ES O NO LO MISMO
y con mas complicaciones
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Demasiadas fintas y resbalones de Daniel Scioli
Desde abajo, y de ese remoto lugar es el manipular de los y esa línea de poder
que manejan los intendentes, Daniel Scioli parece haber comenzado a
experimentar los tramos más difíciles de su estrategia compensatoria de un pro
kirchnerismo previo a las PASO de una toma de distancia de la presidenta,
inmediatamente después de estas y hasta el comicio de Octubre
Los costos de la consagración como candidato si al para las PASO y el
consiguiente desplazamiento de Florencio Randazzo dejándole el campo libre,
comenzaron a tener vigencia a través de la lista dos con notoria preferencia por el camporismo y, de hecho, significaba
un muro de distancias entre él y sus soportes municipales.
Con Carlos -erpiano- Zannini a la zaga
y en condiciones escasas de ejercer una vía inhibitoria inmediata, el candidato
- que será consagrado con seguridad como oficial el 9 de
Agosto del Frente para la Victoria, ha comenzado a intentar dar algún tipo de
respuesta a ese condicionamiento de
las bases que podrían manipular con éxito la reorientación de un voto hacia
otros candidatos empantanando sus esperanzas de avanzar electoralmente hacia el
medio Octubre.
El mensaje contenido central intenta subrayar su pertenencia al peronismo,
desde La Rioja se exhibió ante esas apremiantes cadenas de punteros e
intendentes, como el hombre solidario por excelencia al tratar de atravesar una
pantalla de fuego - con los riegos de
quemarse intensamente - al reconocer
su amistad, su reconocimiento personal, su modo de pertenencia a la
"maldita década del 90" y, por lo tanto, políticas contrarias a
la línea actual a la que pertenece como la defendida por Domingo Felipe
Cavallo: "El - Carlos Saúl Menem - creyó en mí" y además "me
abrió las puertas y me hizo" como político.
El esfuerzo parece
haber sido medido ya que el propio Menem, últimamente, es reconocido como un
aliado del kirchnerismo en el Senado.
Pero el valor distintivo para quienes pueden recibir el mensaje consiste en
haber reconocido su pertenencia no solamente por la etapa accidental presente,
el no haber entendido su brazo hasta el lapso "neoliberal tan
condenable".
Por encima de las características ondea notoriamente la pertenencia formal y
directa al peronismo, de manera que no quedan muchas dudas respecto de su
informal - aunque manifiestamente activa si se da crédito a los susurros que proceden de la intendencia
de La Matanza -, compromiso con la fórmula para la gobernación
bonaerense, integrada por Julián Domínguez y Fernando Espinoza.
El mensaje llega a
punteros e intendentes, junto al recuerdo de las fuertes diatribas del
candidato a vicegobernador de la otra fórmula encabezada por Aníbal Fernández,
el jefe del centro de control y censura periodístico de la AFSCA, Martín
Sabbatella, una de las expresiones terminantes de la opción presidencial por un
aparato distinto y que logre controlar al peronismo.
Para rodear este conjunto de situaciones y no alcanzan sino excepcionales
manifestaciones retóricas, Scioli sea
válido de los únicos soportes que le permitieron perforar los límites de la
provincia de Buenos Aires, rodeándose -también en La Rioja- de media docena de
gobernadores que, para la oportunidad, debieron prescindir del mendocino
Francisco – “Pancho”·- Pérez, uno de sus primeros puntales. con el sanjuanino
José Luis Gioja, debido a la derrota de alianza entre radicales, macristas,
demócrata mendocinos y massistas.
Resulta evidente, sin
embargo, que la presencia de gobernadores no alcanzó el nivel que el propio
Daniel Scioli pretendía hace algunos meses, quizás como resultado, justamente,
del progresivo y creciente deterioro que el kirchnerismo experimenta y que sólo para casos como el del salteño Juan Manuel
Urtubey, y el todavía no puesto a prueba tucumano José Alperovich, todos ellos
presentes alrededor suyo y a un costado
de Zannini, en La Rioja, tienen como característica común haber cumplido
con muy reciente toma de distancia del gobierno central kirchnerista.
No cabe la menor duda de Zannini
no parece proclive a dar la cara en un enfrentamiento con la cabeza de la
fórmula, pero de la misma manera y una ingenuidad suponer que permanece cruzado
de brazos y que no hay afianzadas medidas destinadas al contralor uso de la
retórica del gobernador bonaerense
Como para qué - en el idioma a la presidenta - "no se hagan los rulos" con la idea de que Daniel Scioli
puede estar en condiciones de llevar adelante una gestión distinta a la del
kirchnerismo, el propio ministro de Economía Axel Kicillof se encargó de
precisar que "si gana Scioli no habrá cambios".
La afirmación encierra varios notoriamente diferenciados respecto del
poder que puede disponer el gobernador bonaerense.
Kicillof figuró de manera inmediata como el posible segundo término de
su fórmula, algo descartado tras algunos sondeos realizados desde Olivos y,
rápidamente transmitieron la sensación y, en algunos casos los susurros con el
de los contenidos informativos, y que, en realidad, Kicillof estaba pensado
como el futuro ministro de Economía de un Daniel Scioli triunfante.
Una variedad de
especulaciones que tomaron en cuenta la percepción directa respecto de los
ángulos notoriamente conflictivos del equipo de economistas que ha venido
trabajando con el gobernador bonaerense, como la urgencia de contar con una
figura conocida para encabezar la lista de diputados porteños del kirchnerismo,
parecen haber hecho desistir de esta segunda opción para el gobierno de Daniel
Scioli.
Sin embargo, por la vía estricta del precandidato a vicepresidente
Carlos Zannini, la negociación estaría
centrada a esta altura en la posibilidad de un equipo de asesores con
facultades ejecutivas (ya se verá cómo se entienden estas últimas y cómo se
regulan) que estaría conducido por el diputado Axel Kicillof (y diputado desde
ya en la medida en que encabeza la lista y al menos un legislador podrá obtener
con seguridad el kirchnerismo), de manera que las acciones tanto como en
las intenciones del núcleo gobernante se descarta el actual gobernador
bonaerense no tendrá opciones para seguir sus propios rumbos autónomos.