CAPÍTULO XXXII
VÍCTOR HUGO MORALES,
LA EXTRAÑA CONVERSIÓN DE UN ANTI K
“Poderoso caballero es don dinero”. Francisco de Quevedo
1. Todo hombre tiene su precio[1]
Esta frase, atribuida a Napoleón
Bonaparte, significa que todos, quien más quien menos, adolecemos de
cierta debilidad o debilidades de carácter, que nos tornan vulnerables a
cualquier oferta que se nos haga, debido a que no tenemos integridad
moral, por razón de la fragmentación del Yo.
Cuenta la historia que hay
infinidad de santos que soportaron las más fuertes tentaciones, pero que
en un instante determinado cedieron a inocentes insinuaciones
pecaminosas.
Lo que sucede es que fueron
tentados por lo que todos tenemos y que se denomina “núcleo de ensueño”,
que no es otra cosa que yoes que poseen la característica de ambicionar
o codiciar ciertas cosas, sean éstas concretas o abstractas, como
valores, conductas, sentimientos, honras, fama, etc. o concretas, poder,
lujo, objetos, personas, etc.
Todos tenemos deseos insatisfechos, que hacen presión sobre nuestra conducta para ser cumplimentados.
Entonces, si alguien, con ciertos
deseos insatisfechos, encuentra a alguien que les propone que obtendrán
un beneficio si ceden a la tentación, inexorablemente, “transan” y de
esa manera sucumben ante su núcleo de ensueño, satisfaciendo de esa
manera, la cosa ambicionada.
De allí los actos de corrupción,
malversaciones varias, fraudes, etc. Tenemos que conocer cuáles son
nuestros núcleos de ensueño, para poder vencer las tentaciones que nos
acechan, cuando cedemos a su influjo.