miércoles, 6 de agosto de 2014

Mientras el sionismo masacra el papa condena la 'intolerancia' islámica

REPORTE DE LA AGENCIA DE NOTICIAS KALI-YUGA (2/08/14)

Mientras el sionismo masacra el papa condena la 'intolerancia' islámica

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  Se ha hablado mucho en estos tiempos de las terribles persecuciones que sufrirían los cristianos hoy en día en países del Medio Oriente, en especial Siria e Irak, en donde tal comunidad habría sido severamente reprimida por parte de una expresión extrema de la religión islámica, conocida como el fundamentalismo o jihadismo. Al respecto nosotros queremos decir que es exactamente al revés, no son los musulmanes los que persiguen a los cristianos, sino por el contrario han sido y son los cristianos los que lo han hecho y siguen haciendo con estos últimos y son los que además de todo han alimentado a la principal anomalía genocida que existe en el Medio Oriente que es el Estado de Israel. Que en todo caso lo que puedan haber hecho como represalia a veces los musulmanes en contra de ciertos sectores cristianos es poca cosa en comparación de lo demás. E iremos a datos muy concretos y puntuales. Han sido gobiernos cristianos no solamente los que han apañado y promovido al Estado de Israel en sus distintos genocidios cometidos en contra del pueblo palestino, sino que hemos tenido casos precisos como el de Bush el cual ha llevado a cabo en tal región verdaderas y propias tropelías y matanzas de personas, a veces incluso utilizando para ello consignas religiosas tales como ‘cruzada’, y aun en nuestros días el sucesor de tal gobierno, el negro Obama, al cual algunos han tenido el coraje de calificar como un criptomusulmán, quizás por no ser tan estrepitoso en su odio hacia tal comunidad como su predecesor, quien extermina regularmente unos 300 musulmanes en forma semanal con su siniestro sistema de drones o aviones inteligentes que, mediante chips ubicados previamente por espías, se dirigen hacia zonas en la cuales habitarían peligrosísimos terroristas islámicos, junto por supuesto a sus vecinos y familias, con la ‘casi’ seguridad de que entre los muertos producidos debe haber alguno de ellos también. Este mismo procedimiento es el implementado por Israel en sus recientes ofensivas en Gaza. Sus dirigentes afirman, sin que se les mueva un cabello por la desfachatez, que como los terroristas se esconden entre la población civil a la que utilizarían como escudo (es decir que no estarían al aire libre para poder ser así ser asesinados más fácilmente) con seguridad que matando a un importante número de éstos, entre los muertos habrá alguno de sus peligrosos enemigos. Es interesante al respecto señalar la gran coincidencia de objetivos que existe entre el cristianismo evangélico originado en los EEUU y el sionismo judío, en modo tal que en tal país ha surgido una corriente que sin tapujo alguno se califica a sí misma como cristiano sionista y cuyo análisis es el siguiente. El fin de la historia es el triunfo de la democracia, a la que identifican con el cristianismo por ellos sustentado, pero para que esto suceda debe acontecer una gran batalla final en la cual se derrote al anticristo o a la antidemocracia que estaría representada por el Islam fundamentalista. Israel es el encargado de llevar a cabo dicha tarea en tanto es la avanzada de la ‘civilización’ en las tierras de la antidemocracia. El triunfo de Israel significará también el fin de la historia, que coincide proféticamente con la conversión de los judíos de la cual hablan las profecías cristianas. Esto es lo que explica pues el gran sostén que tiene Israel por parte de los EEUU que se encuentra gobernado desde hace décadas por una secta cristiano sionista.
Sin embargo no es solamente del lado evangélico donde se encuentra el principal apoyo ‘cristiano’ al Estado de Israel, sino que el mismo podemos hallarlo en la fuerza espiritual católica principal que es el papado y en especial ahora con el nuevo papa, una persona abiertamente sionista y que ni siquiera lo disimula, tal como veremos. Ya el papa anterior, Ratzinger, había manifestado de manera siniestra y contando para ello con el aval de la nueva derecha europea, que comparte con Israel un odio sistemático hacia el Islam, que mientras que los judíos sionistas eran los hermanos mayores del cristianismo con los cuales se podía concordar, el Islam en cambio era una religión con la cual, debido a sus marcados sesgos fundamentalistas, había escasas posibilidades de abrazarse ecuménicamente, en tanto que era ‘violenta’. Actitud ésta ratificada en un siniestro y famoso discurso efectuado en la universidad de Ratisbona.
La renuncia de Ratzinger y su sustitución por el argentino Bergoglio no ha para nada modificado las cosas, sino por el contrario las ha radicalizado más aun. En su reciente visita a Israel el jesuita rindió un vergonzoso homenaje a Teodoro Hertzl, fundador del movimiento sionista, y de esta manera convalidó la existencia de dicho Estado genocida y colonial. Impetró por la paz en la región, pero no a través del medio adecuado relativo a la misma consistente en la supresión de tal tumor, sino a través de su reconocimiento explícito por parte de los palestinos. De este modo impulsó la reunión con el sector laico y nacionalista de tal movimiento, que ha traicionado el legado de sus antecesores reconociendo la existencia de dicha anomalía. Su actitud no fue muy diferente de su predecesor, el polaco Wojtila, cuando viniera a la Argentina en plena guerra de Malvinas impetrando por la paz con los ingleses, es decir reconociendo en ese entonces la legitimidad de otro enclave colonial, con una función similar a la de Israel en estas tierras, la de hacer triunfar también aquí la democracia en contra del fundamentalismo católico.
En la actualidad con la guerra de Gaza no ha condenado a Israel por los genocidios efectuados sino que, con el lenguaje de gestos que caracteriza a su función, simultáneamente con repudiar a los muertos en tal ciudad lo ha hecho con la pretendida persecución de cristianos en Irak haciéndose así eco de la propaganda del sistema e ignorando al respecto que el Estado Islámico no ha prohibido a tal religión, sino simplemente le ha exigido a sus practicantes el pago de un impuesto, tal como se hace en cualquier país, aun de mayoría cristiana. Y en vez de recibir a una víctima de los bombardeos en Gaza, lo ha hecho sugestivamente con una sudanesa a la cual la pretendida intolerancia islamista, una religión violenta según su predecesor, había condenado a muerte. Claro que no explicaba allí cómo fue posible que no se hubiese cumplido tal pretendida condena, silenciándose de este modo aviesamente que solamente se había aprobado en una primera instancia, sin decirse por supuesto que el superior tribunal la había derogado. En pocas palabras el ‘pontífice’ es plenamente coherente con su homenaje a Herzl, nos quiere decir que la culpa del bombardeo a Gaza es del Islam violento, en este Hamas porque quiere que Palestina vuelva a ser libre y que se expulse de su suelo a los judíos europeos, los que en ningún caso pueden alegar estar en la tierra de sus antepasados, que la han usurpado.

Walter Preziosi