martes, 5 de agosto de 2014

“El Gobierno mandó al país al default sin respaldo jurídico”



“El Gobierno mandó al país al default sin respaldo jurídico”



El desacato del fallo de Griesa podría tener consecuencias legales para los funcionarios que intervinieron. A los problemas económicos y políticos que muy probablemente genere el default, el Gobierno nacional podría sumarle serios problemas legales si se determina que las acciones que tomó en la pelea judicial con los fondos buitre y el juez Thomas Griesa fueron llevadas a cabo sin el respaldo jurídico que establece la legislación. Aseguran que "no hay ninguna chance" de que La Haya acepte un caso contra los buitres. Macitelli –Presidente del Partido Socialista (UNEN)- asegura que existe en realidad un “fraude en la deuda” y que antes de pagar, debe revisarse toda la misma: la reestructurada, la no reestructurada y las del Club de París, Repsol, etc.
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Si Cristina  Fernández Kirchner elegía ir al default –algo que finalmente hizo- y no pedía autorización al Congreso, eso podría costarle un juicio penal por incumpliendo los deberes de funcionario públicos, lo mismo que al ministro de Economía Axel Kicillof y al director nacional de la Oficina de Crédito Público. Está claro que el kirchnerismo no le dio ninguna intervención al Poder Legislativo y recién después del default la Presidenta dijo ayer que todas las decisiones las someterá a consideración de diputados y senadores. El argumento del oficialismo es que no hay default porque giró el pago del último vencimiento de la deuda, algo que los funcionarios estaban obligados a hacer a riesgo de ser denunciados penalmente. Pero hay otro problema aún más grave y es la sospecha de que Kicillof y Cristina actuaron incumpliendo los procedimientos legales necesarios para respaldar la decisión de incumplir el fallo de Griesa y enviar al país al default. Al menos, hasta ahora el Gobierno no ha hecho pública esa información, y es probable que aparezca fuera de término. Para tomar una decisión de semejante complejidad como es incumplir un fallo internacional -desacato-, se necesitan dictámenes jurídicos de la Procuración del Tesoro de la Nación y de la Secretaría de Legal y Técnica del Ministerio de Economía que respalden las acciones. No se trata de un mero trámite administrativo sino un exhaustivo análisis de las consecuencias legales y jurídicas que podrían derivar de cumplir la sentencia. En este caso, la Procuración debió haber explicado en términos jurídicos y legales el argumento que Kicillof utilizó para justificar el incumplimiento: la activación de la cláusula RUFO. Se trata de un argumento muy discutido, que generó opiniones encontradas y el Gobierno debió estar respaldado por un dictamen jurídico. Todos estos actos debieron tener respaldo legal, de lo contrario podrían haber sido tomados arbitrariamente.

Un abogado especializado en derecho administrativo explica que la Casa Rosada debería haber tenido incluso una amenaza concreta de los bonistas reestructurados de que pedirían la activación de la cláusula si se les pagaba a los buitres. El abogado, que sigue de cerca el tema, confirmó que el Gobierno no respaldó por escrito sus actos y tampoco este medio pudo acceder a la información a través de las oficinas encargadas. La Procuración del Tesoro no sólo debió dar su opinión legal sobre el incumplimiento de la sentencia sino también debió haber justificado el giro de los fondos que fueron bloqueados por Griesa. La oficina debería haber argumentado por qué se enviaba sólo el dinero para los holdins cuando había una orden judicial de pagar también a los holdouts. En todo caso, explicó el abogado, debió haber justificado el envío de esos fondos cuando había una amenaza pública de embargarlos por parte de Griesa. Si el dinero fuera embargado, al funcionario que autorizó su envío le cabrían consecuencias legales. Lo mismo para el que decidió desacatar el fallo de Griesa, si es que lo hizo sin respaldo legal. Hay otro hecho que podría complicar al Gobierno. En 2012, a través de una declaración jurada el director de la Oficina Nacional de Crédito Público, Francisco Guillermo Eggers, se comprometió ante Griesa a cumplir las órdenes de los tribunales de Nueva York. Ahora, ese funcionario podría quedar sujeto a una acusación por falso testimonio.

