¿Kicillof presidente?
¡Una cargada nacional!
El
cristikirchnerismo esta preparanado la última –quizás- cargada nacional, con un
costo económico-financiero y social abrumador; pero “ella” y su “niño mimado”
aún creen que una bestialidad semejante es posible. La burrada se inició cuando
trajeron al “Coqui” y lo incendiaron,
luego lanzaron a Randazzo, Rossi y Uirbarri. Antes en un intento fallido
pretendieron imponer al General Milani, como no cuajó, ahora “la Reina” en su batalla épica contra
los “fondos buitres” descubre “Su Nuevo San Martín (no Brito)” quien
encabeza la pelea contra el imperialismo y el capitalismo genocida. ¿Puede ser
cierto?
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Dicen que
Cristina Fernández quiere postular a Axel Kicillof como "su" candidato a sucederla en 2015. Aunque, la imagen
negativa del ministro de Economía bate récords. Expresiones como las de este
miércoles, sobre la independencia judicial, lo llevan a agigantar la brecha que
lo separa del electorado. Que de ninguna forma se rendirá ante Daniel Scioli,
el mejor posicionado para esa carrera dentro del Frente para la Victoria. Y que
antes prefiere perder en las PASO con un candidato propio. En este caso, el
ministro de Economía. De esa forma, la Presidente apoyaría a un postulante
del denominado
"cristinismo duro" o "de
paladar negro". El ala más radicalizada del oficialismo, que
incluye a agrupaciones como La Cámpora, el Movimiento Evita y Miles, del
procesado –otro más ¿y van?- Luis D'Elía. Será todo un desafío para la Presidente sostener su apuesta.
Porque si bien Kicillof ha ganado poder interno al convertirse en un hombre
central para el Gobierno K, hacia afuera la imagen del ministro dista
de prometer grandes resultados electorales, al menos al día de hoy. Demás
está decir que “muy poco serias resultan las mediciones de opinión pública que difunde el cristinismo, que ubican al
ministro de Economía con una imagen positiva superior al 50%”. Encuestadores
que no responden a la Casa Rosada y que gozan de mayor credibilidad evalúan que la imagen negativa del
ministro supera ampliamente a las apreciaciones positivas. Aunque
haya “cierta aceptación” sobre cómo
ha manejado la pelea con los holdouts, el resultado, un default, se suma a una
serie de fracasos en materia de la economía doméstica que
difícilmente le generen adhesiones al ministro en una eventual elección
presidencial.
No
solamente eso. Las apariciones públicas de Kicillof, donde suele dispara conceptos
agraviantes para todos aquellos que presenten una visión
alternativa al Gobierno, sólo entusiasman al núcleo duro del
cristinismo. Esa porción, minoritaria, de la sociedad que puede acompañar
con cánticos la "gesta
epopéyica" contra los "fondos
buitres" y al mismo tiempo prestar “su silencio cómplice” ante la recesión, el aumento
del desempleo y la inflación por encima del 30%. Son los problemas para los que
Kicillof no encuentra su propia receta. ¡Menos una solución! Hay más. Algunas
de las declaraciones hechas por el ministro de Economía este miércoles 6 de
agosto suponen un boicot a sus supuestas aspiraciones presidenciales. El
ministro “desconoce los principios básicos del republicanismo”,
por ejemplo, “la independencia de los
Poderes del Estado”;  desconocimiento que deviene de todo el arco
político, intelectual y obsecuente del cristikirchnerismo, donde aquella
independencia de poderes es vista como
“un simple recorte del poder cristikirchnerista”, y esto viene de muy
lejos, desde la mismo intendencia de Néstor en Rio Gallegos en los comienzos de
los denostados 90.  Kicillof se quejó de
que el gobierno de USA no presiona a la justicia de su país, algo muy común en
la Argentina. "USA
puede hacerse el tonto, pero el juez Griesa decidió embargar algo que ni
siquiera es nuestro, es de los bonistas", dijo el ministro
sobre las trabas que impuso el juez de Nueva York como parte de su sentencia
desfavorable para el país.
