Milani, el capo de las mafias cristinistas, opera contra los opositores y “traidores”
Las mafias cristinistas están operando a todo ritmo y en esta semana
le dieron un “correctivo” a Mauricio Macri cuando éste les dijo a sus
dirigentes que exploraran una alianza con UNEN en la legislatura porteña
dejando de lado a sus hasta ahora aliados K, en lo que se denominó el
“pacto del real estate“. Éste consistía en que se votaba un
proyecto inmobiliario para el macricaputismo y otro para los
cristinistas y este acuerdo era pari passu, es decir, una obra
pública para un espacio y al mismo tiempo y en forma simultánea otra
obra pública para el otro espacio. Pero como ahora el PRO está lanzado a
la carrera presidencial decidió dejar de lado sus acuerdos con el
kirchnerismo de capital. Justamente, el PJ porteño tendrá internas para
la elección de autoridades en abril próximo y Víctor Santamaría tiene
chances de ganarle a La Cámpora apoyado por Daniel Scioli. Este cambio
de aliados enojó al cristinismo y especialmente a La Cámpora, algunos de
cuyos dirigentes visitaron al Jefe del Estado Mayor del Ejército
General César Milani.
¿Agente encubierto?
Como resultado de esas reuniones, en pocas horas le tiraron al jefe
de gobierno un muerto en el Parque Indoamericano con ocupación de
tierras incluida y le habrían demolido además un edificio que estaba en
mal estado, donde murió un obrero de la construcción. Pero como viene
ocurriendo desde la tragedia de Once, las rebeliones policiales de
diciembre y otros hechos sangrientos, para el cristinismo los muertos
provocados por negligencia criminal u originados en negociados pasaron a
ser un número.
También hubo casos de violencia contra los propios, a los cuales el
gobierno les tiene desconfianza. Así fue que el auditor Javier Fernández
no acompañó la reforma de la justicia que pregonaba la presidente y su
auto -con él adentro- fue baleado en el barrio de Colegiales. Fernández
es uno de los operadores más importantes del oficialismo en la justicia,
especialmente para Julio de Vido, y fue el que convocó al estudio del
ex sushi Darío Richarte y Diego Pirota para que defendieran a
Claudio Uberti y Amado Boudou. Un sector de inteligencia de la Policía
Federal que no responde al gobierno se interesó en investigar este
atentado y llegó a la conclusión de que los autores materiales eran una
banda mafiosa que respondía al ex intendente de José C. Paz, Mario
Ishii. Éste habría sido secuestrado algunas horas, hecho que conoce muy
poca gente. En ese secuestro express, Ishii habría cantado más que
Pavarotti. En esas circunstancias habría confesado que él mandó a esos
bandidos por encargo de Carlos “el Chino” Zannini, Secretario Legal y
Técnico de la Presidencia y del general Milani, con la intención de
amedrentar a Javier Fernández porque no apoyaba la colonización de la
justicia. El caso es que los teléfonos del hoy senador provincial Ishii
fueron pinchados por varios servicios de inteligencia y en una grabación
telefónica éste, hablando con Raúl Othacehé, intendente de Merlo, le
habría dicho: “Che, me enteré de que vos le armaste el robo a Massa en
su casa junto con el amigo Milani”. A esto, el mandamás de Merlo habría
contestado: “Pelotudo, esas cosas no se hablan por teléfono”, y le
cortó.
Hace poco, cuando Othacehé se pasó al Frente Renovador, a la reunión
con Massa llevó una videocámara y lo grabó al líder del Frente Renovador
cuando lo indujo a descalificar a su referente, Gustavo Menéndez, que
obtuvo el 34 por ciento en la elección de Merlo en octubre pasado. Unos
días antes de la elección, la hermana de Menéndez tenía en una bolsa el
dinero para pagarles a los fiscales para la elección legislativa, cuando
entraron al local dos jóvenes parecidos a los watichurros y les robaron
a la pobre mujer toda la plata. Y cuando el 10 de diciembre Othacehé
asumió nuevamente como intendente, una patota suya golpeó a Menéndez y
su hermana. Al enterase Menéndez de que Massa lo rifó en un video que
Othacehé mandó a publicar, se reunió con su íntimo amigo y ganador de
Quilmes, Walter Queijeiro, y recibieron la solidaridad de Jesús
Cariglino, el intendente de Malvinas Argentinas. Fuentes de la
bonaerense aseguran que el conflictivo intendente de Merlo sería una
especie de “agente encubierto” del capo di tutti i capi, general
César Milani, que le habría proporcionado los medios técnicos para
grabar su conversación con Massa. Todos estos episodios demuestran que
el general Milani, con su banda mafiosa de la primera sección electoral,
realiza operaciones de inteligencia -con violencia incluida- contra los
opositores al cristinismo. Ahora, finalmente empezaron a operar en la
ciudad de Buenos Aires con la ocupación del Parque Indoamericano.