¿PUEDE MORIR LA PATRIA...?
Por Mario Bianchetti
Comentario sobre la democracia y sobre la patria, a partir de un lindo poema de Antonio Caponnetto titulado "La vida de la Patria".
Comentario sobre la democracia y sobre la patria, a partir de un lindo poema de Antonio Caponnetto titulado "La vida de la Patria".
Así canta en versos mayores el autor:
La vida de la patria
¿Puede morir la patria como mueren los hombres,
en la noche de un
día, en la siesta de un alba;
puede finar enferma,
con las visceras rotas
y el crujir de sus
huesos partidos a mansalva?
¿Puede morir la
patria decrépita, sin pulso,
el semblante sin
rasgos de su estampa primera,
puede marcharse a
grupas de aflicciones y llagas
como en un redomón
que cruzó la tranquera?
¿Se nos ha muerto
acaso de previsibles males
- por funeral apenas
el cimbrar de un laúd -
o acabó fusilada con
la venda en los ojos
en un lampo de sangre
por los pagos del sud?
No sabré si es
respuesta ver la piedra del Ande,
los viñedos, las
dunas, el jarillal nevado,
las tejas y los talas
compitiendo en la altura,
la calandria en su
horqueta de pasto arrebolado.
No sabré si es
respuesta tampoco aquel jinete,
domador del rocío sin
buscar recompensa,
las millares de voces
que aún cantan nuestras marchas,
esa ochava en San
Telmo, por la calle Defensa.
Nunca sabré siquiera
si es respuesta el acervo
de frailes y de
fieles desgranando latines,
los libros que
escribimos, la palabra empeñada,
las familias nutridas
de cunas y maitines.
Nada sé si es
respuesta, pero sé que estas cosas
están vivas,
subsisten, residen, permanecen;
y estas cosas son
patria, son la patria de siempre,
empeñada en quedarse cuando
todos fenecen.
Son ónticas
presencias que vencen el derrumbe,
son materia y son
forma de argentinas aldeas,
el tiempo y el
espacio del pequeño rebaño
mientras lleguen los
cielos junto a las tierras nuevas.
La Ciudad será salva
si algún justo la habita,
si el Angel que la
abraza no rinde su ballesta,
o un abril imprevisto
nos cubra de banderas
la semántica antigua
de la palabra gesta.
Pero si ha muerto y
dicen, de muerte irreversible,
en la conjura roja
del odio y la vesania,
te pedimos Dios
Nuestro que nos la resucites
como hiciste hace
siglos, una tarde, en Betania.
Después de la 1º invasión, con los de inca-la-perra presos, la bandera que
volvió a ondear en el fuerte, fue la de las Aspas de Borgoña. Esa es la bandera
de las Españas, por la cual ofrendaban también su sangre y sus vidas, los
habitantes de los reinos y provincias españolas de ultramar. (Esto también incluye
a Juan Manuel de Rosas)
Para resumir el comentario al poema, resulta muy interesante que se vea a
la patria moribunda -o muerta-; aunque más interesante resulta aún, saber desde
cuándo, como facultativo, le reconoce el deceso. ¿En el 13, nos preguntamos?,
¿en el 53?, ¿en 1912?, ¿en 1983?
También nos parece de gran importancia preguntar sobre las causas de la
defunción de la patria, pues si fuera por la corrupción de los gobiernos
actuales o por el anti-catolicismo reinante (perdón, presidente) o por la
subversión misma del orden, ocasionada por la democracia, tal vez podríamos
sugerir que hay que fundar una nueva patria en Córdoba, o adherirse al reclamo
de la patria "mapuche" o incluso hasta recortarse el pito y
aprovechar la volada con los que quieren convertir la Patagonia, en una nueva
tierra prometida.
¿O no se hizo algo parecido con España cuando los Borbones estaban en
decadencia? ¿No se aliaron los revolucionarios de mayo con los ingleses, para
poder "liberarnos"? ¿No recibieron el apoyo británico San Martín y
los suyos, por ejemplo, con la flota de Lord Cochrane para "liberar"
el Perú? ¿No se reivindicó a indígenas insurrectos como Lautaro o Tupac-Amaru,
llamando con sus nombres a logias y embarcaciones de la independencia? ¿No se promovió
la iniciación masónica para sumar adeptos a la causa revolucionaria?
Es una pena que hagamos la misma Defensa hasta 1807, nos
desentendamos en 1810 y hasta 1983 no podamos volver a ver al enemigo común,
desde ese año llamado "democracia".
¡¿Cómo es posible que se fusile al héroe de la Defensa, se
celebre una diabólica Asamblea en el 13, se dicte una perversa Constitución, se
promulgue una satánica Ley Saenz Peña y recién podamos ver al enemigo común en
1983!?
Es que se critica la democracia, pero resulta que el primer acto de "soberanía popular" se realizó en 1810, cuando mudaron la sede de gobierno, al cabildo. Un acontecimiento verdaderamente democrático, donde el trono cambiaba su dirección postal a la casa de los vecinos. Si la democracia tiene un debate pendiente, creo que es este.
Estimado Antonio Caponnetto, sus libros sobre la democracia, no pueden
dejar de ser un motivo de gran alegría para todos; innegables gestos de valía,
donde se atreve a escupir a la cara de uno de los ídolos de este mundo moderno.
Pero creo, si me lo permite, que la democracia debe ser denunciada desde su
inicio, como se la denunciaba cuando los yankees financiaban insurgentes
"independentistas" en Afganistán, Irak, Libia o como la denunciamos
cuando los catalanes quieren ser independientes. ¿Por qué cuando se mezcla
nuestra historia no se logra ver el mismo esquema?
Si hay una patria que tiene que restaurarse -o resucitar como se pide en el
poema-, es España. Estos versos había que haberlos cantado en 1810,
¡"...te pedimos Dios nuestro que nos la resucites..."! ¡Que resucite
España, donde las leyes hacían posible la difusión del Evangelio, la vida
cristiana, la salvación de las almas! ¡Que resucite el trono, donde se sentaba
el gobernante que la Providencia escogía y que por Gracia de Dios, rey era!
Dejemos ya de bregar por una "argentina católica", que es hija de
la Revolución Jacobina de Moreno (o que quiso ser hija de la Revolución
Girondina de Saavedra), pero que nunca existió, más que como una
circunscripción ilegítima para beneficio de la corona anglicana y pirata,
contra la que se luchó en la Defensa.