martes, 1 de septiembre de 2020

«EL PACTO KIRCHNER-VERBITSKY»


 Leído para usted: «El pacto Kirchner-Verbitsky»









Hace años que la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia viene trabajando contra viento y marea para desenmascarar a este gobierno hipócrita que hoy intenta reinar en el suelo argentino.
La justicia que, como todo habitante de mi país lo sabe, no existe más que para algunos, parcializada, ideologizada y tergiversada (basta hablar, nomás, con cualquier abogado para que nos lo confirme).
Pero como es importante ser testigos de la verdad conculcada, una vez más, esta Asociación nos ha dado ejemplo publicando un pequeño libro que se lee de una sentada y que, encima, ha sido puesto a disposición de todo el mundo, gratuitamente, aquí: https://elpacto.com.ar/


Lo hemos leído de una sentada.
¿De qué trata? De la historia del pacto Kirchner-Verbitsky, dos pillos de manual que, con diversos fines políticos más que ideológicos, han perpetrado la colonización de la justicia argentina a través del ariete de los juicios de «lesa humanidad»: la excusa para quebrar el régimen de legalidad de la Argentina y, por ende, hacer, como en la Revolución Francesa, que los jueces dependieran de los politiqueros de turno.
Recomendamos vivamente el texto, sencillo, ameno y breve, a todas las personas de buena voluntad y, especialmente, a los más jóvenes que desean saber qué es lo que va a suceder en los próximos años en la Argentina para,
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE

Capítulo 12

Los costos del sistema y el negocio de las indemnizaciones


Al quedar en manos del CELS toda la política de derechos humanos, las causales de indemnización previstas en las leyes “reparatorias” fueron ampliadas escandalosamente, y le generan al Estado formidables erogaciones.   Leyes y más leyes En 1986, durante el Gobierno de Alfonsín, se dictó la Ley  23466, que les otorgaba una pensión a los hijos menores de personas desaparecidas hasta diciembre de 1983. En la administración Menem se sancionó la Ley  24043, prevista para personas que hubieren sido puestas a disposición del PEN durante la vigencia del Estado de Sitio o sufrido    detención por actos emanados de tribunales militares, y la Ley 24411, que indemniza a familiares de personas desaparecidas. Las indemnizaciones previstas en estas leyes, en la administración Kirchner, fueron ampliadas, por Ley 26564, a personas que hubieren estado detenidas o hayan sido víctimas de desaparición forzada y luego reaparecidas, y a familiares de personas desaparecidas o muertas desde el 16 de junio de 1955 hasta el 9 de diciembre de 1983.La ley incorporó además a quienes hubieran estado detenidos, procesados, condenados y/o a disposición de la Justicia o por los Consejos de Guerra en dicho período, conforme a la   Ley   antiterrorista 20840, sancionada por un gobierno constitucional.   Las causales increíblemente comprenden -como puede verse- a todos aquellos que fueron juzgados y condenados por tribunales de nuestro Poder Judicial por secuestros, asesinatos, atentados con explosivos y demás delitos aberrantes cometidos por las organizaciones terroristas. “De este modo, fueron indemnizados, con el dinero de todos los argentinos, los terroristas del ERP que atacaron la Guarnición Militar de Azul en enero de 1974 dando muerte al Coronel Camilo Arturo Gay y su esposa; los que secuestraran y dieran muerte en cautiverio al Teniente Coronel Jorge Roberto Ibarzábal; los autores del copamiento de la Fábrica Militar de Villa María dando muerte al cabo de la Policía de Córdoba Marcelino Cuello y secuestrando al Coronel Argentino del Valle Larrabure. Luego de 372 días alojado en una ‘cárc   el del pueblo’, apareció su cadáver con 47 kilos menos y signos de golpes y estrangulamiento. También fueron indemnizados los terroristas autores de la masacre del entonces Capitán Humberto Antonio Viola y su hijita de 3 años María Cristina, asesinados en Tucumán cuando estacionaba su auto, en el que también viajaban su esposa, María Cristina Picón, embarazada de 5 meses,  y María Fernanda, de 5 años, quien sufrió graves heridas en la cabeza. Y tantos otros autores de atentados con bombas, asesinatos, secuestros, toma de cuarteles y comisarías. Todos los familiares de los terroristas abatidos, y aún aquellos terroristas capturados, juzgados y condenados, fueron indemnizados por estas leyes y sus extensiones con cifras millonarias provenientes de los impuestos abonados por todos los ciudadanos... El 5 de octubre de 1975, durante el gobierno constitucional, Montoneros atacó el Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa, asesinando a diez soldados conscriptos, un agente de la policía provincial, un sargento y un subteniente, e hiriendo a muchos otros.  Los familiares de los guerrilleros que cayeron en ese combate fueron indemnizados con sumas millonarias, pero las familias de quienes murieron en defensa del cuartel no han recibido compensación alguna”155. La   Ley  25914 indemniza a las personas que hubieren nacido durante la privación de libertad de su madre o que siendo menores hubiesen permanecido en cualquier circunstancia detenidos en relación con sus padres. La   Ley  26913, pensando quizás que los diversos beneficiarios se habían gastado las millonarias indemnizaciones que alcanzan un promedio de 15 millones de pesos por caso, estableció, además de dicha indemnización, una pensión graciable vitalicia para los sujetos comprendidos en las diversas leyes reparatorias, que son heredables por sus familiares. Se amplió el beneficio a aquellos que hayan sido detenidos por fuerzas de seguridad por causas políticas, gremiales o estudiantiles.  De este modo, cualquier persona que haya sido detenida por daños, agresiones o atentados en manifestaciones de protesta o actos celebrados por cualquiera de esas tres causas, recibirá una pensión graciable vitalicia y heredable del Estado argentino.  155 https://www.lanacion.com.ar/editoriales/beneficios-escandalosos-estupor-ciudadano-nid2387920
El artículo 2 se encarga de aclarar que la pensión graciable establecida en ese régimen es independiente de cualquier otra reparación que hubiere llegado a percibir el beneficiario. El precio de las “reparaciones” Hasta 2015, las indemnizaciones pagadas a quienes se presentaba n como víctimas de leyes “reparatorias” sumaban, actualizadas a junio de 2020, 147.000 millones de pesos. En 2016, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos dio cuenta, en un fallido intento de poner freno al descontrolado dispendio en esta materia, mediante su resolución MJYDH 670/16, de   que existían otros 7.318 expedientes por indemnizaciones en trámite, en su gran mayoría de   personas que reclaman indemnización por haber sufrido exilios “forzosos”. El monto actualizado a junio de 2020 del monto total estimado en dicha resolución asciende a otros 34.300 millones de pesos. José D’Angelo y Pedro Güiraldes, investigadores de este fabuloso negociado, no han podido obtener información de los beneficios derivados de estas leyes que se   abonaron  durante la presidencia de Mauricio Macri, y tampoco de los beneficiarios y montos de las pensiones graciables. Subrogancia y viáticos “legítimos” La subrogancia de los jueces voluntarios -casi todos de Justicia Legítima- en los juicios de lesa humanidad le genera a cada uno un ingreso mensual de más de 650.000 pesos más viáticos. Los gastos producidos  por esta mega estructura suman cifras colosales. La Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia ha hecho público, hace tiempo, un exhaustivo informe que, además de las indemnizaciones, incluye muchos otros gastos asociados al denominado proceso de Memoria, Verdad y Justicia. Las erogaciones totales, por todo concepto, por la política de Estado en materia de derechos humanos llevará a la Argentina   a una erogación de más de 10.000 millones de dólares en los próximos ejercicios presupuestarios. Las   denuncias de pagos de indemnizaciones a casos falsos, con multimillonarios perjuicios que pagaron los contribuyentes argentinos, no han sido    impulsadas por el Ministerio Público Fiscal Federal, que continúa encubriendo los escandalosos fraudes.