Otro abogado que conoce el proceso indicó que ese hecho revela que el Gobierno obró en contra del compromiso del organismo más importante en esta materia. Kicillof hubiera necesitado un informe técnico de oportunidad, merito y conveniencia -según establece la Ley de Procedimiento Administrativo- para modificar ese compromiso de Eggers. O una ley del Congreso para ir al default. Este abogado estimó que los funcionarios que tomaron estas decisiones sin respaldo administrativo ni legal podrían ser acusados por delitos como incumplimiento de los deberes de funcionario público, mala praxis y violación de la ley de administración financiera, además de malversación de fondos por el giro de fondos aún sabiendo que podían ser embargados. El ex fiscal Moreno Ocampo minimizó la amenaza del Gobierno argentino de llevar a EEUU a la Corte Internacional. La amenaza el Gobierno argentino de llevar hasta el Tribunal de La Haya la disputa con los fondos buitre y la justicia estadounidense, no tiene "ninguna chance" de prosperar, explicó hoy el abogado internacionalista Luis Moreno Ocampo. "No veo ninguna chance" de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya tome el caso, aseguró Moreno Ocampo en una entrevista con radio Vorterix. "Para que la Argentina pueda tener un caso ahí, Estados Unidos debería aceptar la jurisdicción y eso no creo que vaya a ocurrir", agregó el ex fiscal de la Corte Penal Internacional.

"Me da la impresión que la argentina no tiene chances ahí. El lugar sería la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero tampoco puede intervenir sin acuerdo de Estados Unidos y en casos como este, en el que ya hay un juez interviniendo", detalló. La declaración de Moreno Ocampo, reconocido internacionalmente como un especialista en la materia, se dio casi al mismo tiempo que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, insistiera con su amenaza de la semana pasada de llevar el caso ante la CIJ, como parte de la estrategia del Gobierno para extender la pelea con los buitres. "Quedan algunas instancias que deben analizarse, como la intervención de la Corte Internacional de La Haya, y el debate en el marco de la Asamblea de Naciones Unidas", recalcó Capitanich, que la semana pasada culpó a Estados Unidos por permitir el accionar del juez Thomas Griesa, que derivó en el default de Argentina. Desde el Gobierno se difundió hoy en algunos medios con que se estaba analizando la alternativa con un grupo de especialistas en la materia. El argumento esgrimido desde la Casa Rosada es que se está violando la soberanía y Griesa excedió su jurisdicción. El secretario de la Presidencia también se sumó a la idea. "Argentina va a recurrir a todas las acciones legales y políticas en el marco de los organismos internacionales, ya sea el Tribunal de La Haya, el G20, las Naciones Unidas. Vamos a ir a todos los escenarios internacionales para denunciar y demostrar esta absoluta barbaridad de los fondos buitre que han expoliado ya a varios pueblos y ahora se encontraron con un gobierno que no se deja avasallar", afirmó.

  Incluso el argumento fue sostenido por la jueza María Laura Garrigós de Rébori, titular de la agrupación kirchnerista Justicia Legítima. “Ir a La Haya sería útil para llamar la atención al poder mundial sobre lo que pasa”, afirmó en radio Nacional. Si Argentina insiste con llevar el caso a La Haya se expondrá a un enfrentamiento directo con el Gobierno de los Estados Unidos, ya que la CIJ resuelve casos entre países. Esta claro que este no es el caso, ya que la disputa argentina es con un juez y un grupo de acreedores, y no hay antecedentes de una disputa de este tipo que se resuelva en esa Corte. Además, Washington no acepta la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia desde hace 30 años cuando fue condenado por haber entrenado y financiado a los "contras" nicaragüenses. Estados Unidos no siquiera presentó defensa ante la acusación del Gobierno de Nicaragua porque consideraba que no era un tribunal competente. Desde el inicio del debate intergubernamental sobre las consecuencias del incumplimiento de pagos, la izquierda argentina (que lo llama "defol") tuvo en claro que se marcharía, en ese caso, a una situación de gran conflictividad social, que ya era evidente por el derrumbe de la economía pre-default, pero que ahora sería acelerado. El diagnóstico no ha cambiado, y ya hay una estrategia trazada al respecto. Deberá recordarse que según la consultora Celia Kleiman, Jorge Altamira tiene 4,1% de intención de voto, una enormidad para el Frente de Izquierda. El plan de reclamos que prepara la izquierda consiste en: prohibir las suspensiones y despidos, eliminación del impuesto al salario, reapertura de las paritarias, ajuste salarial mensual de acuerdo a la inflación y aumento de emergencia a los jubilados. También nacionalización de la banca y del comercio exterior.

