jueves, 1 de mayo de 2014

La Casa Blanca pide 'humanidad' en la pena capital mientras apoyo el aborto



¿Considería Obama más humano que Clayton Lockett fuese abrasado durante una hora?

Jue 1·5·2014 · 9:41h 5

La ejecución de Clayton Lockett, condenado a muerte por el asesinato de una joven de 19 años en 1999, ha causado polémica en Estados Unidos: debido a un fallo en el proceso, el reo sufrió una terrible agonía durante 40 minutos hasta morir de un paro cardíaco. Yo me opongo a la pena de muerte y hechos como éste no hacen más que reafirmarme en mi postura al respecto. Lo que me sorprende es la reacción del portavoz de la Casa Blanca a la noticia.
Obama apoya formas de aborto que incluso escandalizan a abortistas
Ayer Jay Carney, en nombre del presidente Obama, señaló: Incluso cuando la pena de muerte está justificada debe llevarse a cabo con humanidad y creo que todo el mundo reconocería que este caso no cumplió ese criterio”. No me explico cómo se puede asociar la palabra humanidad, con la compasión y el respeto por la vida que implica, al proceso consistente en quitarle la vida a una persona que se encuentra presa, incluso cuando esa persona ha sido condenada por un asesinato. Pero lo que más me llama la atención es que esa invocación a la humanidad en una ejecución venga de esta administración que ha demostrado tan poca piedad por los más débiles e indefensos.
Me refiero, por supuesto, a la radical política abortista de Obama, que ha llegado al extremo de recompensar a un poderoso lobby abortista que le viene apoyando en las campañas electorales -curiosamente, aportando fondos para su reelección tras recibir cantidades millonarias de dinero público de la administración Obama- apoyando el aborto selectivo de niñas, una práctica que incluso un medio tan abortista como El País ha tachado de ‘asesinato’ y ‘barbarie’.
La ‘inyección letal’ del aborto: morir abrasado durante una hora
Lockett fue ejecutado por el sistema de inyección letal. Ya expliqué aquí algunos de los brutales métodos de ejecución de niños y niñas por nacer, entre los que figura especialmente la inyección letal mediante una sustancia salina. Este método consiste en inyectarle al feto drogas o sustancias químicas que le provocan la muerte quemado o por envenenamiento. En estas ejecuciones se usa a menudo una inyección de 200 mililitros de solución salina fuertemente hipertónica, con la que se quema la piel del bebé, su garganta y sus órganos internos, un proceso muy doloroso con el que el niño puede tardar hasta una hora en morir. El cadáver suele quedar quemado y arrugado a causa de los efectos de la inyección. ¿Obama habría considerado más humano ejecutar así a Lockett? Porque así mueren miles de niñas y niños no nacidos en EEUU y Obama lo apoya, a pesar de que en este caso ni siquiera son reos de asesinato, sino seres humanos inocentes e indefensos. Claro que de serle aplicado el más frecuente de los brutales métodos de ejecución que sufren esos pequeños, Lockett habría sufrido una agonía no menos espantosa: en el 85% de los abortos de EEUU el niño muere por el método de succión, que despedaza su cuerpo por completo. Así es como mueren muchos miles de inocentes en EEUU con el apoyo de la administración Obama, que aún tiene la osadía de hablar de humanidad.