Epílogo: las consecuencias del pacto. La anunciada reforma judicial que impulsa el presidente Alberto Fernández postula la ampliación del número de jueces de la Corte,  y nuevos nombramientos en la Cámara Federal de Apelaciones y en la Cámara Federal de Casación, mientras que a través del Consejo de la Magistratura, en una nueva ofensiva,  el kirchnerismo ha desplazado magistrados que investigan y han tomado decisiones en causas por corrupción contra la vicepresidenta y otros funcionarios, alegando que fueron designados en forma irregular156. Detrás de esta decisión se esconde la estrategia de pedir,  por dicho motivo,  la nulidad de todas las actuaciones labradas contra la ex presidenta  y los funcionarios kirchneristas acusados o condenados por corrupción en las que hayan  intervenido dichos magistrados. El  nuevo régimen procesal,  con la inauguración del sistema acusatorio en manos de los fiscales, quienes decidirán contra quién ir y contra quién no, impulsan al kirchnerismo y al CELS a terminar la tarea de copamiento del Ministerio Público Fiscal. Les queda pendiente apropiarse del cargo más importante, el del procurador general, ocupado hoy interinamente por un fiscal de carrera  , Eduardo Casal.  Como la postulación de Daniel Rafecas, candidato de Alberto Fernández, no cuenta con el apoyo del radicalismo ni de varias de las organizaciones querellantes en los procesos relacionados con el atentado a la AMIA, el candidato para sucederlo es el juez   de Casación Alejandro Slokar, fundador de Justicia Legítima. Pero como plan alternativo, ya que la oposición podría no darle a este los votos necesarios para que asuma el cargo, el kirchnerismo está en plena ejecución de un golpe destituyente contra el procurador Eduardo Casal, a efectos de lograr su renuncia para que asuma en su reemplazo otro militante de Justicia Legítima y destacado referente del CELS, Víctor Abramovich, tercero en la línea jerárquica detrás de la Dra. Laura Monti, que -habría ya adelantado-  se retiraría si es que lo hace Casal157. 156https://www.clarin.com/politica/oposicion-abroquela-magistratura-frenar-movida-k-jueces_0_Y9UmmOean.html157 https://www.lanacion.com.ar/politica/el-gobierno-ya-evalua-el-nombre-de-otro  -procurador- nid2399600

90 El  círculo de influencias, que incluyen el avance sobre la Corte Suprema, la Cámara Federal de Casación, el Ministerio Público Fiscal, la Defensoría General de la Nación, la Oficina Anticorrupción, la Secretaría de DDHH, la Agencia Federal de Inteligencia, la Inspección General de Justicia y el Servicio Penitenciario Federal,   se completa con el nombramiento, por parte del Consejo de la Magistratura, de un abogado miembro fundador de Justicia   Legítima, Claudio Cholakian, como flamante administrador del Poder Judicial.  Como puede verse, la colonización ideológica y material del Poder Judicial argentino tuvo y tiene dos vertientes asociadas perfectamente diferenciables: la que propugna un Poder Judicial unificado al Ejecutivo con el fin de servir a un proyecto totalitario, por un lado, y, por el otro, corruptos enriquecidos durante la gestión de gobierno cuyo objetivo es asegurarse impunidad. Ambas corrientes se han unido y conforman un solo flujo que invade, corroe y contamina el funcionamiento independiente del servicio de Justicia, al asegurar  la libertad de los corruptos y perseguir a los opositores políticos. La transformación educativa y cultural generada por este   pacto busca trastocarlos    valores de nuestra sociedad, afecta directamente la educación de nuestros hijos, y ha dañado significativamente tanto la seguridad ciudadana como la defensa nacional. La política de DDHH sostenida por el kirchnerismo y nunca enfrentada por el interregno de la gestión de Macri, está manejada por organizaciones ideologizadas que dominan los más importantes cargos que hacen al servicio de Justicia, Seguridad y Defensa de la Nación. Tiene puesta su mirada en el pasado y está basada enteramente en el odio y la venganza. Ningún país mantiene abiertos sus conflictos, por graves que hayan sido, durante 45 años. Detrás de su desempeño ya resulta inocultable el fenomenal negocio de millonarias indemnizaciones a supuestas víctimas, a cargo del Estado. La   Argentina debe defender la legalidad, y el Poder Judicial, recuperar su independencia. Es necesario que los Colegios de Abogados, la Asociación de Magistrados y las facultades de Derecho de distintas universidades, así como otras prestigiosas organizaciones que nuclean a abogados, efectúen los reclamos necesarios para volver a constituirse en mayoría en el Consejo de la Magistratura.  Resulta impensable una política sanitaria que no cuente con la opinión decisiva de los médicos, que son los actores y conocedores del sistema de salud.  No puede entonces concebirse un Consejo tan determinante para el funcionamiento de la Justicia que no se encuentre integrado por mayoría de abogados. Sus nombramientos tienen que resultar de elecciones de sus pares, no de encuestas nacionales electorales, que solo pueden ser armadas por partidos políticos, provocando de esa manera su dependencia. Los exámenes para acceder a los cargos judiciales no pueden basarse en la memoria o erudición del candidato, sin evaluar su trayectoria, su laboriosidad, su honestidad y su adhesión a los principios de imparcialidad e independencia de criterio respecto tanto de condicionamientos internos propios,  como externos. Ningún integrante o adherente de una organización gremial o política que propugne la parcialidad, o renuncie a la virtud de la imparcialidad y la objetividad en el ejercicio de la función judicial, puede ser nombrado funcionario o magistrado, menos aún de la Justicia Federal, donde a diario se producen desafíos que ponen a prueba esas virtudes.