Durante julio, el nivel de conflictividad social medido en cortes de vías públicas tuvo una tercera baja consecutiva intermensual, con 535 bloqueos (-6%). Pero los valores registrados representan el mes de julio con más piquetes desde 2009 a la fecha (+7% respecto a julio de 2013, anterior récord para ese mes). En cuanto a los distritos más conflictivos, Buenos Aires (89) lideró la tabla por 4to. mes consecutivo, seguido por la Ciudad de Buenos Aires (60), que repitió el 2do. lugar. Más atrás, se ubicaron: Santa Fe (49), Neuquén (45), Jujuy (40), Río Negro (28) y Salta (26). Las provincias menos conflictivas fueron San Juan (2), San Luis (3) y Santiago del Estero (3). En cuanto a los actores que protagonizaron los bloqueos, los trabajadores estatales volvieron al 1er. lugar, con 122 bloqueos. Un dato relevante fue el significativo ascenso de los piquetes de grupos de desocupados y cesanteados, quienes escalaron al segundo puesto, con su máximo valor para 2014 (115). Pero el dato más importante fue el ascenso récord de las fuerzas político-partidarias de izquierda, con un notable crecimiento y récord de piquetes para 2014 (67). ¡Hacia lo que viene, no es un dato menor! Desde el inicio del debate del default, la izquierda nernácula evaluó que se consolidaba un escenario propicio para su actividad, que ya venía en ascenso. El líder del Partido Obrero y precandidato presidencial, Jorge Altamira, editorializó horas antes de la declaración de incumplimiento de pagos externos:

"(...) Luego de medio siglo de asfixia provocada por la deuda externa, es claro que la única salida positiva para las masas y para un desarrollo de las fuerzas productivas correspondiente es el repudio de la deuda usuraria. Este repudio pondría fin a la confiscación del ahorro nacional (ganancias, intereses, rentas financieras y territoriales), que sale del país y retorna, en forma parcial y selectiva, bajo la forma de deuda pública y privada, y a la servidumbre nacional al capital financiero. En oposición a este régimen, es necesaria la nacionalización de la banca y del comercio exterior -bajo control de los trabajadores- y la apertura de las cuentas del gran capital. Sobre esta base se construirá un sistema de planificación nacional, orientado políticamente por un gobierno de trabajadores." La izquierda tiene un plan para los días del default, basados en una conflictividad social creciente, que le permitiría, además, ganarle espacio al sindicalismo peronista convencional, en especial el que responde al metalúrgico Antonio Caló y al docente estatal Hugo Yasky; y en mucha menor medida a quienes por hoy son sus “aliados transitorios” –Moyano, Barrionuevo y Micheli-. La izquierda es uno de los motivos por los que Hugo Moyano y Pablo Micheli necesitan retomar el conflicto que, entonces, Cristina Fernández de Kirchner recibirá desde lados diferentes.En la izquierda lo ven así, con un plan de reclamos muy definido ya: "El kirchnerismo ha buscado intensamente llegar a un acuerdo con Griesa y los buitres, o en su defecto producir un defol transitorio hasta diciembre. El defol K no es otra cosa que la treta para pagar a los buitres, del mismo modo que lo ha hecho con Repsol, el Club de París y los buitres que litigan en el tribunal arbitral del Banco Mundial. La “gestió”’ de los bancos locales para comprar la deuda con los buitres -para facilitar un pago posterior- muestra que la burguesía local es una de las principales tenedoras de deuda externa de Argentina y una beneficiaria de primera línea del pronto pago.”