Además, el ministro sugirió
que "el gobierno norteamericano tendría que tomar acciones"
ante la decisión de Griesa ante el freno a los pagos aplicado por el juez
Thomas Griesa.  El ministro parece que no tomó nota de la posición que
adoptó el gobierno de Barack Obama cuando la Argentina llevó el caso de los
holdouts ante la Organización de Estados Americanos (OEA).Los representantes de
USA se abstuvieron de votar una resolución de apoyo a la Argentina e instaron a
su gobierno a respetar la independencia judicial estadounidense  y dejaron
en claro la necesidad de la Casa Blanca de
"no interferir” en los fallos. La independencia judicial “es algo insoportable para el cristinismo”,
que ha intentado, muchas veces con éxito, interferir en la labor de los jueces
y fiscales. ¡Y Kicillof es un muy buen cristinista! Cristina Fernández en su
estado emocional, muy golpeada por la realidad económico social –paros,
marchas, tomas de rutas y calles, despidos, suspensiones, caída brutal de la
recaudación de ANSeS (pase al empleo no registrado en algunos casos, menos
trabajadores en la enorme mayoría)- cree haber encontrado una nueva y santa
epopeya y como bien dice Luis Alberto Romero en “La Nación”: “Con los fondos buitre volvieron los viejos y remanidos discursos
acerca de nuestras victorias, reales o morales, sobre los enemigos de la
patria. Lo mismo que con la Vuelta de Obligado o la Guerra de Malvinas:
perdemos, pero nos dicen que ganamos. Como diría Mafalda: "¡Otra vez sopa!".
El Día de la Soberanía Nacional conmemora “la victoria de 1845 sobre los
ingleses en Obligado”. En rigor, no luchó allí la Nación, que estaba en
pañales, sino la provincia de Buenos Aires, -defendiendo un interés propio, y
fue rotundamente vencida, más allá del enorme valor de las tropas, mayormente
gauchos mal entrenados, y algunos soldados de línea-. Y no fue una victoria,
pues ganaron los ingleses. Con esfuerzo, si se quiere, pero ganaron; sus barcos
pudieron llegar hasta Corrientes y también siguieron bloqueando el puerto de
Buenos Aires. La épica victoriosa se construyó posteriormente, durante el largo
proceso de formación de nuestra nacionalidad y de su historia – la muy falsa y contumaz
Historia de Mitre, repetida por Ibáñez, Astolfi y todos los manuales escolares
argentinos-. Hubo quienes se centraron en
la construcción republicana de Rivadavia, Mitre, Sarmiento y Roca. Otros
eligieron la óptica nacional, popular y antiimperialista, exaltaron a Yrigoyen
y a Perón, y buscaron sus antecesores. Así fueron integrados Rosas o Felipe
Varela, el azote del imperio británico, y la derrota de 1845 fue convertida en
un triunfo de la Nación. Fueron ellos quienes postularon la perenne existencia
de un pueblo nacional unido detrás de un jefe, y denunciaron a sus enemigos, de
adentro o de afuera, conjurados contra la nación y su grandeza. El discurso
engañador y triunfalista de la epopeya de Obligado reapareció en la Guerra de
Malvinas y luego en el actual “combate contra los holdouts” o buitres.”
“En
Malvinas, la Argentina reivindica discutibles razones históricas y geográficas
y a la vez desconoce los derechos de sus habitantes, los “islanders”. Muchos gobiernos
nacionalistas del siglo XX, con criterios territoriales parecidos, llegaron a
extremos como la limpieza étnica. Desde otro punto de vista, vale la pena
recordar que en el siglo XVIII la tradición democrática se fundó en el contrato
político de los individuos y no en la soberanía de los territorios. Estas
cuestiones pueden discutirse razonablemente, como lo hizo la Argentina hasta
1976 y volvió a hacerlo desde 1984. Pero en materia de acciones, en 1982
nuestro gobierno inició una guerra injusta, agrediendo y sometiendo, en nombre
del principio abstracto de la integridad territorial, a un conjunto de personas
pacíficas, con derecho a decidir sobre su destino. El gobierno proclamó
entonces la defensa de los sagrados intereses de la patria y además, la lucha
contra el imperio, la "pérfida Albión", el eterno enemigo. El endeble
argumento no resiste a la prueba de la razón, pero la interpelación resultó
tremendamente eficaz. Basta con recordar la Plaza de Mayo del 2 de abril.