El Ministerio Público debe volver a garantizar la legalidad y la objetividad, y eso solo puede darse declarando nulos todos los concursos y designaciones realizados por la gestión de Gils Carbó, a efectos de desarmar el entramado militante montado en favor de una corriente político-partidaria y contra los opositores políticos del pasado, del presente y del futuro. Deben realizarse nuevos concursos, con los mismos requisitos que reclamamos para los exámenes en el Consejo de la Magistratura, y con jurados imparciales surgidos por sorteo de una lista de personas intachables y con experiencia en la función judicial o el ejercicio profesional.  Es el único modo para que ese fundamental órgano retorne al servicio independiente de Justicia, y de brindarle una oportunidad genuina a los cientos de candidatos que quedaron relegados a causa de las irregularidades practicadas en las designaciones por parte de   los militantes de Justicia Legítima. La Argentina debe fijar políticas tendientes a lograr la unión nacional, no la separación, la discordia y el odio; no se puede seguir sosteniendo una política de DDHH gestionada por organizaciones que tienen puesta su mirada en el pasado, mientras se sostiene un inmenso aparato burocrático que ignora los graves males del presente y del futuro, en un país que se acerca al 50% de pobreza, con millones de niños y adolescentes en riesgo por la droga, el hacinamiento, el abandono y la violencia.

 Los juicios de lesa humanidad y el gigantesco y multimillonario aparato que los sostiene deben terminar. Su mantenimiento luego de tantos años viola derechos constitucionales y las mejores tradiciones jurídicas sostenidas desde siempre por nuestra Nación, que incluyen el derecho de toda persona a ser juzgada y que le sean determinados sus derechos en un plazo razonable, doctrina de la justicia rápida o de insubsistencia de la acción penal sostenida por nuestra Corte Suprema desde hace más de 50 años, mucho antes de que esas garantías fueran incorporados a los tratados internacionales de DDHH. La reforma anunciada por el presidente Alberto Fernández el reciente 29 de julio implica un costoso esfuerzo de medios que no habrá de mejorar el servicio de justicia, mientras que la ampliación de los miembros y estructura de la Corte Suprema tiene como finalidad asegurar la impunidad de la vicepresidenta y los funcionarios kirchneristas acusados o condenados por corrupción. La   principal herramienta para ese objetivo es el Ministerio Público Fiscal, cooptado por  las organizaciones partidarias del actual   Gobierno, que han sido parte del acuerdo que ha destruido la legalidad en la República Argentina.  El futuro que nos espera, si no s e los enfrenta y pone fin al plan en ejecución, es la República Bolivariana de Venezuela, el país donde el programa, producto de un pacto muy parecido al que aquí denunciamos, ha sido desarrollado íntegramente, hasta su culminación.