El juicio penal por los “futuros de cambio”
Muchas
veces sorprenden las cuestiones que se plantea la sociedad argentina en
el sentido que se pretende solucionarlas, o mejor dicho resolverlas,
sin esfuerzo ni dolor. Un caso es la impunidad: se quiere acabar
con ese flagelo de la corrupción, pero sin asumir las consecuencias y
creer que los corruptos no se defenderían y confesarían como corderitos… Marcos
Novaro en “La Nación” del domingo 10 pasado, con relación a esta
cuestión, planteaba la siguiente alternativa, “impunidad o despelote”. En
el caso concreto de los “futuros” hay un Juez de la nación que está
investigando los hechos, con sustento en una denuncia hecha por un
diputado oficialista de la nación y consecuencia de esa investigación ha
citado a la Sra. Kristina Fernández de Kirchner, para recibirle
declaración indagatoria ya que la considera “sospechosa”.
Además
ha citado a todo el directorio del Banco Central y al ministro de
economía Axel Kicillof y luego deberá resolver la situación de los
procesados que es resolver sobre el futuro del proceso.
Se han
levantado algunas voces, incluso del oficialismo que consideran que la
ex Presidente no debería haber sido citada ya que tampoco fue
denunciada.
Como vemos la cuestión se está desviando de su calce
natural ya que se temen las consecuencias políticas de esa citación
judicial, extremando ese criterio, deberían declararse a ciertos ex
funcionarios como “más allá de la ley”.
“Página 12” refiriéndose a
“ella”, la ubicó “en el centro de la escena”, dando cuenta que fue
recibida en su regreso a Buenos Aires por “una multitud”; lo mismo ha
hecho el oficialismo al intentar “operar” según información que ha
trascendido, para que el Juez Bonadío sea apartado de la causa y de ese
modo se postergue “sine die” la ahora conflictiva citación.
En la
alternativa planteada por Marcos Novaro, el gobierno parecería que opta
por la impunidad para evitar el despelote, como de algún modo lo
anticipó Federico Pinedo.
Como vemos se está convirtiendo a una
cuestión judicial seria, porque ha sido citado un ex presidente de la
nación en un mamarracho.
En nuestra opinión, el Juez obró correctamente al citar a la Sra. Fernández de Kirchner para recibir su declaración indagatoria.
Veamos.
El artículo 3º de la Carta orgánica del Banco Central, establece que:
“El banco tiene por finalidad promover, en la medida de sus facultades y
en el marco de las políticas establecidas por el gobierno nacional, la
estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el
desarrollo económico con equidad social.”
Esto significa que si
bien el Banco central es autárquico, como ya lo hemos explicado en una
nota anterior, ha dejado de ser autónomo, dado que debe respetar “las
políticas establecidas por el gobierno nacional…”
Esto significa
que tanto el Ministro de economía como la Presidente de la nación,
responsable de la administracion general de la República, podrían tener
alguna responsabilidad penal en esta causa de los “futuros” si se
acredita que le exigieron al Banco central operar en el mercado de los
futuros de cambio.
Ahora bien, para que pudiera existir
responsabilidad penal, no solo deberá acreditarse que “ella” o el
“Ministro” dieron la orden sino que además fijaron los precios de los
futuros, ya que podrían haber dado la orden, la carta orgánica del banco
Central lo permite, pero suponiendo que el directorio obraría con la
debida idoneidad al fijar los precios futuros en cada contrato y que no
fijaría precios irrisorios.
Por último hay otra cuestión el propio
Banco Central no anuló los contratos, como lo habíamos propuesto, lo
que de algún modo legitima la operación judicialmente cuestionada, ya
que el propio Banco central los respetó y los está pagando y se
aplicaría el viejo adagio “Nemo auditur propriam turpitudinem allegans”,
pese a que el presidente de la institución participó en la denuncia.
En
conclusión, el Juez Bonadío podría continuar con el proceso hasta que
se esté en condiciones de dictar sentencia final, pero parecería muy
difícil que pudiera ser condenatoria.
Si la sentencia fuere
absolutoria, ello no significa que Bonadío se haya equivocado al
disponer el procesamiento de los imputados ni que el proceso haya sido
al cuete, sería uno de los resultados posibles de cada uno de los
juicios penales que se tramitan en el mundo, excepto en algunos estados
que aun aplican la llamada justicia religiosa.
Todo lo demás es
para la gilada y lo triste es que la cosa se ha planteado como una falsa
alternativa “impunidad o despelote”, ni una cosa ni la otra.
Ni
el gobierno, ni el periodismo ni la oposición pueden obrar con tanta
trivialidad y hacer de este proceso un juego de la oca, en el que se
habría buscado que el Dr. Bonadío sea apartado para que el proceso
retroceda unos cuantos casilleros o bien avance, vaya uno a saber hasta
dónde, si se desestima la recusación, ya rechazada por el propio Juez.
Vale decir parafraseando a “ella” “Se trata de un proceso judicial, no estamos en un bingo…”