Mirando pasar los hechos
GATO FUNDADO
El
secretario de Seguridad Nacional ha reconocido que las fuerzas respectivas no
pueden imponerse en la lucha contra el narcotráfico, fundándose en una frase
del narcoterrorista jefe del cártel de Medellín Pablo Escobar. Al decir “que no
hay posibilidad de que la persecución policial pueda contra el narcotráfico y
es verdad, porque la lucha planteada tradicionalmente desde Nixon para acá es
“la guerra del gato y el ratón"; recordó el funcionario por radio
Rock&Pop. Declinación gatuna -al revés del cuento de los Prim- explicada
por la confesión de otra fuente oficial, que nuestro país está al tope del
narcotismo en todos sus escalones. Desde la elaboración a la distribución y
consumo de las drogas. Hasta ese punto los metecos usurpadores han hundido al antiguo
modelo de justicia y seguridad, refugio y amparo famoso en todo el mundo.
Como
consignara un juez federal de Salta, decir que la Argentina es un país de
tránsito de drogas pertenece a la “leyenda urbana”, ya que cada vez hay más
consumidores. Incremento de la drogadicción reconocido incluso por el más alto
nivel internacional. En tanto no faltan las iniciativas concurrentes al más
cómodo comercio… mediante las despenalizaciones. Mientras el flagelo diezma a
los sectores más jóvenes y menos protegidos. Otra delicia no sólo ya de la
década feliz, sino de la gloriosa restauración democrática.
Como
elucubrara desde la máxima altura judicial el ministro garantista por
excelencia (cfr. La Nación, 5 de junio de 2012), un remedio para rehabilitar a
los consumidores de drogas pesadas consistiría en ofrecerles una beca de
estudio. Con tal bagaje de sabiduría respaldando la ocurrencia, se adelantó a
reafirmar el rechazo a las penalizaciones. Una clara muestra de la absoluta
postración cerebral al más alto nivel, que explicaría el actual pesimismo del
Secretario de Seguridad. Cualquiera sabe que para consumir una droga hay que
obtenerla; algo que solamente puede lograrse recurriendo a los proveedores…
conectados al narcotráfico.
LOCO ENOJADO
En
medio de trágicas jornadas, una luz se abre paso en Venezuela. El tirano
enceguecido ha desatado la represión violenta, sin reparar que con ello
comienza la aniquilación de su tiranía. Para colmo salió a hablar con el
desenfado de siempre, manoseando lo más sagrado como un santurrón borracho,
siguiendo la táctica hipócrita del modelo cubano. Hasta desafiar incluso al
heroico adversario recién encadenado. Y -valga la repulsión al mencionarlo- se
le ha sumado en nuestro suelo otro enloquecido, veterano funcionario y rico
piquetero, pidiendo el asesinato de Leopoldo López. Se ha formulado contra él
la denuncia penal respectiva, pero ya se conoce su indemnidad, desde que
forzara una dependencia policial.
De
cualquier modo nadie niega que se está abriendo una perspectiva muy inquietante
para el régimen tiránico…
Casimiro
Conasco