¿Benedicto XVI no sabe lo que pasa?
"La Misa Antigua vive en paz en la Iglesia"
Hacia 1930 la Argentina se debatía en una fuerte crisis política y
económica, cuyos detalles no podemos referir en esta breve nota.
En ese contexto, se comentaba que los allegados al
anciano presidente Hipólito Irigoyen, fabricaban diarios especiales que,
bajo el formato de los periódicos de Buenos Aires, comunicaban al Jefe
Supremo de la Nación buenas noticias que en realidad no existían en su
reino.
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Salvando las distancias, podría suponerse que Benedicto XVI está siendo
engañado sobre la realidad que viven los fieles apegados a la liturgia
tradicional; quienes en gran parte del globo están siendo burlados en
sus derechos, como ocurre actualmente en Buenos Aires y sus alrededores.
Pues sólo una persona que no tiene la información correcta, puede escribir lo siguiente:
"Soy muy feliz porque el Usus Antiquus vive en paz plena en la Iglesia"
Para comprobar la inexactitud de tal acerto, sugerimos a los lectores
incrédulos que se acerquen a cualquier parroquia del universo mundo y
soliciten el bautismo, o la confirmación, o el matrimonio, celebrados en
el rito antiguo y veremos cómo les va.
Frente a esto, sea dicho con todo respeto, ¿qué canal está viendo
Benedicto XVI? ¿El mismo que miraba cuando mantuvo y promocionó a
Bergoglio a pesar de los desastres que hizo y de su odio a la Misa
Tradicional?
Además, si es tan completa la paz en que viven los tradicionalistas:
¿por qué no aceptó la invitación que se le hizo del mismo modo en que
acepta las que tienen por protagonista a Francisco?
Quizá sea porque el celebrante, en este caso, fue el cardenal Burke, o
porque se trataba de la Misa Tradicional que él no celebró ni una sola
vez públicamente en los años que van desde la promulgación de Summorum Pontificum hasta su abdicación. Hecho que por si mismo indicaría que no hay ni hubo la paz que él resalta.
No, no es nada de eso. La respuesta la dio el mismo Benedicto.
Llegados a este punto, se preguntarán nuestros lectores de qué estamos
hablando, pues parece que esta nota esta siendo escrita al revés; y así
es. Empecemos por el principio:
Del 23 al 26 del corriente se realiza en Roma la III Peregrinación del "Coetus" Internacional Summorum Pontificum.
En ese marco, esta mañana a las 12 hs de Italia, el cardenal Raymond
Leo Burke celebró un solemne pontifical en la Basílica de San Pedro.
El Delegado General del Peregrinaje, Giussepe Capoccia había invitado a
participar a Benedicto XVI quien, al agradecer el convite que declinó,
ha enviado a los fieles el siguiente mensaje (Traducción de Página
Católica):
"Finalmente dispongo de tiempo para agradecerle su carta del 21 de Agosto pasado. Soy muy feliz porque el Usus antiquus vive ahora en plena paz en la Iglesia, incluso entre los jóvenes, apoyado y celebrado por grandes cardenales.Aquí están pues las razones sobre las que antes especulábamos. No deja la clausura salvo que se lo mande el Papa.
Estaré espiritualmente con vosotros. Mi estado como "monje de clausura" no me permite estar presente exteriormente. Dejo mi clausura en casos puntuales, personalmente invitado por el Papa"
¿Habrá hecho una ironía Benedicto? Dicen que la ironía es el lenguaje del hombre ético cuando le habla al no ético.
De otro modo, ¿cómo podría decir que la tradición litúrgica está en paz cuando el Papa gloriosamente reinante es enemigo jurado y acérrimo de la misma? ¿Cómo podría decirlo si esos grandes cardenales que la apoyan y celebran están siendo diezmados? Incluso algunos obispos como Livieres y Mons. Mario Olivieri (de cuyo caso tendríamos que hablar en este blog) han sido "misericordiados" por el Jefe, como le gustaba que lo llamaran aquí.
De todos modos Benedicto ha dicho que los cardenales que son víctimas de Bergoglio, son grandes. Y no ha dicho que el Papa apoye la Misa sino esos grandes cardenales. Quizá esto pueda confirmar la ironía.
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