Llamazares se supera: ataca a Vox diciendo que son “de casa grande” y “largos apellidos”
PRESIONE "MAS INFORMACION" A SU IZQUIERDA PARA LEER EL ARTICULO
Dije anteayer que Twitter es la perdición de los bocazas,
y un día después el diputado y excoordinador de Izquierda Unida ha
tenido la amabilidad de confirmar mi tesis. Ayer Llamazares decidió
meterse con Vox y lo hizo con un tuiteo con el siguiente texto: “Son de casa grande, largos apellidos, pero de piel muy fina”. Acabáramos:
ahora resulta que para el político de ultraizquierda es malo tener
largos apellidos, una casa grande o incluso la piel fina.
Twitter es la perdición de los bocazas
Llamazares pidió ‘humanidad’ para el etarra Bolinaga, pero se la niega al Padre Pajares
¿Perdió Llamazares frente a Cayo Lara por tener un apellido más largo?
El problema de esta nueva columpiada del logroñés es que no hace
falta discurrir mucho para observar cómo le sale el tiro por la culata.
Si apellidarse Iruretagoyena o Arrizabalaga le hace a uno más criticable
que apellidarse López o Moa, ¿no será también más criticable un Llamazares que un Abascal, una Seguí, un Quirós o un Tarrío?
Y recopilo así de memoria algunos apellidos que conozco de personas que
militan en Vox, empezando por su secretario general. Desarrollando un
poco más la curiosa tesis del diputado izquierdista, ¿perdió don
Gaspar su puesto de coordinador de IU porque a sus correligionarios
comunistas le parecía más revolucionario un Lara (don Cayo) de 4 letras
que un Llamazares de 10?
La ‘casa grande’ de don Gaspar: más de 300.000€ de patrimonio y más de 80.000€ de ingresos como diputado
Lo de la “casa grande” tiene también su miga. ¿Se ha dedicado don Gaspar a revisar y medir la superficie de los domicilios de los miembros de Vox, acaso?
¿O simplemente se ha dejado llevar por sus prejuicios? Para el
maniqueísmo izquierdista, ser derechas es sinónimo de “rico”. El
izquierdista es, por narices, de la clase proletaria. Sin embargo, en su declaración de bienes en el Congreso Llamazares
reconoce un patrimonio de más de 300.000 euros (más de 50.000 millones
de pesetas), y eso sin contar su piso en Asturias, con un valor catastral de más de 43.000 euros. Añadamos a eso los más de 80.000 euros brutos que cobra al año como diputado,
de los que sólo declara 59.432,52, pues lo demás -que ingresa en
concepto de indemnización por presentarse por Asturias- está exento de
tributación. En resumen: todo un representante de eso que algunos
acuñaron en su día como la “izquierda caviar”. Y es que caray, don Gaspar: yo soy de derechas, pero a su lado, parezco un perroflauta desarrapado (sólo me faltan las rastas).
Lo más interesante del patrimonio de don Gaspar es ver cómo lo justificó en 2011: Llamazares dijo que su elevado patrimonio “no dice nada sobre nadie”. Claro que no, hombre. Lo que dice mucho de una persona es tener una casa grande, un apellido largo o la piel fina, ¿no?
El secretario general de Vox muestra la enorme mansión de su abuela
No puedo evitar referirme a la contestación que le dio anoche Santiago Abascal a Llamazares, recordándole que el apellido del secretario general de Vox es más corto que el suyo y mostrándole una foto del palacio nobiliario en el que nació su abuela (gallega, por cierto):
Además de una mansión tan enorme, seguro que la señoriña tenía un
apellido larguísimo y una piel finísima, como toda la gente de Vox,
claro.
En fin, no puedo hacer menos que agradecer a Llamazares los
enormes esfuerzos que nos ahorra a todos los que creemos que su
ideología es un disparate de principio a fin. Cuanto más
tuitea, más daño le hace a IU con sus bobadas y menos energías tenemos
que emplear en contestarle a él y a su formación de ultraizquierda.
¡Gracias, don Gaspar, de corazón