Rosario a sangre y fuego
Rosario
vive hoy a sangre y fuego, lo que permite que el narcotráfico se
arraigue cómodamente en una Ciudad santafesina que supo ser pujante,
cálida y apacible, siendo estos atributos bien aprovechados por los
mercaderes de la muerte para doblegarla comprando voluntades y
hostigando a sus pobladores, con el homicidio como única respuesta.
Indicó hoy el presidente de la Asociación Antidrogas de la República
Argentina, Claudio Izaguirre.
Aunque en 2008 y 2010 advertí puntillosamente lo que se venía en
Rosario, recibí como toda respuesta el desprecio del entonces Jefe de
Narcotráfico de la policía de Santa Fe, Hugo Tognioli y del secretario
de Seguridad Pública provincial, Horacio Ghirardi, quienes negaron
tajantemente lo que luego les explotó en la cara, dejando como “daño
colateral” la detención del ya Jefe de Policía provincial Tognioli.
Las familias que domina la venta de drogas en la Ciudad de Rosario,
son sólo el escalón visible de la comercialización de estupefacientes en
esa provincia. Nadie habla de los proveedores de sustancias para que
estos narcos argentinos comercialicen. Hace al menos siete años advertí
que el Cartel del Norte de Colombia liderado por Daniel Barrera Barrera
(alias El Loco) dominaba desde la Isla del Cerrito en Chaco hasta el sur
de Santa Fe, operando principalmente desde las localidades de San
Lorenzo y Rosario para exportar drogas hacia Europa y obviamente para
proveer de sustancias a malandras rosarinos.
Cocinas de estiramiento y comercialización
Es simple aunque no fácil erradicar la comercialización de drogas en
la Ciudad de Rosario, dado que los espacios de comercialización están a
la vista de todo el mundo y las familias que se presentan como jefes de
la comercialización en esa ciudad han hecho todo para aparecer en los
medios de comunicación pretendiendo construir fama y prestigio a costa
de la vida de jóvenes y niños adictos.
Uno de los espacios más conocidos de Rosario, donde se estira y
comercializan drogas, es el que queda en la calle Francia en su
intersección con Junín, a metros de Silos Davis y justo frente al
edificio donde viven entre otros vecinos ilustres, los hijos del señor
gobernador y alguno de los directivos del Banco HSBC. En ese lugar se
puede ver claramente como los jóvenes hacen cola para comprar sustancias
sin importar se de día o de noche o si es feriad o día laborable. Otro
de los espacios es el de Quintana entre Chacabuco y Esmeralda, donde se
estira y vende drogas, adjudicado a la familia de Los Monos según
cuentas los vecinos que sufren a diario el hostigamiento de los
malvivientes.
Estos grupos, conocidos como los Medina, los Cantero y los Monos
operan sus negocios al mejor estilo colombiano con dos o tres líneas de
custodios y jóvenes armados para todo servicio. Estos sicarios se
manejan por la ciudad con la impunidad de quien se sabe protegido y
dirimen cualquier discusión mundana ultimando al ocasional oponente como
sucedió hace pocos días con el joven de 16 años de apellido Trasante,
que nada tenía que ver con estos forajidos pero tuvo la mala suerte de
discutir con uno de ellos según informaron los medios locales.
Solución
Es necesario para la tranquilidad ciudadana abrir una mesa de diálogo
en todo el arco de la clase política con el objetivo de mancomunar un
único discurso que sirva para ayudar al adicto y su familia por un lado y
por el otro poner un decidido freno a os mercaderes de la muerte que
convierte en insoportable la convivencia entre los habitantes de esa
localidad y sus alrededores.
No es descabellada la idea de utilizar las fuerzas armadas para
concluir rápidamente con estos clanes que tienen en vilo a una sociedad
que se dedica a trabajar, producir y hacer conocer a la Argentina en el
mundo por su trabajo diario. El narcotráfico ha invadido la República
Argentina pero aún estamos a tiempo de erradicarlo, ya lo ha advertido
la Iglesia Católica en general marcando la necesidad de combatir
rápidamente estos espacios y en particular el Papa Francisco que reunido
con el Dr. Eduardo Duhalde, pide un dialogo político que permita frenar
el avance de quienes están envenenando a los jóvenes argentinos.”
Debería además desactivarse a los llamados grupos de Reducción de
Daño nacidos en Rosario, que gran culpa tienen en todo este problema,
dado que se han dedicado desde 2001 a incentivar el consumo de drogas
sin riesgo, lo que ha permitido que crezca exponencialmente el consumo
de drogas en esa ciudad y desde allí en todo el territorio nacional.
Presidente
Asociación Antidrogas de la república Argentina
Rincón 1424 Capital Federal