SAN MARTÍN:NI MASÓN NI LIBERAL
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Es
común leer dos afirmaciones referidas al General José de San Martín:
que integró la masonería, y que fue liberal. Con motivo de celebrarse,
el 25 este mes, el 230º aniversario del nacimiento del prócer máximo de
la Argentina, nos parece conveniente enfatizar, categóricamente, que San
Martín no tuvo jamás ningún vínculo con la masonería, ni profesó la
ideología liberal.
Como
las autoridades masónicas efectuaron, en plena Catedral de Buenos Aires
(“por primera vez en la historia”), un homenaje a quien denominan “el
Más Ilustre Iniciado”, es oportuno recordar que la masonería argentina
adoptó una actitud desdeñosa hacia San Martín, hasta 30 años después de
su muerte. Cuando llegan a Buenos Aires los restos mortales del
Libertador, la masonería no participa en los homenajes, pues no lo
consideraba uno de los suyos. La primera ocasión en que se sostiene que
el general era masón y no católico, fue el 22-6-1883, con motivo del
debate por la enseñanza primaria, por boca del diputado Emilio Civit. A
partir de entonces, comenzará la leyenda urdida por la masonería
argentina, sosteniendo, también, que la Logia Lautaro era una sociedad
masónica, contradiciendo a dos Grandes Maestres: Mitre y Sarmiento, que
afirmaron lo contrario.
Consideramos
que no se ha destacado suficientemente el aporte extraordinario que
realizó Patricio Maguire para terminar, definitivamente, con las dudas
sobre este tema[1]. Dicho investigador consultó directamente a las
autoridades de las Grandes Logias de Inglaterra, Irlanda y Escocia.
Recibió respuesta por escrito de las tres, que coincidieron en que la
logia Lautaro nunca estuvo registrada en dichas instituciones, y que San
Martín no figura en los archivos como miembro. Maguire recibió las
comunicaciones respectivas en 1979 y 1980, publicándolas de inmediato.
Curiosamente,
el Dr. Terragno también conoció esa información, en la misma época, por
una nota del Bibliotecario y Curador de la Gran Logia Unida de
Inglaterra, que afirma poseer, agregando, “que si alguien no figura en
esos registros es porque nunca fue miembro de la masonería inglesa”.
Lamentablemente, dió a conocer ese valioso dato, 19 años después de
haberlo obtenido.
Es
preciso difundir estas pruebas documentales de que el Libertador no fue
masón, pues no se trata de una cuestión baladí, dado que la
religiosidad del prócer ha sido demostrada, y que es incompatible la
pertenencia a la masonería con el catolicismo; de lo contrario, como
alertaba Aragón hubiera sido “infiel al uno o a la otra”, quedando en
duda su honorabilidad.
Ideología liberal
Como
también se afirma a menudo que San Martín era liberal, es necesario
esclarecer este otro infundio. Según parece, el vocablo liberalismo, fue
usado por primera vez en lengua castellana hacia l8l0 y fue adoptado en
España por los partidarios de la Constitución de Cádiz, adversos al
absolutismo de Fernando VII, sin ninguna manifestación de oposición al
cristianismo. Explica el P. Castellani: “Lo que había de bueno en el
liberalismo de antaño, de l820 a l860, consistía en una especie de
ímpetu juvenil contra un montón de cosas que tenían que morir; a saber,
el absolutismo de los reyes, inventado por los reyes protestantes; el
despotismo demasiado cerrado de los Gremios y Corporaciones medievales y
una decadencia de la Religión, que originó en Inglaterra el deísmo y en
Francia el filosofismo. Así que toda la juventud europea a principios
del siglo pasado [XIX] se conmovía con ese grito de Libertad, y sabía lo
que significaba esa palabra ambigua, que no lo era para ellos; lo que
no sabían era lo que estaba detrás. Se sentían apretados, estrechos y
cansados y al decir ¡Libertad! decían queremos salir de esto.” Esto,
eran las miserias de la Corte borbónica, que Napoleón resumía así: la
madre era adúltera, el padre consentido, el hijo traidor.
Incluso
el vocablo liberal, según el diccionario de la Real Academia Española,
define a quien obra con liberalidad, virtud moral que consiste en
distribuir uno generosamente sus bienes sin esperar recompensa. En
cambio, el mismo diccionario, define al liberalismo como “sistema
político-religioso que proclama la absoluta independencia del Estado, en
sus organizaciones y funciones, de todas las religiones positivas”.
