PRESENTO
A CONTINUACIÓN SÓLO EL PRÓLOGO Y EL 5º
CAPÍTULO, “CONCLUSIONES”, DEL FOLLETO DEL PROFESOR BEVERAGGI ALLENDE, PUES SU EXTENSIÓN Y SUS TABLAS Y DIAGRAMAS ME IMPOSIBILITAN
PUBLICARLO INTEGRAMENTE. CREO QUE LAS SIGUIENTES PALABRAS SON SUFICIENTES PARA INCITAR A SU LECTURA COMPLETA ¡Y PARA LLORAR
POR LA PATRIA ENTREGADA!
CON GRAN PERSPICACIA EL PROFESOR BEVERAGGI PREVIÓ EL ARTERO ATAQUE DE LOS
MONTONEROS KK PARA ACABAR CON LAS FUERZAS ARMADAS NACIONALES; ÚLTIMO REDUCTO
CONTRA EL IMPERIALISMO.
Walter Beveraggi Allende
LA INFLACIÓN ARGENTINA
1946/1975
Editorial Manuel Belgrano
A MANERA DE PRÓLOGO
El presente trabajo está basado en una investigación realizada bajo los
auspicios de ls Universidad de Buenos aires, sobre el tema “EVOLUCIÓN DE LOS
PRECIOS EN LA ARGENTINA,
1940-1972”,
que luego fuera extendida hasta comprender los años 1973 y 74, a fin de dar cabida al
análisis de lo acontecido desde el 25 de
mayo de1973, en razón de la conducción
impresa por las “autoridades nacionales” electas el 25 de marzo de este año, la
puesta en vigencia del llamado “PACTO SOCIAL” y las aseveraciones del elenco
económico actuante desde entonces, en cuanto a que bajo su batuta “ se habría
contenido la inflación” o “reducido a cero el incremento de los precios”.
El arduo y minucioso estudio referido, realizado por un conjunto
calificado y numeroso de colaboradores técnicos y encuestadores, obra en poder
de la Universidad y sirve de fundamento a todas y cada una de
las manifestaciones del “Informe Académico” definitivo, que consiste en el
trabajo que aquí se publica y que fue realizado íntegramente por el suscripto y
bajo su absoluta responsabilidad. A todos los integrantes de ese equipo de
trabajo vaya una vez más mi reconocimiento por la eficacia y empeño de su labor,
permitiéndome destacar muy especialmente, en tal sentido, al Prof. Dr. Julio A.
J. Carrillo –co-director de la investigación y al Dr. Francisco Petrino,
consultor calificadísimo en materia estadística y econométrica.
De resultas de este trabajo surge palmariamente que la Argentina es un país ECONÓMICAMENTE
ESTRANGULADO; alevosa y deliberadamente ESTRANGULADO POR EL APARATO MONETARIO Y
FINANCIERO, cuya responsabilidad, en última instancia corresponde esencialmente
al Banco Central de la República. Cuáles
han sido y son los motivos de esa sórdida maniobra antinacional y antipopular,
no lo podemos desentrañar íntegramente aquí, pero sí podemos aseverar que sus
resultados son catastróficos para nuestro país y altamente beneficioso para sus
enemigos y explotadores.
Y de todas las implicancias desastrosas y perversas que tal maniobra de
estrangulamiento viene significando –agravamiento de la dependencia,
empobrecimiento colectivo, desocupación, inflación, estancamiento o merma de la
producción, escamoteo monumental de divisas, vaciamiento económico, etc.-
queremos destacar una excepcionalmente grave que no todos advierten con
suficiente claridad, abrumados quizá por los aspectos más superficiales y
dramáticos de la prolongada crisis. Nos
referimos al progresivo desguarnecimiento de nuestro país en materia de DEFENSA
NACIONAL. En efecto, la parálisis económica
en curso y la decadencia de la producción real han venido aguzando la
lucha de los diversos sectores en pos de un producto nacional cada vez más restringido
y más dilapidado a favor de los especuladores y malandrines.
