CINCO BERGOGLIADAS CINCO… “el que no quiera a María como Madre la va a tener como suegra!”

Para celebrar los 100 años de Schoenstatt, el Papa mantuvo un encuentro con más de 8.000 miembros de este movimiento llegados al Vaticano desde más de 50 países.

El tema del evento era la “Familia como propuesta viva”. Algunos peregrinos plantearon a Francisco preguntas. La primera, cómo ayudar y acompañar a las familias.
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“Pienso que la familia cristiana, la familia, el matrimonio, nunca fue tan atacado como ahora. Atacado directamente o atacado de hecho”.”La preparación al matrimonio tiene que venir de muy lejos. Acompañar novios. Acompañar, pero siempre cuerpo a cuerpo y preparar. Saber qué es lo que van a hacer. Muchos no saben lo que hacen y se casan sin saber qué significa”.

También preguntaron al Papa por el papel de la Virgen María en la Nueva Evangelización. Francisco respondió con humor.

“El cristiano no tiene derecho “a ser huérfano”. Tiene Madre. Tenemos Madre. Un anciano predicador con mucha “chispa”, hablando con estos de psicología de huérfanos terminó su sermón diciendo: “¡Bueno y el que no quiera a María como Madre la va a tener como suegra!”.

Para los jóvenes también dirigió un mensaje: les pidió que salgan a dar testimonio, porque es lo que lleva a otras personas a la fe.

“Una Iglesia que no sale es una Iglesia “de exquisitos”. Un movimiento eclesial que no sale en misión, es un movimiento “de exquisitos”. Y a lo más, en vez de ir a buscar ovejas para traer, o ayudar o dar testimonio, se dedican al grupito, a peinar ovejas. ¿No? Son peluqueros espirituales. ¿No? Eso no va”. 

Francisco también compartió “su secreto” para mantener la alegría y la esperanza. Una respuesta que arrancó muchas sonrisas.

“Bueno no tengo la más pálida idea pero no importa… Un poco por personalidad, yo diría que soy medio inconsciente, ¿no? Me abandono, rezo. Pero nunca me falla, ¿eh? Él no falla. Él no falla. Y he visto que Él es capaz, a través, no digo a través mío, sino a través de la gente de hacer milagros”.

La última pregunta fue, al mismo tiempo, un ofrecimiento: ¿Cómo ayudar al Papa a renovar la Iglesia?

“Acá mismo, es público, por eso me atrevo a decirlo, hay que renovar la Curia, se está renovando la Curia, el Banco del Vaticano, hay que renovarlo. Todas son renovaciones de afuera. Esas que dicen los diarios. Es curioso. Ninguno habla de la renovación del corazón. No entienden nada de lo que es renovar la Iglesia. Esa es la santidad. Renovar el corazón de cada uno”.

Por último, Francisco dijo que una de las claves para lograr la renovación es buscar el encuentro, que es unidad, en un mundo lleno de desencuentro.