Porno era el de antes…
Hace
un par de días, en la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad
Nacional de Buenos Aires, un grupo de activistas de izquierda realizó
una muestra anti-pornográfica. Pero no se ilusione; el prefijo “anti”,
está usado aquí como en el Evangelio, es decir, “en lugar de” y no
“contra”, como habitualmente lo usamos.
Siguiendo la ideología queer e inspirados en el pensador
francés Michel Foucault, la propuesta es, en términos hegelianos, llegar
a una síntesis entre las “categorías” heterosexual-homosexual, donde el
“género” no es siquiera lo auto-percibido, sino una construcción mental
que va independientemente de nuestros cromosomas.
Para esta corriente
filosófica, las mismas categorías “homosexual-heterosexual”, son
“discriminatorias” pues encorsetan nuestro género que es cambiante como
la verdad.
La pornografía clásica, por otra parte, entendida dentro de estos
parámetros, es también degradante y discrimintoria pues sigue hablando
de términos “activo-pasivo” en las relaciones tanto hetero como
homosexuales…; ahora el sexo no sólo se define según el momento, sino
que el modo de hacerlo ya no es con quien sea, sino con que sea.
La
imagen más difundida del “acto académico” realizado en dicha casa de
“alto estudios” fue la de una mujer (según nuestro modo convencional de
hablar, para entendernos…) que se introducía un micrófono en sus zonas
íntimas (mejor no busquen las imágenes en internet; son fuertes). Lo más
gracioso de todo es que nadie discutió el hecho sodomítico, sino que se
planteó que solamente habían dejado las mesas de los estudiantes
completamente sucias y con preservativos diseminados por el piso.
En fin; uno dirá: “¡Simplemente una muestra más de la decadencia en la que estamos!”.
Sí, pero no solamente.
Buscando qué tienen estas personas en la cabeza, llegué a dar con la
ideóloga de estos proyectos y…, ¿adivinen qué? Se formó en una
universidad católica.
Les dejo el video esperando que lo vean. Es breve y no tiene desperdicio; verán allí cuál es la cosmovisión de esta filosofía de la posmodernidad líquida.
Que les sea leve para…
Que no te la cuenten
P. Javier Olivera Ravasi