Un cartel de publicidad en Barcelona usando del derecho a la libertad
de expresión exhorta a los ciudadanos a posicionarse a favor y a
practicar la pedofilia.
Estos son los resultados del liberalismo…
Primero se aplaudió en virtud de la libertad el sexo fuera del matrimonio y la propaganda pornográfica. Hoy ya es algo “normal” entre la población.
Luego se dijo que el concepto de familia con un matrimonio sacramentado entre hombre y mujer era algo arcaico.
Hoy en virtud de la tolerancia se miran como normales a las parejas de
homosexuales con hijos adoptados (pues por naturaleza son incapaces de
tenerlos) y a las “familias” monoparentales de padres divorciados.
Más tarde se recibió con los brazos abiertos el derecho a abortar en virtud de la propiedad privada del cuerpo. Hoy también es algo “normal” entre la gente.
Y ahora, como siguiente paso natural volviendo
a exaltar una libertad y tolerancia desenfrenadas y relativistas
propias del liberalismo, se pretende comenzar, aunque tímidamente y sin
amparo legal por el momento, a adoctrinar sobre la pedofilia.
Tiempo al tiempo conseguirán también desdibujar la conciencia moral de
las personas sobre el bien y el mal en este asunto para que lo vean con
toda normalidad.
La obra del demonio siempre va a más si no se la para…
Mantenerse en la pureza y el bien (Exhortación de San Pedro):
“Hace mucho que el juicio los amenaza y
la perdición los acecha. Porque Dios no perdonó a los ángeles que
pecaron, sino que los precipitó en el infierno y los sumergió en el
abismo de las tinieblas, donde están reservados para el Juicio. Tampoco
perdonó al mundo antiguo, sino que desencadenó el diluvio sobre una
tierra poblada de impíos, preservando sólo a ocho personas, entre ellas a
Noé, el heraldo de la justicia. También condenó a la destrucción y
redujo a cenizas a las ciudades de Sodoma y Gomorra, para que sirvieran
de ejemplo a los impíos del futuro.
En cambio, libró a Lot, el justo, que
estaba afligido por la conducta licenciosa de esos hombres sin ley;
porque teniendo que vivir en medio de ellos, su alma de justo se sentía
constantemente torturada por las iniquidades que veía y escuchaba. El
Señor, en efecto, sabe librar de la prueba a los hombres piadosos, y
reserva a los culpables para que sean castigados en el día del Juicio,
sobre todo, a los que llevado por sus malos deseos, corren detrás de los
placeres carnales y desprecian la Soberanía. Estos hombres audaces y
arrogantes no tienen miedo de blasfemar contra los ángeles caídos.
Mientras que los ángeles superiores en fuerza y en poder no pronuncian
ningún juicio injurioso contra ellos en la presencia del Señor. Pero
ellos, como animales irracionales, destinados por naturaleza a ser
capturados y destruidos, hablan injuriosamente de lo que ignoran, y
perecerán como esos mismos animales, sufriendo así el castigo en pago de
su iniquidad”