jueves, 7 de abril de 2016

¿PUEDE MORIR LA PATRIA...?


¿PUEDE MORIR LA PATRIA...?



                                                                                                           


Por Mario Bianchetti
Comentario sobre la democracia y sobre la patria, a partir de un lindo poema de Antonio Caponnetto titulado "La vida de la Patria". 


Así canta en versos mayores el autor:




La vida de la patria


“Amar a una persona es sentir que se le dice: tú no morirás”
                                                                        Gabriel Marcel


¿Puede morir la patria como mueren los hombres,
en la noche de un día, en la siesta de un alba;
puede finar enferma, con las visceras rotas
y el crujir de sus huesos partidos a mansalva?

¿Puede morir la patria decrépita, sin pulso,
el semblante sin rasgos de su estampa primera,
puede marcharse a grupas de aflicciones y llagas
como en un redomón que cruzó la tranquera?

¿Se nos ha muerto acaso de previsibles males
- por funeral apenas el cimbrar de un laúd -
o acabó fusilada con la venda en los ojos
en un lampo de sangre por los pagos del sud?

No sabré si es respuesta ver la piedra del Ande,
los viñedos, las dunas, el jarillal nevado,
las tejas y los talas compitiendo en la altura,
la calandria en su horqueta de pasto arrebolado.

No sabré si es respuesta tampoco aquel jinete,
domador del rocío sin buscar recompensa,
las millares de voces que aún cantan nuestras marchas,
esa ochava en San Telmo, por la calle Defensa.

Nunca sabré siquiera si es respuesta el acervo
de frailes y de fieles desgranando latines,
los libros que escribimos, la palabra empeñada,
las familias nutridas de cunas y maitines.

Nada sé si es respuesta, pero sé que estas cosas
están vivas, subsisten, residen, permanecen;
y estas cosas son patria, son la patria de siempre,
empeñada en quedarse cuando todos fenecen.

Son ónticas presencias que vencen el derrumbe,
son materia y son forma de argentinas aldeas,
el tiempo y el espacio del pequeño rebaño
mientras lleguen los cielos junto a las tierras nuevas.

La Ciudad será salva si algún justo la habita,
si el Angel que la abraza no rinde su ballesta,
o un abril imprevisto nos cubra de banderas
la semántica antigua de la palabra gesta.

Pero si ha muerto y dicen, de muerte irreversible,
en la conjura roja del odio y la vesania,
te pedimos Dios Nuestro que nos la resucites
como hiciste hace siglos, una tarde, en Betania.
La calle Defensa a la que se refiere en el poema como uno de los íconos de nuestra nacionalidad, estimado Antonio, así se llama como todos sabemos, por la defensa que hicieron los vecinos de Buenos Aires, cuando las invasiones inglesas. Lo que ellos defendían, era la patria española, de la que todos eran hijos fieles. ¿A qué patria se refiere en el poema? 

Después de la 1º invasión, con los de inca-la-perra presos, la bandera que volvió a ondear en el fuerte, fue la de las Aspas de Borgoña. Esa es la bandera de las Españas, por la cual ofrendaban también su sangre y sus vidas, los habitantes de los reinos y provincias españolas de ultramar. (Esto también incluye a Juan Manuel de Rosas)

Para resumir el comentario al poema, resulta muy interesante que se vea a la patria moribunda -o muerta-; aunque más interesante resulta aún, saber desde cuándo, como facultativo, le reconoce el deceso. ¿En el 13, nos preguntamos?, ¿en el 53?, ¿en 1912?, ¿en 1983?
También nos parece de gran importancia preguntar sobre las causas de la defunción de la patria, pues si fuera por la corrupción de los gobiernos actuales o por el anti-catolicismo reinante (perdón, presidente) o por la subversión misma del orden, ocasionada por la democracia, tal vez podríamos sugerir que hay que fundar una nueva patria en Córdoba, o adherirse al reclamo de la patria "mapuche" o incluso hasta recortarse el pito y aprovechar la volada con los que quieren convertir la Patagonia, en una nueva tierra prometida.

¿O no se hizo algo parecido con España cuando los Borbones estaban en decadencia? ¿No se aliaron los revolucionarios de mayo con los ingleses, para poder "liberarnos"? ¿No recibieron el apoyo británico San Martín y los suyos, por ejemplo, con la flota de Lord Cochrane para "liberar" el Perú? ¿No se reivindicó a indígenas insurrectos como Lautaro o Tupac-Amaru, llamando con sus nombres a logias y embarcaciones de la independencia? ¿No se promovió la iniciación masónica para sumar adeptos a la causa revolucionaria?

Es una pena que hagamos la misma Defensa hasta 1807, nos desentendamos en 1810 y hasta 1983 no podamos volver a ver al enemigo común, desde ese año llamado "democracia". 
¡¿Cómo es posible que se fusile al héroe de la Defensa, se celebre una diabólica Asamblea en el 13, se dicte una perversa Constitución, se promulgue una satánica Ley Saenz Peña y recién podamos ver al enemigo común en 1983!?

Es que se critica la democracia, pero resulta que el primer acto de "soberanía popular" se realizó en 1810, cuando mudaron la sede de gobierno, al cabildo. Un acontecimiento verdaderamente democrático, donde el trono cambiaba su dirección postal a la casa de los vecinos. Si la democracia tiene un debate pendiente, creo que es este.

Estimado Antonio Caponnetto, sus libros sobre la democracia, no pueden dejar de ser un motivo de gran alegría para todos; innegables gestos de valía, donde se atreve a escupir a la cara de uno de los ídolos de este mundo moderno. Pero creo, si me lo permite, que la democracia debe ser denunciada desde su inicio, como se la denunciaba cuando los yankees financiaban insurgentes "independentistas" en Afganistán, Irak, Libia o como la denunciamos cuando los catalanes quieren ser independientes. ¿Por qué cuando se mezcla nuestra historia no se logra ver el mismo esquema?

Si hay una patria que tiene que restaurarse -o resucitar como se pide en el poema-, es España. Estos versos había que haberlos cantado en 1810, ¡"...te pedimos Dios nuestro que nos la resucites..."! ¡Que resucite España, donde las leyes hacían posible la difusión del Evangelio, la vida cristiana, la salvación de las almas! ¡Que resucite el trono, donde se sentaba el gobernante que la Providencia escogía y que por Gracia de Dios, rey era!
Dejemos ya de bregar por una "argentina católica", que es hija de la Revolución Jacobina de Moreno (o que quiso ser hija de la Revolución Girondina de Saavedra), pero que nunca existió, más que como una circunscripción ilegítima para beneficio de la corona anglicana y pirata, contra la que se luchó en la Defensa.