CFK desató el default y apoyaría a Hamas, convencida de que Singer, Pollack y Griesa integran el mismo lobby pro judío
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Desde que la Corte Suprema de los EEUU no tomó el caso argentino y
dio lugar a que el juez Thomas Griesa ejecute la sentencia contra
nuestro, CFK viene afirmando que está dispuesta a pagarles a los fondos
buitres lo mismo que a los bonistas que entraron a los canjes. La
suposición general era que lo hacía para que no se disparara la cláusula
RUFO, que permite a esos bonistas accionar contra la Argentina si ésta
les paga más a los holdouts. En este caso la deuda sería mucho
más, por lo cual era lógico su doble discurso de decir una cosa y hacer
otra, que es lo que pensaban los mercados financieros. Pero la realidad
demostró que hizo lo que decía y finalmente se compró su propio
discurso. Caprichosamente decidió no pagar, porque considera injusto y
excesivo el monto de la sentencia. Todo esto complementado por la
incompetencia de Axel Kicillof, que sólo sabe de historia económica y en
cambio carece de toda idea acerca de cómo funcionan los mercados. Así
es que ambos subestimaron lo que los mercados harían y así surgió la
teoría de que la Argentina pagó, cuando en realidad el pago se concreta
cuando el depósito en el BONY es girado a la plaza de Nueva York y ya
pertenece a los bonistas que entraron al canje. El BONY sólo es el
titular de la cuenta que tiene en el BCRA, pero cuando gira los fondos,
estos no son más de la Argentina ni de aquél. De ahí que el juez Thomas
Griesa nunca pueda embargar eso fondos y por eso no los deja girar si no
se les paga la sentencia a NML y Aurelius.
El informe que precipitó las cosas
Un informe del Jefe del Estado Mayor del Ejército, general César
Milani, dirigido a la presidente días atrás, explica que Paul Singer es
uno de los principales contribuyentes al New York Police Department y al
Estado de Israel y que el mediador Dan Pollack también responde al
mismo lobby neoyorquino. Esto habría desatado la furia presidencial y
entonces ordenó a varios funcionarios que actuaran apoyando a Hamas, el
movimiento terrorista islámico que desató el conflicto de Medio Oriente.
Aunque en realidad CFK ya estaba predispuesta contra el Estado de
Israel desde que firmó dos años atrás el Memorándum de Entendimiento con
la República Islámica de Irán, cuyo objetivo no fue descubrir la verdad
sobre el atentado a la AMIA sino tomar un seguro de vida contra
atentados terroristas futuros en la Argentina. Una política de Estado
que lleva adelante la República Federativa de Brasil, que permite las
actividades en su territorio de Hezbolah y Hamas, especialmente en Foz
de Iguazú. Como la colectividad judía argentina atacó el Memorándum de
entrada hasta lograr después de dos años que la Cámara Federal de
Apelaciones declarara inconstitucional ese tratado. La exigencia
posterior de la anulación del mismo puso a la presidente en una
encrucijada que no puede resolver porque no quiere terminar con su
seguro de vida contra el terrorismo. Por eso fue clave que Milani le
sugiriera la existencia de una conspiración judeo-sionista alrededor del
Griesa en Nueva York, donde la comunidad financiera está muy
influenciada por el lobby judío que tuvo gran relevancia en casi todos
los gobiernos norteamericanos, con excepción de la actual administración
de Barack Obama. Esta gran influencia judía en Wall Street y los
poderes permanentes de los Estados Unidos favorecieron que, cuando
Milani le dijo a ella que un gran aportante al Estado de Israel influye
decisivamente sobre Pollack y Griesa, se habría desatado su furia, que
la llevó al default acompañada por Kicillof. Simultáneamente Carlos
Zannini, Kicillof y Gustavo Cinosi, dueño del Hotel Sheraton de Pilar y
testaferro de Néstor Kirchner, conociendo la decisión presidencial,
habrían decidido comprar parte de los seguros contra default, como
anticipó este medio hace unos días.