¡Extorsión, es la palabra: muy cerca de la definición de Mascitelli del PS, que acusa al establishment y al Gobierno y sectores dec los medios de comunicación masiva de “Fraude Económico de la Deuda”! En esta línea antinacional, el gobierno ha puesto prioridad en derrotar al movimiento obrero que lucha y en rechazar reivindicaciones como la vinculada con el impuesto al salario. Capitanich, por ejemplo, les advirtió a Yasky y Caló que una modificación del impuesto al salario está condicionada al arreglo con los buitres. La cosa puede durar hasta enero próximo. Hay que cuidar el “equilibrio fiscal”, dice el oficialismo, mientras negocia el pago de deudas e intereses usurarios con la carroña internacional. El argumento se usa hasta para proteger a Boudou, denunciado también por corrupción en el canje de deuda de 2010. Los capitalistas, por su lado, alegan el defol para producir mayores despidos y suspensiones. De hecho es lo que ya está ocurriendo a un ritmo creciente. Las 350.000 cuentas sueldo que se cerraron en los últimos meses son sólo una parte. El “Programa” a presentar es: El gobierno ha hecho saber que tomará medidas para enfrentar las consecuencias de un defol, pero es claro que carece de un plan alternativo, porque su objetivo no es otro que terminar arreglando con los fondos buitres. Para combatir este derrumbe planteamos prohibir las suspensiones y despidos, la eliminación del impuesto al salario, la reapertura de las paritarias, el ajuste salarial mensual de acuerdo a la inflación y un aumento de emergencia a los jubilados. Por el no pago de la deuda externa en su totalidad, la nacionalización de la banca y del comercio exterior."


El ascenso récord de las fuerzas político-partidarias de izquierda, con un notable crecimiento y récord de piquetes para 2014



Néstor Kirchner y Roberto Lavagna fueron coautores de la reestructuración de la deuda externa pública. Desde un comienzo, fue una oferta unilateral con problemas que ambos subestimaron, y no atendieron las advertencias que se les hicieron. Al final, ocurrió lo que siempre se supo que sucedería aunque Lavagna se manifiesta sorprendido. En cuanto a Kirchner, murió en 2010. Lavagna considera necesario reivindicar su tarea y así converge con Cristina Fernández de Kirchner. Pero, a la vez, se supone que Lavagna es cercano a Sergio Massa, que así tiene un problema: entre Lavagna, que dice que no hay default; y Aldo Pignanelli, que vendía que no habría default (y luego, que habría un acuerdo entre privados), el precandidato presidencial precisa darle a la opinión pública una explicación de qué opina él de todo este tema y si el Frente Renovador tiene un discurso único. Mientras tanto, Lavagna cristikirchnerizado escribió en el diario “El País”, de Madrid, continuando conceptos que había escrito en “Clarín”, antes del default y que ya fueron comentados en anteriores artículos, que él “no está seguro de que sea un default”. “Difícil situación se ha creado entre Argentina y el 1% de sus acreedores. Intereses políticos fuertes del lado argentino y no menos fuertes intereses monetarios de fondos especulativos, abogados, bancos, cajas de valores, etcétera, ayudan a crear una fuerte confusión. Ninguno de los tres actores de esta saga está exento de responsabilidades: 1º.) El Gobierno argentino porque por omisión o por acción no cumplió con tres de los cuatro pasos planificados a partir del exitoso canje de 2005 que concluyó con la aceptación del canje por más de tres de cuatro acreedores, con una quita sustancial que —a los valores de aquel momento— alcanzó el excepcional nivel del 75%. 2º.) El juez y la Cámara de Apelaciones del circuito de Nueva York porque el primero decidió, y la Cámara avaló, una interpretación excesiva y novedosa en el mal sentido, que alteró el principio de pari passu y que llevó a privilegiar al 1% litigante sobre el 93% de los acreedores que finalmente ingresaron voluntariamente al canje. Ese privilegio en favor de los fondos buitre llegó al extremo de tomar como rehenes al 93% impidiéndoles cobrar el pago hecho por Argentina si primero no se cumple con la sentencia de pagar el 100% a la ínfima minoría litigante. Se hizo además con desprecio de que si el país hubiera hecho ese pago a toda la deuda original, por la vigencia de la cláusula RUFO (toda mejora debe extenderse durante 10 años, con vencimiento el 31-12-2014) toda la reestructuración de la deuda externa, la más grande hasta el colapso griego, se hubiera derrumbado.“

