golpe al Estado en Paraguay, hacen evidente la ofensiva de los negocios globales que pretende cerrar las brechas de territorio norte de nuestro país en un solo bloque con Paraguay, Uruguay, Argentina, Bolivia, Brasil y Argentina unificando tecnologías y modalidades. Este devenir, en su lógica, no es diferente a la campaña del desierto de Roca en los 80, donde el objetivo del desalojo genocida y control territorial fue la expansión ganadera con los Remington. Hoy se facilita en beneficio del conglomerado productivo sojero y las corporaciones transnacionales, bajo el paraguas habilitante del poder político.
Silencio científico
Los 27 transgénicos aprobados comercialmente desde el 1996, un verdadero ariete tecnológico, imponen prácticas inherentes del modelo, No solo cuestionables por los efectos en los ecosistemas y demás variables físicas de suelos, sino por el incremento de la contaminación química con sus consecuencias en salud ambiental. Además, un futuro impredecible aparece por la elusiva viabilidad y sustentabilidad de la transgénesis. En particular por la ausencia de discusión acerca de las incertidumbres del procedimiento tecnológico y por el silencio de la mayoría de la comunidad científica acerca de las consecuencias de intervenir el delicado natural equilibrio evolutivo de los genomas. Sabemos demasiado poco para jugar a crear naturalezas alternativas o pensar en acelerar o desviar procesos evolutivos con impunidad. (GMO Myths and Truths June 2012).
Ahora el glufosinato
Pero hay un aspecto interesante a considerar en lo inmediato en la Argentina, es que 5 de esos 10 eventos transgénicos aprobados, 3 de maíz y 2 de soja, combinan la resistencia al glifosato con otra al glufosinato de amonio (un bloqueante de la síntesis del aminoácido glutamina) para reforzar los efectos de aquel. La necesidad de asociar en las nuevas semillas el glifosato con el glufosinato, da cuenta de las inconsistencias de la tecnología de los transgénicos tanto en su construcción y como en su comportamiento en el tiempo. Sin embargo se sigue huyendo hacia delante intentando remediar las debilidades conceptuales de la tecnología transgénica, con soluciones que tienden a ser cada vez más peligrosas.
En Alemania no, afuera sí
Llamativamente Bayer, el segundo mayor productor de pesticidas del mundo, recientemente anunció que retirará del mercado los pesticidas más peligrosos de la clase 1. En ese marco, la organización Coordinación contra los peligros de Bayer, pidió que se retirara de todo el mundo la venta del herbicida a base de glufosinato (Liberty) que ya ha sido clasificado como peligroso por provocar malformaciones e incluido en la lista de 22 pesticidas que van a desaparecer del mercado en base de la nuevas normas de la Unión Europea. Quizás por eso hace poco menos de un año Bayer retiró a Liberty del mercado alemán. Aunque también, hace casi tres años, Bayer inauguró en Huert cerca de Colonia, Alemania, una planta de glufosinato para exportarlo a países fuera de la Unión Europea. Es la muestra de las políticas de las transnacionales hacia los países proveedores de transgénicos como el nuestro, que en un año aprobó 5 semillas resistentes a la combinación glifosato-glufosinato. (nota de prensa de Coordinación contra los peligros de Bayer, “Bayer retira del mercado pesticidas letales”, 2011 y Documento de la European Food Safety Authority Científica Report, paginas 13 y14, 2005, http://www.efsa.eu.int).
Efectos
Es lógico pensar que las nuevas semillas complicarán el panorama de los impactos en salud animal y humana. El glufosinato en animales se ha revelado con efectos devastadores. En ratones el glufosinato produce convulsiones, estimula la producción de óxido nitroso y muerte celular en el cerebro. Con claros efectos teratogénicos se han descripto hipoplasia (reducción o pérdida) del prosencéfalo, arcos branquiales y extremidades con o sin tubo neural abierto. Todos indicios de un serio compromiso del desarrollo normal del neuroepitelio y probablemente de las crestas neurales. (Watanbe and Iwase, Teratogenesis, Carcinogenesis and Mutagenesis 16: 287-299, 1996).
Privatización del conocimiento
La adopción por parte del cientificismo productivista de encontrar en la tecnología una virtud inmanente, responde a un modelo de ciencia que en verdad está dirigido desplazar reflexión y critica sobre la modernidad y fragmentar la propiedad social del conocimiento para privatizarlo. La financiación de ciencia y tecnología con inversiones estatales como las otorgadas al grupo Sigman para la fabricación de vacunas o anticuerpos monoclonales son producto de un “capitalismo del conocimiento” presentado como resguardo de la autonomía nacional. Pero que en verdad está dirigida a naturalizar y afianzar mecanismos de apropiación por la corporaciones y sobre todo lograr para ellas el control del desarrollo del conocimiento.
Andrés E. Carrasco
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