Explicación del por qué las personas defienden el sistema politico Corrupto y Criminal
En este sentido, Kay y Friesen ponen un ejemplo muy claro: antes de los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, las valoraciones de las encuestas populares sobre el entonces presidente de Estados Unidos,George W. Bush, estaban por los suelos.
Pero cuando los aviones se estrellaron
contra el World Trade Center, enseguida aumentaron las valoraciones
sobre el presidente. Según los investigadores, esto se debe a que, en
tiempos de crisis, la gente quiere creer que el sistema funciona.
Dependencia e imposibilidad de escapar
En segundo lugar, las personas también
tienden a defender los sistemas si dependen de ellos. Esto quedó
demostrado en uno de los experimentos revisados por Kay y Friesen, en el
que se hizo que una serie de estudiantes se sintieran dependientes de
su universidad.
Una vez alcanzada esta situación, los
estudiantes defendieron las políticas de financiación de sus
universidades, a pesar de que desaprobaron las mismas políticas cuando
éstas provenían del gobierno, situación que no les afectaba
directamente.
En tercer lugar, si sentimos que no
podemos escapar de un sistema, nos adaptamos, aseguran los
investigadores. Para hacerlo, desarrollamos sentimientos de aprobación
hacia situaciones que, de otra manera, consideraríamos indeseables.
Para ilustrar este punto, los autores
hacen referencia a un estudio en el que se dijo a una serie de
participantes que los salarios de los hombres en su país eran un 20%
superiores a los de las mujeres.
En lugar de reconocer esta situación
como injusta, aquellos participantes que sentían que no podían emigrar
del país o cambiar de situación señalaron que la diferencia salarial
tenía su origen en diferencias innatas entre los sexos, no en una
deficiencia del sistema.
Control personal y sumisión
Por último, en cuanto al control
personal, los investigadores afirman que cuanto menos control tenga un
individuo sobre su propia vida, más apoyará a su sistema y a sus
líderes, porque éstos le aportarán un sentido de orden.
La investigación sobre la justificación
del sistema podría explicar porqué las poblaciones a menudo no se alzan
contra situaciones que dañan sus propios intereses.
En este sentido, Kay señala que “si se
pretende comprender cómo conseguir que se produzcan cambios sociales, se
deben entender las condiciones que hacen que la gente se resista a esos
cambios, y los factores que podrían hacer que la gente admitiese que
dichos cambios son necesarios”. Sin dejar de tener en cuenta que, cuando
la gente tiene que soportar un sistema y cuanto peor se encuentra
dentro de éste, más propensa es a justificar hábilmente sus
deficiencias, en lugar de rebelarse.
Recientemente, hemos hablado en Tendencias21 de los resultados de otra investigación
de Aaron C. Kay, en la que se constató que las personas menos
informadas sobre temas sociales clave, como el cambio climático o la
crisis económica, se sienten felices con esta actitud. Según el estudio,
estas mismas personas serían además las más propicias a confiar en que
los gobiernos pueden solucionar este tipo de problemas.
Visto en : Legnalenja