jueves, 12 de septiembre de 2013

LAS BRUJAS DE SALEM Y LAS QUE ENTRARON.


De las primeras no voy a hablar, habida cuenta que todo el mundo sabe, se trata de una exitosa obra de teatro de Arthur Miller, estrenada allá por el 1952.
En nuestro caso particular, y en cuanto a las que ya han entrado, repare en se las han ingeniado lo más bien como para hacernos pelota. Por supuesto que la cita tiene que ver con Doña Isabel Martínez de Perón, y Cristina Fernández de Kirchner, ésta última todavía con dos años por delante, y unos cuanto más por detrás. Pero, y como para que las sobrevivientes del sexo femenino no se sientan atacadas, cabe recordar que ambas, fueron diseñadas y promovidas a la condición de Primeros Mandatarios, por Juan Domingo Perón y Néstor Carlos Kirchner (q.e.p.d. ambos). En éste caso no puedo hablar de sobrevivientes del sexo masculino, sino de aquellos que supuestamente hicieron honor a él, características e intenciones al margen.
Lo de “sobrevivientes” para uno y otro sexo, es también una obviedad que entiendo me exime de cualquiera explicación. Hoy por hoy, las lesbianas y los gays, otrora denominados “tortilleras” y “putos” se multiplican sin solución de continuidad, y todos, al son de la banda dirigida por algún o algunos terribles hijos de puta, vamos camino al nacimiento del tercer sexo, que es lo mismo, para los cristianos, que cagarse en Dios y en la Virgen.
Me voy; me voy en el relato fiel a mi costumbre, no obstante el receso que suponía me iba a permitir ser más preciso, sin andarme con chicanas. Como excusa solo puedo recurrir a la faltas de timing.
La definición de “chicana”, según el lunfardo argentino, tiene que ver con el enredo, la mentira, el embrollo, el sofisma, y hasta la adulteración maliciosa de la verdad. También la palabrita, tiene que ver con el “subterfugio” en trámites judiciales para alargar el pleito, y el abuso de  formalidades judiciales de mala fe. De lo último, cualquiera lector podrá recurrir al Dr. Miguel Angel Pierri, quien de esto sabe un rato largo. En lo personal, solo asumo la definición, en cuanto tiene que ver con el “enredo”. Ocurre que modestia aparte, me sé un bien parido, a quien no anima otra intención que la de llegar a Ud., con características propias. Chass graciasss.
Hablar de isabelita resulta por demás extemporáneo, de modo que no lo voy a hacer. Sí en cambio le voy a dedicar mi atención a “la Cristina”, quien como ya le dijera y como si fuera poco, cuenta por delante con dos año de gestión, a la que el lector podrá denominar de la manera que le quede más cómoda, por sobre todo teniendo en cuenta “como le vá”, sin tener en cuenta la vida y muerte del semejante – léase inseguridad, hoy asumida como tal sin anteponerle el sustantivo femenino “sensación” -.
Pero veamos. A una bruja, habitualmente se le asocia con la lechuza, como para no adentrarme en definiciones y conceptos que ni Ud., ni yo estamos en capacidad de interpretar. La lechuza, no obstante, es un animalito de Dios que poco jode así se le atribuyan responsabilidades propias de la superchería. ¡Mire si una lechuza puede llegar a tener la facultad de provocar una desgracia!. Y acá es donde la cosa se encarajina un poco, motivo por el cual el pido me preste debida atención. La brujería y la superchería, sí son afines, ¿comprende?. Y la primera definición que nos ofrecen el diccionario respecto a la superchería, es: “engaño que se hace para sacar provecho o beneficio, especialmente si se perjudica a una persona o grupo de personas”. Ahora dígame una cosa…¿acaso no la empieza a asociar con La Señora?. Sea honesto; póngase una mano en el corazón y deje de tocarse con ella los genitales…¡¿la empieza a asociar o no la empieza a asociar?!. ¡Vió!. Le recuerdo además, que Superchería, es el nombre de un grupo musical de rock alternativo (???), de la Ciudad de Buenos Aires, formada a principios del 2007. Y Ud., me podrá decir que se trata de una simple casualidad el que La Señora haya asumido en ese mismo año…¡ahora me dice que no cree en brujas, pero que las hay, las hay!. ¿Por qué no se deja de joder con frases hechas, recontra hechas, viejas y pelotudas, y asume la realidad tal cual se presenta?. ¡Como Ud., sistemáticamente se niega, la corto acá, no sin antes decirle que como viene la mano, en dos años más, no quedarán vestigios suyos ni míos.
Ricardo Jorge Pareja