Humor esjatológico:
Juan Bautista descanonizado –
P. Gonçalo Portocarrero de Almada
Escándalo en el Cielo: Juan Bautista descanonizado
La queja principal contra el dicho Bautista
se refiere a su ausencia de sentido pastoral y su falta de misericordia para
con el rey Herodes Antipas, a quien acusó de vivir en adulterio.
Gracias al gran lío informático con el
Citius, vino a mi computador, procedente del Supremo Tribunal de justicia del
Cielo, una copia del acto de descanonización de San Juan Bautista, propuesta
por algunos católicos, que se hicieron representar por su abogado.
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Alega el casuístico que el dicho Juan, hijo de Zacarías y de Isabel, fue precipitadamente elevado a la honra de los altares ya que, a la luz de la misericordia pastoral, recientemente descubierta por los referidos fieles, es muy dudosa su santidad.
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Alega el casuístico que el dicho Juan, hijo de Zacarías y de Isabel, fue precipitadamente elevado a la honra de los altares ya que, a la luz de la misericordia pastoral, recientemente descubierta por los referidos fieles, es muy dudosa su santidad.
La verdad es que dicha madre del referido
Juan, Isabel, era prima de María y, por tanto, el hijo de esta, Jesús, era
pariente próximo del Bautista, lo que indica favoritismo en su canonización,
cuyo proceso, por más señas, no consta en los archivos de la congregación para
la causa de los santos. También se teme que el alegado santo haya sido
ilícitamente beneficiado por el hecho de que dos de sus discípulos, Andrés y
Juan, fueron después seguidores de Cristo (¿tráfico de influencias?) Por otro
lado, no se conoce ningún milagro, comprobado científica y canónicamente, que
sea debido a su intercesión. Además del hecho de vivir en las dunas, de
cubrirse con pieles de animales (quizá de especies protegidas), comer langostas
(que, desde las plagas de Egipto, están en vías de extinción) y de alimentarse
de miel silvestre (producto no autorizado por la ASAE), lo que indica
comportamientos antiecológicos y, en consecuencia, dignos de grave censura
social y eclesial.
Con todo, la queja principal contra el dicho
Juan Bautista se desprende de su ausencia de sentido pastoral y su falta de misericordia
para con el rey Herodes Antipas, a quien, públicamente, acusó de vivir en
adulterio con Herodías, mujer de su
hermano Filipo y madre de Salomé. Hasta que los autos prueben que es verdadera
esa convivencia marital, es absolutamente lamentable que, en vez de acoger
misericordiosamente al simpático gobernante, Juan lo tiene condenado
éticamente, incurriendo así en la santa ira de Herodías. Ahora bien, en una
perspectiva más inclusiva y gradual, no sólo se debería haber abstenido de
tales pronunciamientos moralistas, sino que debería haber participado
misericordiosamente en el banquete natalicio de Herodes Antipas, según la
famosa tesis que afirma que ningún convidado a una cena puede ser legítimamente
impedido de comer en ella.
Aunque
los exégetas discutan si este principio teológico-gastronómico, muy en boga en
ciertas jornadas, ya constaba en las tabas de la Ley, dadas por Moisés, o si
parte de algún sermón de San Agustín, o incluso si se encontraba en la Suma
Teológica, nadie duda de que es de fe divina y católica.
Por otro lado, la unión de Herodes con la
cuñada era, indiscutiblemente, una relación amorosa y, siendo la caridad la
principal virtud cristiana, debe prevalecer la actitud pastoral de valorar ese
amor, teniendo también en cuenta el bien de la joven y bella Salomé, que de tan
amorosa madre y de su afectuoso consorte recibía, como bailarina, una esmerada
educación artística, que debe ser
también estimulada.
Por último, la forma ruda como el dicho Juan
tenía por costumbre dirigirse a las autoridades eclesiásticas, como los
fariseos o los doctores de la ley, no está de acuerdo con el estilo pastoral
postconciliar, el cual, en vez de apelar a la conversión, o juzgar, prohibir o
condenar actos objetivamente contrarios a la doctrina cristiana, acoge, bendice
y alaba todas las actitudes de cualquier ser humano.
Por todo esto y más que pueda quedar por
decir, entienden los demandantes que la sentencia no puede ser otra que la
descanonización de Juan Bautista, corriendo a cargo del demandado las costas
procesales, sin posibilidad de recurso ni apelación, excepto en sede de juicio
final.
Al margen, se lee aún en los autos: se
aconseja vivamente que sea también revisado el proceso de un tal Tomás Moro,
que se opuso al divorcio de Enrique VIII y fue, por ese motivo, ejecutado,
siendo por tanto igualmente sospechoso de actitudes contrarias a la
misericordia cristiana. Recomienda además la apertura de los procesos de
canonización de Herodes Antipas, de Salomé y de Herodías, patronos del amor
libre, así como a Enrique VIII, víctima del fundamentalismo católico. Firmado:
el abogado del diablo, suficiente procurador y representante de los referidos
católicos*.
*Aviso a navegantes: con este texto irónico no se
pretende negar la práctica de la misericordia en relación todos los hombres y, con mayor razón, a todos
los fieles cristianos, cualquiera que sean sus circunstancias personales y
familiares, pero sólo recordar que la caridad presupone la justicia, y que no hay
peor injusticia que la de tratar a todos por igual. La acogida misericordiosa
que a todos los cristianos sin excepción, debe ser dispensada, no puede ser
hecha a costa de la verdad moral objetiva, ni del propósito de conversión, al
que la Iglesia invita a todos, como requisito necesario para la salvación.
Visto
en: http://omateosm.blogspot.com.ar/
Agradecemos al amigo Néstor Daniel Veiga Gómez por compartír el artículo
Nacionalismo Católico San Juan Bautista