Nuestra cultura política está saturada con estas imágenes y sentimientos acerca
de la nación, su destino y sus enemigos. Se dirá quizá que son los militares o
los peronistas. Pero no es así: ideas similares pueden encontrarse en buena
parte de las fuerzas políticas. En alguna medida, están en la cabeza de todos
nosotros. Por eso son la base para un discurso político de eficacia formidable.
Sólo se necesita la ocasión que lo haga verosímil. Bien usado, logra encolumnar
multitudes detrás de quien se lanza a la batalla contra los grandes poderes y
convence de que la está ganando. Aquella invención de la “victoria de Obligado”
se reiteró con la “Guerra de Malvinas” hasta el 14 de junio de 1982. Fue un día
triste; pero pudo haber sido “el primero de la verdadera liberación” que
necesita la Argentina: acabar con su enano -populista berretizado y falso- nacionalista
y con quienes lo manipulan.”
“No
fue así. Como tantas otras promesas de 1983, ésta se fue desvaneciendo. El
espíritu "malvinero" renació aquí y allá. Muchos pensaron que la gran
culpa de los militares -y sólo de ellos- fue haber sido derrotados. Les
reprocharon el engaño, la ilusión, pero no su nefasta acción. Si hubieran
ganado, o por lo menos alcanzado un resultado honroso, probablemente, los
argentinos les habrían reconocido el mérito, atenuando u olvidando sus otros
crímenes. El ánimo "malvinero" encontró otro tortuoso camino:
recordar a las víctimas de la guerra. Más allá de sus padecimientos
-compartidos con otros miles de argentinos-, se afirma que los combatientes se
sacrificaron por la patria. Es cierto que se sacrificaron. Pero el argumento
sirvió y sirve para convertir la invasión a Malvinas en una causa patriótica,
una guerra justa. Manipulados en la guerra, los combatientes de entonces
vuelven a ser manipulados por el discurso nacionalista. ¿Quién puede asombrarse
entonces de la manera como el actual gobierno trata el asunto de los holdouts? Esta administración no se
caracteriza por negociar bien con los acreedores ni por tener una visión
estratégica: un día se niega a discutir y otro lo concede todo. Así llegamos a
esta situación potencialmente catastrófica. Pero a la vez, en lo que realmente
le importa, el Gobierno está obteniendo éxitos notables. Quizá sean efímeros,
como el de Galtieri y su plaza en 1982, pero no son distintos de los que viene
logrando con sus tandas regulares de anuncios nunca cumplidos. Decidido a vivir
al día y a contabilizar diariamente los puntos de su popularidad, el Gobierno
tomó el asunto de los holdouts
como una ocasión para agitar el nacionalismo y para sumar un nuevo enemigo a su
amplio repertorio de poderes concentrados que conspiran en contra de nuestra
grandeza. En el mundo real, los “holdouts”
son el previsible resultado de las negociaciones de 2005 y 2010, que crearon la
ocasión para obtener legalmente beneficios extraordinarios –y usurarios se debería
decir y aclarar-. El Gobierno los
descalifica por la ganancia desmedida que obtendrán, como si fueran culpables
de aprovechar una pelota que les quedó picando en el área. El mundo no funciona
así. Los fondos buitre no actuaron de manera diferente que la de aquel modesto
abogado de Río Gallegos, quien lucró con la miseria de los afectados por la
resolución 1050”.
