Hacia un diciembre negro mientras el gobierno festeja el apoyo al pago soberano
Si bien no se conocen nuevas encuestas que indiquen que el 
cristinismo está subiendo por la decisión de malvinizar el no 
cumplimiento del fallo del juez Thomas Griesa, el gobierno está 
convencido de que sigue sumando un gran apoyo social. Y además piensa 
que los escraches que están manejando las hijas de la Procuradora 
General Alejandra Gils Carbó son representativas de la postura que la 
opinión pública tiene sobre los que sostienen que hay que pagar la 
sentencia de Nueva York. Habría que ver si, luego de Domingo Cavallo, se
 animan a escrachar a algún político importante de la oposición, lo que 
generaría un mayor escándalo del que sucedió hasta ahora. El oficialismo
 está jugando fuerte y quiere mostrar que nunca les pagará a los buitres
 y que ese problema lo deberá resolver el próximo gobierno.
En la cuenta regresiva
La presidente, en su discurso en la Bolsa de Comercio, hizo un relato
 delirante, pues no sólo habló de crear un mercado de capitales propios 
sino que aseguró que la cantidad de tickets en restaurants y comercios 
había aumentado este semestre, esto además de negar el desempleo 
creciente. Mientras hablaba, ella miraba todo el tiempo a Axel Kicillof,
 que asentía con la cabeza. Esto indicaría que el ministro de economía 
le inventa un INDEC a medida a la titular del ejecutivo, que repite como
 un loro las planillas que le confecciona esa cartera. Pero la realidad 
es bien distinta, ya que desde agosto del 2013 a agosto de este año se 
perdieron 500.000 puestos de trabajo y otras 500.000 personas no 
salieron a buscar empleo porque no lo hay. De ahí las 300.000 cuentas 
sueldo que se cerraron, aunque Jorge Capitanich niegue que estos datos 
sean un índice de desempleo. Esos números corresponden a la de pérdida 
de trabajo registrado y habría otros 200.000 empleos en negro que 
también se perdieron. Pero lo peor está por venir, porque todos los días
 se cierran una o dos fábricas haciendo que cientos de familias ingresen
 en el ejército de desocupados.
