lunes, 23 de septiembre de 2013

VAMOS A JUGAR A LAS VISITAS


Pj, populismo, y más de lo mismo

 
 Mi madre me contó alguna vez que, hace muchos años, en la Argentina de las puertas abiertas, se jugaba a la visitas... Las chicas y algún chico que, generalmente no pateaba pelota, entraba a una habitación y era recibido junto a un grupo por la "dueña de casa". Era la "visita" y así se le atendía como tal...Una conversación, el ofrecimiento de alguna confitura, algunos simulaban -imitando a sus padres- tomar mate, una limonada podía completar el agasajo y después de otras palabras de protocolo se despedían con un "gracias" y "vuelvan pronto". Alguna niña mas perspicáz amonestaba a la que simulaba ser "madre" del niño por su "caprichoso" comportamiento. Un condimento más del juego. Era simulación de otra Argentina ; la de las puertas abiertas y los modales urbanos destacados. Así se comporta el radicalismo con el peronismo. Los "dueños" de casa reciben a los radicales y estos, simulando ser una familia moralmente sana y juiciosa (así se decía), terminan despedidos, amonestados, les ofrecen una limonada y palmoteando sus cabezas los despiden con un "vuelvan pronto"...Los esperamos. Los "chicos buenos" que eran "los dueños de casa" sonreían y festejan su "paternalismo" que les había otorgado su popularidad y mando en el juego. Los demás (pueblo) eran como "las visitas" que se habían conformado con una limonada y la bufonada de ser "visitas"...Casi impertinentes para los "dueños" de casa. Poco pretenciosos, quizá. El motivo del el voto al peronismo es por su demagogia populista y prebendaria, que no sólo se desparrama entre los pobres, que siguen siendo pobres, más aún, el peronismo los hace más pobres y aumenta la cantidad. También se derrama por las clases medias e incluso las altas. Por qué?... porque alguna ventaja siempre se consigue con el populismo: recordar el voto cuota de Menem, los planes manzaneras del Duhalde y la actual emisión incontrolada para mantener el consumo de los KK La doctora Carrió, en esa incontrolable incontinencia verbal, razona, erudita, pero simple : El peronismo es el culpable del caos argentino y la gente como con el "síndrome de Estocolmo" luego los vota, y la oposición es funcional al "modelo" por los contubernios tolerados. Desde el inicio de la nueva democracia (1983) -luego de un largo período de - Nuit et brouillard- los peronistas arrastran veintidós años en el poder y llevarán veintiocho en la provincia de Buenos Aires; en treinta años se llevaron hasta los ríos más caudalosos. Es evidente, ante semejante panorama, dejando de lado los eufemismos infantiles, que el peronismo caerá alguna vez más, por su ineficiencia y corrupción generalizada, que por el descrédito de la ciudadanía empeñada más en "ne regarder que mon avenir" que el futuro de la República. A veces, los "chicos de la casa" hasta acuden a familiares máscaras e imitaciones para reforzar entidades posesivas y amedrentar a las "visitas". Antes les alcanzaba con echar las culpas desde Perón a los montoneros, a "Isabelita", a López Rega, más tarde la tragicómica máscara de un Herminio Iglesias, Lorenzo Miguel, Ubaldini, Menem, Duhalde... Hoy, unos y otros han cambiado, pero siguen con "visitas aggiornadas" y, como los años han cambiado, hoy los módicos modales son un bulling indisimulable con los chicos de la "visita"... Alfonsín, Solanas, Stolbizer, Sanz, Terragno, Prat Gay, Gil Lavedra, Illia... La presidenta culpa a todos por igual y no advierte que hoy Kunkel, Abal Medina, Moreno, Kiciloff, D'Elia, Fernández, Boudou, Lorenzino, De Vido...son los anfitriones de la "casa". Massa y Scioli están esperando para no ser "visitas" quieren ocupar la "casa" de la felicidad y el dispendio generalizado. El peronismo de la justicia social "en serio" vivió tan solo lo que alcanzó el rezago de guerra (1947/49), lo demás, con el mismo general que la generó, de a poco se fue desvaneciendo hasta alcanzar una inflación desconocida en La Argentina (1952) que se llevó no solo estabilidad : El país que hubiera competido con Canadá y Australia. Los Kirchner nos han dejado desprovistos de ropa y algo más ; de esperanza. No son peronistas, ni siquiera los anfitriones de "la casa"; son oportunistas que piensan que con sólo populismo se engaña a un pueblo todos los días, todo el tiempo. La oposición tendrá que cambiar de juego. Si siguen jugando a "las visitas" con el peronismo, temo que éstos jamás abandonaran "la casa", que es de todos.
Lorena Udaeta Siles