
La ultraizquierda acusa de nazis a los alemanes y se olvida de Amanecer Dorado
La extrema izquierda sale en apoyo de Syriza desatando una ola de xenofobia antialemana
Tras llevar a Grecia a un corralito y ponerla al borde de la salida del euro, a Syriza y a sus fans se les agotan los argumentos serios y optan por repartir carnets de nazi a mansalva. Podemos iguala a Grecia con la Polonia de 1939, invadida por un pacto nazicomunista Monedero minimiza la SGM: “el terrorismo financiero causa más dolor que el nazismo” La técnica bolivariana de acusar falsamente al enemigo de “golpismo”
Ayer en España, los podemitas salían a apoyar la etiqueta de Twitter #ThisIsACoup, que acusa a la Unión Europea de perpetrar un golpe de Estado en Grecia por exigir garantías para otorgar un rescate de 84.000 millones de euros a Grecia.
Es decir, que según estos lumbreras, si Europa no dejar caer una lluvia
de decenas de miles de millones sobre Grecia para resolver lo que los
propios gobiernos griegos han hecho con décadas de despilfarros -unas
políticas hechas con el apoyo de los votantes griegos-, entonces es que
la UE es golpista. La monda. Definitivamente, Syriza y su grupo de animadores nos toman a todos los europeos por unos imbéciles, a los que pueden gorronear a base de insultos y de calumnias tan graves como las citadas.
No es la primera vez que la ultraizquierda recurre a falsas acusaciones de golpismo para imponer sus dictados: en el régimen venezolano, al que asesoraron Pablo Iglesias y otros dirigentes de Podemos, están presos dirigentes de la oposición acusados de golpismo sin ninguna prueba. Es un atentado contra los derechos humanos que Podemos se ha negado a condenar.
Ayer mismo el mandamás de Podemos se unía a las voces que lanzan ahora
esa acusación contra la UE, dirigiendo contra los demás países de la
Unión el mote de “mafiosos”:
Estamos ante un ejercicio de política-basura muy típico entre los partidos populistas. Hay que decir que de mafiosos y de golpistas sabe bastante este personaje, pues trabajó para el gobierno de un golpista llamado Hugo Chávez, autor de un intento violento y criminal de derrocar a un gobierno democrático en 1992, intento que se saldó con 14 muertos
según las cifras oficiales. Imaginaos que Tejero se hubiese cargado a
14 personas en su asalto del Congreso y cinco años después se hubiese
presentado a las elecciones y se hubiese convertido en presidente del
gobierno: pues para alguien así trabajó don Pablo, que ahora acusa a la
UE de golpista. De mafiosos también pueden presumir los sátrapas
bolivarianos para los que trabajó Pablo Iglesias enseñándoles cómo dirigir su guerra sucia contra la oposición democrática, aconsejando al régimen infiltrar a policías entre la oposición y utilizar a médicos para tachar de locos a los opositores.
La ultraizquierda española desata una ola de xenofobia antialemana
Pero el colmo de los colmos en la citada etiqueta de Twitter fue el amplio despliegue de xenofobia antialemana desplegada por la ultraizquierda.
Docenas de mensajes se afanaban en intentar concentrar en Alemania las
reticencias de tantos países europeos a confiar en un Estado griego que
se ha burlado de todo el continente hasta alcanzar la quiebra. Es un
recurso típico de la propaganda: es más fácil usar a los alemanes como chivos expiatorios
que afrontar la dura realidad de una UE que ya se ha hartado, en
bloque, de las tomaduras de pelo de los sucesivos gobiernos griegos. Sin
ningún pudor, los ultraizquierdistas españoles se han lanzado a
tachar a los alemanes de nazis, de amenazar a Europa con su sed de
dominación y otras burradas por el estilo. Uno de los países más duros en la negociación ha sido Finlandia, pero de los finlandeses ni pío. En su profunda ignorancia sobre la economía, compensada a base de tópicos bobalicones, la ultraizquierda española no da para más que acusarte de nazi si eres alemán. Y gente capaz de estas simplezas es la que nos quiere gobernar…
En Grecia un partido nazi es tercera fuerza: en Alemania sería ilegal
Pero el reparto xenófobo y miserable de carnets de nazis se da de bruces, además, con una paradoja: los partidos totalitarios -tanto nazis como comunistas- están prohibidos en Alemania… pero no en Grecia.
De hecho, en la República helénica dos de los tres principales partidos
beben, precisamente, de las dos fuentes tóxicas más conocidas del
totalitarismo. Por un lado Syriza es una coalición de partidos comunistas,
desde maoístas a trotskistas. Que un país de la Unión Europea y de la
OTAN esté gobernado por gente así es ya motivo de alarma, pero en el
caso de Grecia no es el único motivo para asustarse. En Grecia -no en Alemania- la tercera fuerza es un partido nazi: Amanecer Dorado. En Alemania un partido así habría sido ilegalizado hace tiempo. No sólo es un partido violento, antisemita e implicado en actividades delictivas, sino que además no oculta su ascendiente ideológico. El año pasado se produjo un escándalo cuando un diputado de Amanecer Dorado enseñaba a niños a gritar “Heil Hitler”, un grito de alabanza al genocida que invadió y ocupó Grecia durante la Segunda Guerra Mundial. Insisto: en la Grecia que tanto adora nuestra ultraizquierda, Amanecer Dorado es legal. La ley alemana no tolera tal cosa.
Amanecer Dorado y los antisemitas de ANEL, únicos apoyos de Syriza
Pero las paradojas no se acaban ahí. Y es que en las elecciones griegas del pasado enero, esos nazis pedían el impago de la deuda pública griega. ¿Y qué decía Syriza? Pues que “la deuda objetivamente no puede ser pagada”. Es la misma monserga que viene repitiendo la ultraizquierda española, a la que no parece importarle que España pierda los más de 26.000 millones de euros que le debe Grecia. Así mismo, Amanecer Dorado apoyó el “no”, igual que Syriza, en el referéndum convocado por Tsipras a comienzos de este mes. Alguno podrá decirme: bah, seguro que el resto de partidos griegos también apoyaron la celebración de esa consulta. Pues la realidad es que esa consulta sólo la apoyaron Syriza, los citados neonazis y ANEL, los socios ultraderechistas de Tsipras, un partido que hizo campaña recurriendo al antisemitismo
(un sentimiento de rechazo a los judíos más fuerte en Grecia -un 69% de
los griegos sostienen prejuicios contra los hebreos- que en Irán, que
tiene un 56% de judeófobos). Entre tanto, en Alemania encabezan
la postura de firmeza frente a Grecia tanto democristianos como
socialdemócratas (los segundos incluso más duros que los primeros),
y ambos están viendo como aumenta su apoyo entre los alemanes por algo
tan simple y elemental como no ceder ante un Estado insolvente y moroso
como el heleno. Y es que lo que la ultraizquierda española y
griega llama “golpismo” consiste, simplemente, en decir: yo te doy
dinero si tú me das garantías de que me lo devolverás. Y en
este escenario no es el gobierno alemán quien recibe el apoyo de un
partido nazi, sino el gobierno griego. Y sus hinchas aún tienen la
tremenda jeta de acusar de nazi, sin más, a Alemania: el colmo de la
cara dura.