“El
Gobierno se ha movido muy bien en su terreno favorito: el discurso. Comenzó por
llamarlos fondos buitre y sacó el tema del terreno de la ley o la economía para
colocarlo en el de la moral; como Tomas de Aquino, habla de usura. También lo
ubica en la conocida saga de la lucha entre la nación y el imperio. Sumando los
dos motivos, el triunfo del Gobierno fue completo, como lo ha sido casi
siempre. Hasta los más decididos opositores adoptaron con naturalidad una
denominación que conduce inexorablemente a la antinomia "patria o
buitres". Todos lo han hecho con una inquietante naturalidad, sin advertir
que, como en el caso de YPF, las palabras llevan a un terreno discursivo ya
marcado, cómodo para el Gobierno y culposo para los opositores. No hubo
cuestionamientos frente a esta manipulación del nacionalismo, que coloca una
cuestión contractual en el ámbito de la moral y de los sagrados intereses de la
patria. La Argentina razonable -se constata una vez más- está floja de
convicciones y de argumentos. En rigor, es el Gobierno quien antepone sus
mezquinos fines políticos a los intereses nacionales. En este aspecto, vale la
pena compararlo con Rosas. Pese a usar ampliamente el recurso de partir al país
en amigos y enemigos, fue muy prudente en su negociación con Inglaterra. El
combate de Obligado le sirvió para mostrar los costos de la "diplomacia de
las cañoneras". Mientras defendía con fuerza la soberanía política, Rosas
mantuvo los vínculos comerciales con Gran Bretaña, base de la prosperidad de
Buenos Aires, su elite, su pueblo y su gobernador. Negoció con obstinación
sobre el bloqueo británico a Buenos Aires, pero con discreción, sin agitar
banderas, o agitando otras, como el tero. Mantuvo su intransigencia hasta
conseguir que, en 1849, los ingleses reconocieran los derechos de la
Confederación sobre los ríos y levantaran el bloqueo. Rosas no confundía los
hechos con las palabras. Carecía de sueños fundacionales o regeneradores. No
creo que la nacionalidad lo conmoviera mucho. En conjunto, no le fue mal.
Podría servir de ejemplo”.
Podemos o no acordar, en
todo o en parte, pero sobre esta “mal supuesta
apopeya épica de Kicillof y sos Bpys”, Cristina Fernández, al igual que
ayer Mitre & Cia. –Sarmiento y muchísimos mal llamados Historiadores
(Felipe Pigna es uno de éstos)- pretenden reanudar la “victoria: ahora contra los holdouts y el imperialismo” en la testa
de Thomas Griesa y del Special Manager designado Mr. Pollack. Cristina
Fernández comparó a Néstor con Perón y a ella misma con “el Padre de la Patria”, antes habían dicho ellos que Carlos Menem
era “el mejor presidente de la historia
Argentina”, y lo hicieron sin sonrojarse siquiera; como ahora ante esta “nueva gesta épica de su administración en
retirada”, no va a querer imponernos, no ya un “continuador”, sino un “libertador”
que concluya su gesta de Soberanía política e Independencia económica.
Soberanía relegada en el intento de la nueva Ley de Hidrocarburos (YPF-Chevron)
que emtre otras barbaridades prolonga las concesiones por 35 años después de su
vencimiento en 2017; y en el “acuerdo”
con Repsol, Marsans y el Club de París, entre varios otros. E Independencia que
se traduce en el gigantesco endeudamiento interno (US$ 240 mil millones ANSeS y
BCRA) y externo por las refinanciaciones de 2005 (Kirchner-Lavagna) y 2010
(Cristina-Boudou) que suman otros US$ 170 mil millones, con recesión absolutamente
consolidada, inflación descontrolada, emisión monetaria de más de $ 400 mil
millones –se agotaron las series de todos los billetes, se emitieron nuevos
modelos (Evita) y ahora se duplican los billetes de $ 100 de Roca con el
agregado de la segunda letra-; todo para intentar sostenerse en medio del “vendaval generado por ella y su niño mimado
Axel Kicillof”, el mismo al que ahora pretende de candidato.¡Una vergüenza!
