Emboscada de Berni a delincuentes colombianos para reforzar la reforma procesal penal de la impunidad
El lunes pasado, frente al Aeroparque de Buenos Aires, una de las
zonas más vigiladas del país, tres autos y dos motos rodearon el auto
del Fiscal Federal Carlos Stornelli -que es casi un emblema entre sus
colegas- y se balearon con su custodia. Detuvieron a siete atacantes,
todos colombianos. La crónica oficial prefirió hablar en principio de
intento de robo, pero el diagrama del operativo, la nacionalidad de los
atacantes y el descaro indican que pudo tratarse de un ataque mafioso.
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Stornelli, además de fiscal, es jefe de seguridad de Boca Juniors y
conocido por sus investigaciones críticas al gobierno de los Kirchner.
Al circular con su auto por Salguero y la Costanera, se vio sorprendido
por una banda de delincuentes “pincharuedas”, que se caracterizan por
pinchar las llantas de los autos para robarles sus pertenencias. En esta
oportunidad, el fiscal viajaba con su custodia cuando se encontró con
una banda de colombianos que se movilizaban en dos autos y dos
motocicletas. Pero justo aparecieron dos móviles policiales, mientras la
custodia del fiscal vio la intención de los delincuentes y les disparó
en el acto. El resultado fue que se dieron a la fuga las dos motos con
sus cuatro ocupantes, mientras los siete colombianos desarmados que
estaban dentro de los autos se entregaron sin ofrecer resistencia.
Fuentes de inteligencia sostienen que sectores de la Federal que son
cómplices de estos pincharuedas les habrían avisado del lugar y hora
para llevarse un buen botín y, cuando se disponían a dar el golpe,
aparecieron los móviles policiales y la custodia del fiscal para
detenerlos.
La cortina de humo
Si algún mensaje dio el episodio es reforzar la importancia de los
delitos diarios que cometen los extranjeros, tema del cual es portavoz
el Secretario de Seguridad Sergio Berni. El hecho refuerza también
notablemente el punto de vista oficial en la discusión iniciada sobre el
proyecto de reforma del Código Procesal Penal, que, en una de sus
partes menos importantes pero que más difusión tiene gracias a Berni,
plantea la deportación de extranjeros que delinquen. Así es que el
proyecto recibió un nuevo impulso que ayer empezó a debatirse en las
comisiones del Senado. De este modo, el ataque fallido a un fiscal
independiente da la impresión de confirmar las afirmaciones diarias del
Secretario de Seguridad, que despotrica contra los delincuentes
extranjeros. Ya dijimos que la verdadera intención de esta reforma del
Código Procesal Penal no es el cambio de política punitiva por el
cristinismo sino que esconde en los artículos 5 y 34 la concreción de
una verdadera autoamnistía de los delitos de corrupción de los
funcionarios de los tres gobiernos K. En el primer artículo, le cierra
las puertas a una revisión de la cosa juzgada fraudulenta si perjudica
al sentenciado y el segundo desecha la teoría del fiscal natural y
permite a la Procuración General cambiar de fiscales en la investigación
de causas de corrupción con el fin de sobreseer a los funcionarios K
que están imputados en más de 750 causas. Ayer se sumó una nueva causa
contra la presidente para que devuelva los adicionales por el título de
abogada que no tiene y que cobró en veinte años de funcionaria pública.
De convertirse en la ley de autoamnistía, esta reforma procesal penal
puede ser derogada por el Congreso que asuma en diciembre del 2015
juntamente con el nuevo gobierno. Así es que, para disimular el
verdadero objetivo de la reforma, los voceros K repiten como loros que
hay que deportar a los delincuentes extranjeros para desviar la atención
del verdadero objetivo del gobierno.