Estas acotaciones semánticas, sirven para distinguir entre aquella
persona que, por distintos motivos, reivindica el nombre de liberal,
simplemente, de quien adhiere explícitamente a la ideología liberal, con
conocimiento pleno de su contenido.
Nada
en la actuación pública de San Martín, ni en su vida privada, permite
sostener que profesara la ideología liberal; por el contrario, se
expresó negativamente sobre ella, en varias de sus cartas.
La
ideología liberal, tal como ha sido definida por sus autores
principales - Locke, Montesquieu, Rousseau, Stuart Mill- es incompatible
con el cristianismo. Así lo aclara el Papa Pablo VI, en la Octogesima
adveniens: “Tampoco apoya el cristiano la ideología liberal, que cree
exaltar la libertad individual sustrayéndola a toda limitación,
estimulándola con la búsqueda exclusiva del interés y del poder....”
(26). Esta posición se mantiene invariable en la Iglesia, desde hace dos
siglos. El Papa León XIII (Enc. Libertas, l888) analizó tres grados
posibles de liberalismo, y los consideró igualmente condenables. Explica
el Prof. Caturelli: “Tanto el liberalismo extremo (ateo), como el
liberalismo moderado (deísta), como el liberalismo muy moderado
(“cristiano”), admiten una zona (el orden temporal) de autosuficiencia
del hombre: el primero porque niega la existencia de un orden
trascendente al temporal: el segundo porque lo ignora y el tercero
porque lo separa. En el orden práctico, viene a resultar lo mismo.”
Esta
aclaración es necesaria, porque algunos autores sostienen que San
Martín fue un católico liberal; así lo hace el Dr. Cuccorese, académico
sanmartiniano, quien considera que no incurrió en contradicción, pues el
liberalismo recién fue condenado por la Enc. Quanta Cura, en l864, l4
años después de la muerte del Libertador. Debemos discrepar, puesto que
los Papas comenzaron a cuestionar las ideas liberales, incluso antes de
la Revolución Francesa. Por ejemplo, en la Alocución de Pío VI, el 9 de
marzo de l789, y en la Carta del mismo Papa, de l79l, a los obispos de
la Asamblea Nacional. Pero con respecto al liberalismo católico,
recordemos que esta actitud ya se advierte cuando Talleyrand, Obispo de
Autun, celebra misa en el campo de Marte, con trescientos sacerdotes
adornados con la escarapela tricolor. La primera expresión teórica
respectiva, aparece cuarenta años después con Lamennais -sacerdote
apóstata- y su periódico L Avenir, que defienden precisamente el
liberalismo católico, siendo esta posición condenada por Gregorio XVI,
en la Enc. Mirari vos, promulgada en l832, mientras San Martín vivía en
París, y l8 años antes de su fallecimiento.
No
está demás recordar, que el Papa Pío IX, aquel que conoció a San
Martín, afirmó que “los llamados católicos liberales...son más
peligrosos y funestos que los enemigos declarados...”. En conclusión,
puede afirmarse, con seguridad, que San Martín no fue masón ni liberal.
Mario Meneghini
Febrero 11 de 2008.-
Fuentes:
-Aragón, Raúl Roque. “La Política de San Martín”; Córdoba, Universidad Nacional de Entre Rios, 1982, pág. 19.
-Bruno, P. Cayetano. “La religiosidad del General San Martín”; Buenos Aires, Ediciones Don Bosco, 1978, p32 págs.
-Castellani, Leonardo. “Esencia del liberalismo”; Buenos Aires, Huemul, 1971, pgs. 24/25.
-Caturelli, Alberto. “Examen critico del
liberalismo como concepción del mundo”; Gladius, Nº 2, l985, pg. 38
-Cuccorese, Horacio Juan. “San Martín; catolicismo y masonería”; Buenos
Aires, Instituto Nacional Sanmartiniano-Fundación Mater Dei; l993, pg.
l45
-Episcopado Argentino. “Declaración”; 20-2-1959.
-Revista SIMBOLO net, publicación de la
Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, Nº 69,
diciembre de 2007, versión digital.
-Revista “Masonería y otras sociedades
secretas”; Buenos Aires, Nº 2, noviembre de 1981, págs. 20/25; Nº 3,
diciembre de 1981, págs. 15/20; Nº 5, febrero de 1982, págs. 30/35.
-Terragno, Rodolfo. “San Martín &
Maitland”; Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes, 1999, pág.
181: Librarian and Curator, United Gran Lodge of England, comunicación
personal, 14-11-1980.
Tomado de: http://mario-meneghini.blogspot.com/