Eso significa, en buen romance, que nuestras Fuerzas Armadas se vean
progresivamente privadas de posibilidades de renovación y modernización de sus
materiales, a la vez que de una adecuada consideración presupuestaria para sus
elementos necesitados de mantenimiento. Y a pesar de ello, a través de una
habilidosa “acción psicológica”, las mismas han sido y son exhibidas –en ese
panorama de creciente empobrecimiento- como voraces e indiferentes a las
necesidades de la población civil. De manera, pues, que no sólo se ha
deteriorado formidablemente –a la par que muchas otras cosas- la DEFENSA NACIONAL,
sino que también se ha acompañado sutilmente ese proceso con una destructiva
campaña de desprestigio contra uno de los pilares esenciales de nuestra
seguridad y supervivencia.
¡’No cabe duda que esa artera estrategia encaminada al debilitamiento
de nuestras Fuerzas Armadas y de seguridad constituye el objetivo final y más
disimulado de la maniobra gigantesca de ESTRANGULAMIENTO Y VACIAMIENTO
ECONÓMICO DE L A NACIÓN AGRGENTINA!
Quiero expresar aquí nuestro reconocimiento a la brillante
interpretación del artista que ilustra la tapa de esta publicación y cuyo
nombre omitimos para no exponerlo a la persecución de quienes se pueden sentir
afectados por su talentosa obra.
Una última referencia, a guisa de dedicatoria. Este breve prólogo está
fechado el 22 de abril de 1975, exactamente 40 años después de aquel con que un
insigne argentino, Gustavo Martínez Zuviría (Hugo Wast), acompañara una de sus
obras cumbres “KAHAL Y ORO”, que en
tantos aspectos y tan valientemente alertara a los argentinos acerca de los
inmensos y perversos poderes de la “Internacional del dinero”, que tanto tiene
que ver con la actual y aparentemente inexplicable tragedia económica
argentina. Vaya a él, por tanto, una vez más, nuestro sentido homenaje y
recuerdo.
W.B.A.
Buenos Aires, 22 de abril de 1975.
………………………………………
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES
Se expresan a continuación, abreviadamente, las conclusiones a las que
se ha arribado, a través de la presente investigación académica, realizada bajo
los auspicios de la
Universidad de Buenos Aires (“Evolución de los precios en la Argentina, 1940-1974”).
1.-Prácticamente desde sus orígenes como Nación independiente y hasta
fines de la II
guerra mundial, la evolución de los
precios en Argentina acusa una notable estabilidad. Específicamente,
durante el medio siglo 1895-1945, nuestro país se destaca hasta tal punto en
esa materia que la uniformidad relativa
de su nivel general de precios se compara favorablemente aún con la de los países mas desarrollados e
industrializados del mundo. Tanto más destacable resulta esta circunstancia por
el hecho de ser la argentina una economía no
diversificada, con una altísima dependencia
del comercio exterior, con fuertes cargas financieras, resultantes de
reales o ficticias inversiones extranjeras y, por ende, con una vulnerabilidad externa (balanza de pagos
y valor internacional de su moneda) que es seriamente puesta a prueba en
oportunidad de las posguerras mundiales
(1914-1918, 1939-1945) y la Gran Crisis
mundial de 1929-1934, pese a lo cual la economía argentina experimenta un notable desarrollo, dentro de su
estructura colonial característica, de país agropecuario, exportador de materias primas e importador de
artículos manufacturados.
2.- Esta saludable tendencia de los precios se rompe abruptamente a
partir de 1946, en que se inicia un proceso
inflacionario que siendo ya grave hasta 1955, adquiere a partir de entonces
una aceleración inusitada, hasta el punto de colocar a Argentina entre los 3 o
4 países del mundo con un índice más alto
de incremente anual de sus precios. Y, paradojalmente, esto ocurre en los
momentos más favorables, nacional e internacionalmente hablando, para un
“despegue” del país hacia la condición de “económicamente desarrollado”,
industrializado, y aun de verdadera potencia económica mundial.
