CARTA DE LECTORES: ESTAMOS CAYENDO BAJO
CARTA DEBIDAMENTE FIRMADA CON RESERVA DE IDENTIDAD POR PERTENECER EL FIRMANTE AL GRUPO “DE LA RESISTENCIA”…
Estamos cayendo bajo…
Apreciado Señor Director de Radio
Cristiandad, le saludo desde esta inhóspita trinchera (por lo que le voy
a comentar, pienso que me encuentro quizá en el lado más vergonzoso de
la lucha: en el grupo de los flaccidos resistentes).
Creo que ésta es la tercera ocasión en
la que me dirijo a usted para suplicarle me permita una vez más
desahogarme por medio de su prestigioso blog.
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Ya en otra ocasión le había comentado
que la cosa al interior de la flaccida resistencia no es que ande muy
bien que digamos, ni que se le pueda augurar un buen porvenir.
En esta ocasión y luego de haber
recibido tan admirable ilustración por parte de los padres Méramo y
Ceriani con relación al reciente desatino de Mons. Williamson en lo que
tiene que ver al tema de la fiebre aparicionista y luego de haber leído
con mucho detenimiento el extracto de la Homilía de Mons. Lefebvre
pronunciada con motivo de la bendición del Priorato San Pío X, en
Shawinigan, 8 de noviembre de 1977; solo me resta decirle que es muy
enorme el peso que me agobia en este momento por el hecho de seguir
haciendo parte de uno de los grupos de la flaccida resistencia dirigida
por el “Obispo que no se retracta”.
Ya siento algo de vergüenza al
acompañar a mis compañeros fieles cuando se empieza a pedir que el santo
padre (Francisco) consagre Rusia al Inmaculado Corazón de María para
cumplir con el urgente? pedido de Nuestra Señora.
Considero que es preciso que se sepa
hasta donde llega el nefasto influjo del Obispo Inglés. Estos actos de
súplica pidiendo la mencionada consagración, se han vuelto casi que el
pan de cada día; basta con verlo al momento de rezar a diario el santo
rosario en la capilla.
Pero la cosa no para allí… a esto
sumemos los frecuentes comentarios que hacen varios de los fieles sobre
las apariciones de Garabandal, Akita, la nueva vidente de tal o cual
ciudad, el profeta que era judío pero luego se volvió protestante y una
larga lista de anuncios de videntes sobre los eminentes colapsos,
señales, avisos, castigos, marcas de la bestia, milagros, días de
oscuridad, velas, uvas, escarchas, aceites curativos, escapularios de
colores, coronillas, rosarios de misericordia, etc, etc.
Se darán cuenta que el ambiente no es
muy propicio para cultivar una sana virtud católica que realmente nos
ayude a resistir durante estos tiempos apocalípticos. Sin embargo, creo
que no todo es tan negativo. No soy profeta pero les puedo asegurar que
la palabra de Nuestro Señor se cumple al pie de la letra cuando dijo que
“la caridad de muchos se enfriará”. Sabemos que la mayor caridad en
este tiempo es la enseñanza de la verdad, algo de lo cual se adolece al
interior de la flaccida resistencia porque en medio del sancocho
aparicionista que se cocina en el caldero gracias a las oportunas
recetas WilliamSIONISTAS, no es que podamos enorgullecermos de que
gozamos del privilegio de tener la Verdad a favor nuestro. Inclusive
algunos de los fieles son abiertamente antiapocalipticos y
antisedevacantistas, fieles reflejos de su maestro Williamson.
Pues bien, sin ánimo de ser presumido,
creo que me puedo considerar un hijo obediente de Mons. Lefebvre porque
tan pronto leí sus palabras donde dice que el mejor remedio contra todo
esto lo encontramos en el CATECISMO, me di a la tarea de leerlo y vean
ustedes lo que encontré:
“362. ¿Qué es superstición? – Se llama
superstición CUALQUIERA DEVOCION CONTRARIA A LA DOCTRINA Y USO DE LA
IGLESIA, como también atribuir a alguna acción u objeto cualquiera una
virtud sobrenatural que no tiene” (Del catecismo mayor de San Pío X)
Es muy triste tener que admitirlo pero
así es… Monseñor Williamson, gracias a usted, nos estamos volviendo
supersticiosos, gracias a usted estamos cayendo bajo… Dios se apiade de
nuestras almas.
En Jesús y María me despido con la acostumbrada petición sobre la reserva de mi identidad.