LO QUE FALTABA: ORINADORES DE ALTARES
Anoticiados estarán los lectores del acto sacrílego y vandálico
realizado por estudiantes del Nacional Buenos Aires, que hacen una de
las acostumbradas tomas, esta vez por solidaridad con otros que realizan
otras tomas en otros colegios por temas que francamente a los efectos
de relatar esto, carece de importancia en lo mas mínimo y por ello ni
vamos a referirnos a esos hchos que determinaron la o las tomas
referidas.
El Colegio Nacional de Buenos Aires que pertenece a la UBA, fue antes
de ayer el colegio San Carlos de la orden de los Jesuitas y la iglesia
existente pared por medio lo era también del colegio. Por salir de él
parte de la clase dirigente de Argentina se le llamó el Colegio de la
Patria. A mediado del Siglo XX, en los 50 y 60, fue copado por la
izquierda que creía candidamente que copando ese Colegio tendría forma
de colocar a sus mini-agitadores en posiciones espectables sociales y
políticas. Como consecuencia, tiempo después la institución se convirtió
en un semilleros de terroristas castristas y marxistas de diferente
pelaje. Hoy es el templo de la contestación estudiantil grotescamente
apañada por los padres de los alumnos y el silencio cobarde de las
autoridades progresistas ( las que no son del mismo talante que los
alumnos.)
Lo cierto es que en el día de ayer e ingresando clandestinamente a la
Iglesia, varios estudiantes que mantenían la toma, pintaron el piso del
mismo frente al altar mayor con frases del bocabulario ateista- zurdo,
he hicieron sus necesidades biologicas arriba de altares secundarios del
templo, sin ningún motivo que no fuera el odio irracional de estos
personajes.
Los medios de comunicación, al menos los que aun les queda una pizca de
sentido común incineraron públicamente a estos pichones de Bakunin. Nosotros desde aquí los execramos de manera absoluta, esperando
que por ejemplo el INADI tome cartas en el asunto (para darnos a
entender que no solo sirve para defender marxistas, judíos y maricas) o
que haya un fiscal con huevos que denuncie a esta gente (a pesar que sean menores).
Pese a la indignación que nos embarga instamos a los camaradas y amigos -
habida cuenta del repudio que cosecharon estos delincuentes- a
observar atentamente la situación y no querernos hacer los cruzados, pues inmediatamente ello desplazaría la atención sobre los nazis de siempre (ya
el rector de la UBA salio a decir que los agresores eran igual a los
nazis) y victimisaria a los autores de estos hechos repugnantes, eso
pretendería la aborrecible partidocracia que ha guardado silencio o ha
dicho muy poco, por solidaridad con los profanadores o para que no se
les escapen los votitos de los menores de 16.