3.-Este proceso inflacionario
crónico y severísimo, como es lógico, afecta adversamente la evolución real
de la economía argentina (volumen físico
de la producción). Notorios síntomas de estancamiento y retrogradación se
advierten, aun en los sectores tradicionales de mayor ritmo de
desenvolvimiento, como ser la agricultura, la producción ganadera y la
construcción.
4.-Si bien las computaciones y anuncios de los organismos oficiales (Dirección –y luego Instituto- Nacional de
Estadísticas y Censos, INDEC) dan la pauta de la gravedad del proceso
inflacionario aludido, resulta evidente que tales estimaciones oficiales
disimulas la verdadera magnitud del proceso de deterioro.
5.- Con tal motivo practicamos un estudio por nuestra cuenta, acerca
del alcance real del incremento de los precios durante el período que estamos
investigando (1940-1974) – sobre la base de informaciones
primarias de nuestra propia cosecha- y llegamos a la conclusión de que,
según nuestro propio índice, el incremento de los precio en ese lapso
es del tenor de 1: 3.137. En tanto que el incremento reconocido por el INDEC,
alcanza sólo a la proporción 1: 865 Vale decir que, mientras nuestro cálculo
objetivo y realista (Tabla 3) estima que entre
1940 y 1974 los precios aumentaron 3.137 veces, el organismo estadístico
oficial reconoce un incremento de sólo 865 veces,
o sea, menos de la tercera parte.
6.- De esta versión distorsionada
respecto del real aumento de los precios,
se derivarían consecuencias gravísimas para la economía nacional, acerca de las
cuales la opinión pública no está suficientemente avisada. Por ejemplo, de ser
valedero nuestro cálculo (y no el del INDEC) el PRODUCTO BRUTO INTERNO, lejos
de haber aumentado en los últimos 30 años, habría decrecido sensiblemente, (tal
vez a la mitad o menos). Y el salario
real de los obreros y empleados argentinos habría también disminuido a la mitad o menos de lo que
era en los años de la II
guerra mundial.
7.-Respecto a las causales del notorio giro desfavorable de la economía
argentina, a partir de 1945, incluyendo desde luego el pavoroso proceso
inflacionario en curso, nuestras conclusiones desechan por completo la tesis de
que el motivo principal del mismo sería la sucesión de abultados déficits
presupuestarios y la sobre emisión monetaria, consecuencia de aquellos. Estas no serían sino causales concurrentes y
de segundo orden.
8.- La causa principal de
este gigantesco proceso de deterioro (inflación incluida) sería, en cambio la restricción implacable del crédito
bancario “de fomento”, a bajo
interés, que fuera característica de nuestro país hasta la segunda mitad de
la década del ’40. Este restricción sistemática y progresiva del aludido
crédito –esencial para la producción de bienes
de todo tipo- ha significado el PAULATINO ESTRANGULAMIENTO DE LA PRODUCCIÓN DE BIENES
DE USO, DE CONSUMO Y DE PRODUCCIÓN EN NUESTRO PAÍS Y SU CONSIGUIENTE MERMA
RELATIVA; a la vez que la política monetaria y financiera puesta
en práctica por sucesivos gobiernos en estos últimos 30 años ha significado el
surgimiento y consolidación de un poderosísimo aparato financiero extrabancario, que viene siendo a su vez el
único y directo beneficiario de la creciente tragedia económica argentina, a
través de la usura, el acaparamiento y contrabando de mercaderías, la
especulación con valores mobiliarios e inmobiliarios,
el acaparamiento y fuga de divisas extranjeras y, en definitiva, el
“vaciamiento” económico del país, cuyo último recurso instrumental consistió
–evidentemente- en el llamado “Pacto Social”.*
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