OTRAS PLUMAS: EX ORBE – TERZIO: Pastoral sodomo-gomorritana
Pastoral sodomo-gomorritana
Decíamos ayer
que la propaganda de los malos llega abundantemente, sin barreras, a
nuestras parroquias. Esta vez no ha sido vía mail, como la propaganda de
las pseudo-clérigas, sino que ahora ha sido por correo-correo, con
sobre, circular y hasta un cartel para poner en el tablón de anuncios
parroquiales.
Vigilia de oración por un mundo sin homofobia
16 de mayo, Viernes a las 21,30
Iglesia de Santa María la Real
c/ San Vicente 62
Iglesia de Santa María la Real
c/ San Vicente 62
El anuncio lleva truco, puesto que, de hecho, el sitio, la iglesia donde se citan los vigilantes,
es la del Convento de los Dominicos (Convento de Santo Tomás, c/ San
Vicente nº 62, Sevilla - 41002). Han puesto, sin embargo, el nombre de
la antigua iglesia del antiguo convento de RR. MM. Dominicas
que existió allí mismo hasta el año 1976, cuando las monjas se
instalaron en un nuevo recinto conventual, en Bormujos, y los frailes
dominicos restauraron y remodelaron el viejo convento de las reverendas
madres para ubicar allí su nuevo convento de la Orden de Predicadores
(residencia y Studium Generale), recuperando el nombre del desaparecido
Convento y Colegio de Santo Tomás.
Es decir, que, salvo para quien lo sepa y esté avisado, los
filo-homo-gays que vayan a la vigilia no sabrán que van al convento de
los RR. PP. Dominicos, los mismos (es un decir) que dirigieron y
gestionaron en la Sevilla del Siglo de Oro las actividades y negocios
del Santo Tribunal de la Santa Inquisición. Vivir para ver y no
recordar. O tempora, o mores.
Por otra parte, la sensibilidad acogedora de los PP. Dominicos es
bastante comprensible dado el sello que el ex-maestro general de la
orden, Fr. Timothy Radcliffe, marcó durante los años de su gobierno.
Lean – para hacerse una ligera idea – este artículo de fray Radcliffe,
muy sugerente: Homosexualidad y sacerdocio. Ergo sicut caput ita membra.
En estos últimos años, muchas congregaciones católicas se han ido
desvelando filo-gays. El aberrante fenómeno comenzó en la gran sentina
de los EEUU, antro madre de la modernidad (como es sabido - y no
reconocido - por toda esa tropa tonto-católica que todavía ruega por la conversión de Rusia y no empeña ni un avemaria por la extinción de yanquilandia). Cosas veredes que no entenderedes.
Hodierna die, la militancia gay-cristiana se ha exportado a
todo el globo con la banderita del arcoíris y demás. En muchos conventos
católicos trasmina el ambiente del arcoíris. Sin ir más lejos, los
franciscanos de Chipiona reciben en la hospedería de su convento (desde
hace ya varios años) a algunos de estos grupos de militancia
gay-católica; en un encuentro que tuvieron en Febrero pasado, aparecía entre los intervinientes un dominico. Aquí lo cuentan (cuidado con la web que es corruptora).
La invasión-infestación homo-que-te-como va viento en popa
(of course!). En la circular de la susodicha convocatoria lo refieren
como un triunfo, todavía insuficiente, con resistencias, pero contando
ya con significativas apoyaturas en la jerarquía:
“…Las Vigilias en los últimos años se han multiplicado y propagado en todo el mundo. En algunas ciudades italianas pudieron celebrarse en templos, destacando el ofrecimiento de una iglesia para celebrar la oración por parte del Obispo de Crémona (Italia), Excmo. Sr. D. Dante Lafranconi. Aunque lamentablemente esto es lo excepcional, pues la mayoría de las Vigilias deben celebrarse en locales o al aire libre ante la negativa de los párrocos a que se hagan en lugares de culto.”
Nosotros, pobres católicos que limosneamos por el amor de Dios la Misa que no nos dejan, ante semejante publicidad degenerada atque degenerante y la ocupación indecente de nuestro espacio católico, esperamos alguna intervención de nuestra Jerarquía.
Si no hacen nada, si callan, si pasan del asunto y dejan que haya vigilia homo-gay, no entenderemos rien de rien y sufriremos otro desengaño traumático. Otro más.
Aunque somos realistas, crudamente realistas, y no nos hacemos ilusiones. Porque bajo el lema francisquista del ‘¿quién soy yo para juzgarles?’ poco bueno nos cabe esperar de nuestros jerarcas.
Conque orate fratres, que es el recurso que parece habérsenos adjudicado en exclusiva:
Videre, tácere et orare tantum.