Pero si
buscamos en los foros y blogs nos encontramos con que “De la lectura de este escrito se desprende información que demostraría
la verdad sobre el “Default” y la falta de acción penal para evitar esta
“estafa deliberada”: “Todo esto fue, y es, una estafa deliberada organizada por
el Gobierno Cristina Fernández –Nacional-, su objetivo fue “hundir la nación”,
frente a una oposición que acompaña, que no quiere ni puede asumir el poder, y
la inutilización total y absoluta del Partido Justicialista –PJ-,
reemplazándolo con candidatos de su propio riñón, debidamente controlados y
comprometidos en todos los “chanchullos” existentes, cómplices y rehenes. Por informaciones
de carácter público se ha tomado conocimiento de las siguientes circunstancias,
las cuales no han sido rechazadas (por los actores del Gobierno
Cristikirchnerista), y que constituyen prueba pública: A.) El asesor legal del
ministerio de Economía declara que no existe ningún plan para enfrentar el
“default”; B). Dante Caputo –ex Canciller Argentino del Gobierno Alfonsín
1983-1989- informa que la cláusula RUFO
no vence el 31 de diciembre del 2014, debido a una ley aprobada por el Congreso
de la Nación (votada por la oposición) que la prorroga : “Ante estas
condiciones, se podría deducir que el gobierno jamás podría esperar a diciembre
o enero para pagarle a los fondos buitres, porque el mismo gobierno se inventó
una cláusula RUFO eterna”. – See more at: http://periodicotribuna.com.ar/
15452-realmente-se-negocio-con-los-buitres.html#sthash.zYLfvNMp.dpuf-  “y lo
que no se compadece, o si, es por qué no se deroga la Ley 26.886, que prorrogó
la cláusula RUFO, que había vencido el 31 de diciembre de 2013. En primer
término la cláusula RUFO que fue utilizada por el Gobierno –Cristina
Fernández/Kicillof- como excusa, venció,
de acuerdo a esto en 2013. Entonces lo del Gobierno fue una excusa para “llevar
al país al default”. Además la cláusula prorrogada no forma parte de ningún
papel anterior al dictado por esa Ley. Dicha Ley debe ser derogada. ¿Porque
motivo ni el oficialismo ni la oposición la derogan?” 
“El default en el que incurrió Argentina, pudo
ser evitado por el Gobierno –CFK-,
conforme a las cláusulas que rigen los Bonos, al estar contemplado el pago
mediante el envío postal, sin Bancos. Lo que implica que el depósito fue
ficticio, con ánimo de generar un default, no procediéndose deliberadamente a
la cancelación de las deudas, existiendo los dineros para ello, y utilizando un
fallo para generar un engaño diciendo que fue el juez Griesa “impedía el pago”,
¿porque motivo el Gobierno –CFK/Kicillof-  se niega a pagar mediante envío
postal? ¡Lo están haciendo a propósito! Dichas medidas –continúa explicando
el sitio web- a poco menos de una semana
del default, ya han provocado gigantescas pérdidas y quebrantos a empresas y
bancos argentinos, pérdida de su capital cotizado en Nueva York, encarecimiento
y restricción del crédito, pérdida de puestos de trabajo, reducción del
consumo, recesión, , aumento de la presión sobre el dólar y pérdida de reservas
del BCRA. Encarecimiento y restricción de la capacidad de financiamiento de las
provincias argentinas… Entre otras cosas… Caída de la Bolsa. Tenemos en
consecuencia el default deliberado con el incumplimiento y desacato del fallo
del juez Griesa legal y justo –porque aunque no lo aclara está regido por
las leyes y la jurisprudencia de los EE UU-,
basado en la ley y la jurisdicción que fuera elegida deliberadamente por este
mismo Gobierno…- Néstor y Lavagna y Cristina y Boudou- Sumado a la acción deliberada de no proceder al pago mediante Correo
Postal, permitido y aceptado, a la vez que parte constituyente de las normas
que rigen el canje. Con anuencia del estudio de abogados que representa a la
Argentina –Estudio que propuso el default argentino como solución-, mediante órdenes de la Presidencia y con
recomendación de ingresar a un default, absolutamente por nada… A fin de
beneficiar a los buitres, y a los usureros, y activar los CDS… de los cuales
funcionarios gubernamentales se dice que son tenedores”.
Termina
explicando el blog: “El Gobierno –Cristina
Fernández- nos llevó al default para
hundirnos, y dejarnos sometidos durante 50 años más. Lo hizo delante de todo el
mundo para entregarnos “a sus patrones”. Y encima se beneficiaron
económicamente ellos, que tienen bonos y compraron CDS”. ¡Claro como el
agua, ¿soberanía?, ¿independencia? ¿lucha epopéyica?... “son unos absolutos traidores a la Patria y al Pueblo Argentino”!
Buenos Aires, 6 de Agosto de 2014. 
Arq. José
M. García Rozado 
MPJIRucci
– LIGA FEDERAL –
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