Cristina no quiere pagarles a los buitres ahora ni en enero

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Fracasó la propuesta de ADEBA de depositar 250 millones de dólares en
el juzgado de Griesa, porque la misma presidente y el ministro de
economía desautorizaron las gestiones del “ala occidental” que encabezan
el presidente del BCRA Juan Carlos Fábrega más Jorge Brito con los
banqueros de ADEBA. La realidad en el fondo es que CFK decidió que la
sentencia es injusta y su monto excesivo, por lo cual no quiere pagarla
ahora ni en enero próximo, cuando finalice la vigencia de la cláusula
RUFO. De este modo les dijo indirectamente a los banqueros locales que
si querían poner de su plata eran bienvenidos pero no si provenía de los
depósitos del público. Distinto sería el caso de que bancos de
inversión con sede en Nueva York les compren a los holdouts los
títulos que originaron la sentencia a los fondos NML y Aurelius. Aunque
Cristina diga que no quiere pagarles a los buitres más de lo que se les
paga a los que entraron al canje, todavía existe la posibilidad de que
cambie su posición, como ocurrió con la confiscación de Repsol-YPF,
diciendo primero que la compañía española debía pagar 10.000 millones de
dólares por daños ambientales. Pero todo terminó en que el gobierno
finalmente les pagó a los ibéricos 5.000 millones de dólares en concepto
de indemnización.
Todo puede cambiar
De ahí que no haya que tomar el discurso de ayer como un dogma
religioso, sobre todo si los bancos internacionales les compraran la
sentencia a los holdouts. Aunque el cristinismo no quiere reconocerlo, el país está en default selectivo y en menos de 90 días puede entrar en cross default
si los bonistas logran impulsar la aceleración de los pagos y exigir la
totalidad del valor de los bonos. De todos modos, riesgos son ahora lo
que sobra: se puede caer el megacontrato con Chevron, peligra el
financiamiento de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa
Cruz y tampoco se podrá utilizar el swap de monedas con China.
Además, la economía puede profundizar su actual recesión y aumentar
exponencialmente el desempleo. Pero evidentemente éste no es el
escenario que prevén la presidente y Axel Kicillof quienes piensan que
pueden lograr incentivar el consumo aumentando los planes sociales y las
jubilaciones, como ocurrió ayer, completando entonces un aumento del
30% frente a una inflación anual del 40%. Pero esta apreciación
optimista del cristinismo puede cambiar si como dijimos se profundiza la
caída del consumo, produciéndose un aumento exponencial del desempleo
que pueda a su vez generar un estallido social. Esto tal vez terminaría
con la dureza actual del gobierno, que esconde su extrema debilidad
porque no tiene chances reales de vencer en las próximas elecciones y lo
más probable es que le reste chances a cualquier candidato oficialista.
En este contexto crecen las posibilidades de que Daniel Scioli rompa
con el gobierno y el Frente para la Victoria en marzo próximo y se
presente como candidato independiente.