3º.)El 1% acreedor, los que en los mercados financieros se conocen como fondos buitre, son lo que son: inútil pedirles un comportamiento diferente. Son un segmento ocioso y peligroso del capitalismo. Quienes creemos en las bondades del capitalismo, de la economía de mercado como complemento del sistema político de la democracia, no podemos encontrar en el accionar de estos grupos ni un solo elemento de utilidad económica y, menos aún, social. Al revés, destruyen valores del capitalismo. Son, en lo esencial, anticapitalistas. Cabe entonces esperar que los dos primeros actores sean los que aporten buena voluntad, respeto e imaginación. El Gobierno argentino podrá incluso explorar esa búsqueda con sectores privados de la economía y/o con el apoyo de países que entiendan los riesgos sistémicos que se han creado. Mientras los abogados reiteran que este es un caso específico, lo cual es obvio en lo estrictamente legal, no pueden negar que este exceso del juez es un precedente que se usará con otras reestructuraciones soberanas, dificultándolas. Tanto es así que mientras los fondos buitre piensan ya en otras presas (comprando cierto tipo de bonos de Perú, por ejemplo) los países en proceso de emisión de deuda buscan ya caminos legales para evitar una repetición de la situación actual. El juez podrá advertir que con su fallo ha creado un desequilibrio en favor del 1% de los fondos especulativos, en contra de la amplia mayoría de los acreedores que viene cobrando sin problemas desde hace 10 años y del interés de los ciudadanos argentinos. Su indicación de que las partes debían “negociar” siempre estuvo, en realidad, vacía de contenido porque el fallo puso todo el poder del lado de los fondos buitre. No hay negociación posible entre un Estado soberano y un grupo privado en posesión de un fallo terminante en su favor.”

“Es claro que hay una falla del sistema global. No existe un sistema aplicable a la reestructuración de las deudas soberanas. Se discutió una propuesta (SDRM) en el seno del Fondo Monetario Internacional durante 2004 y 2005, pero la propuesta no prosperó. La oposición fue casi unánime de Gobiernos y del propio sistema financiero privado. Tenía errores, pero merece ser retomada, modificada y adoptada. Si ello no ocurre predominan los dobles estándares como lo prueban las enormes diferencias de tratamiento entre el canje argentino y lo que se permitió en el 2008 y años siguientes a Grecia. Infinitamente más favorable y donde toda la biblioteca jurídica se inclinó a favor de dar un cierre definitivo a la deuda griega. Este tipo de excesos se da además en ciertos órganos de solución de controversias como, por ejemplo, el tribunal del Banco Mundial (CIADI / ICSID) donde sus propias autoridades han reconocido, entre otros defectos, la falta de un órgano de apelaciones, la relación entre los jueces ad hoc y pocos estudios jurídicos especializados. La globalización requiere cuerpos institucionales coherentes, como Europa acaba de aprender a raíz de la crisis posterior a 2008, donde quedó en evidencia el riesgo de estructuras incompletas que dejan muchas decisiones en manos de los más fuertes. Aceptar reglas internacionales no es ceder soberanía (?); lo que sí constituye una cesión es aceptar reglas incompletas, con peligrosos vacíos. “Mientras tanto, ¿hay o no hay default en el caso Griessa vs. Argentina vs. Buitres?” Un acreedor podría decir SÍ porque no ha podido cobrar. Un ciudadano argentino puede decir NO porque parte de sus impuestos han sido usados para enviar el pago completo a tiempo; que el juez, de facto, tiene en un limbo que no se diferencia por su efecto práctico de un embargo. ¡Ese es el terreno desconocido en que estamos, por falta de antecedentes aplicables!”




Roberto Lavagna absolutamente cristikirchnerizado, hablando en Madrid sobre el “No Default argentino”-



¡Algunos argentinos –economistas, establishment, banqueros, bonistas ilegítimos- están distribuyendo un mensaje equivocado y perverso, mensaje que amplian los medios de comunicación porque viven de aquellos, y ese mensaje se contradice con el fallo judicial del Juez Ballesteros del año 2000 sobre “La Causa: A. Olmos s/deuda externa”, que devuelve a las cámaras legislativas, por ser constitucionalmente quienes deben definirse: “la investigación exhaustiva de la deuda legítima y la deuda ilegítima”, solo a esto debemos fidelidad, porque lo manda la justicia y la Constitución Nacional.



Buenos Aires, 4 de Agosto de 2014.

Arq. José M. García Rozado

MPJIRucci – LIGA FEDERAL –

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