¿Quién es el anticristo? - Cardenal Giacomo Biffi (Repost)
El cardenal Biffi ha
presentado a Benedicto XVI y a la Curia Romana
«la advertencia
profética de Vladimir S. Soloviev» sobre el anticristo.

El predicador de los
ejercicios espirituales hizo referencia al filósofo y poeta ruso, que vivió
entre 1853 y 1900... Citando la obra de Soloviev, «Tres
diálogos» (1899), el arzobispo emérito de Bolonia recordó que «el
anticristo se presenta como pacifista, ecologista y ecumenista». «Convocará un Concilio ecuménico y buscará
el consenso de todas las confesiones cristianas, concediendo algo a cada uno.
Las masas le seguirán, a excepción de pequeños grupos de católicos, ortodoxos y
protestantes», dijo.
Según la síntesis de su predicación de este
martes por la tarde, ofrecida por «Radio Vaticano», el cardenal explicó que «la
enseñanza que nos dejó el gran filósofo ruso es que el cristianismo no puede
ser reducido a un conjunto de valores. En el centro de ser cristianos está, de
hecho, el encuentro personal con Jesucristo».
«Llegarán días en los que en la cristiandad
se tratará de resolver el hecho salvífico en una mera serie de valores»,
escribió Soloviev en esa obra.
En su «Relato
sobre el anticristo» Soloviev prevé que un pequeño grupo de católicos,
ortodoxos, e hijos de la Reforma resistirán y le responderán al anticristo: «Tú
nos das todo, menos lo que nos interesa, Jesucristo»
Para el cardenal Biffi esta narración es una
advertencia. «Hoy, de hecho, corremos el riesgo de tener un cristianismo que pone
entre paréntesis a Jesús con su Cruz y Resurrección», lamentó.
El arzobispo explicó que, si los cristianos
se «limitaran
a hablar de valores compartibles serían mejor aceptados en los programas de
televisión y en los grupos sociales. Pero de esta manera habrían renunciado a
Jesús, a la realidad sobrecogedora de la Resurrección».
Para el purpurado italiano, este es «el
peligro que los cristianos corren en nuestros días»: «el Hijo de Dios no puede
ser reducido a una serie de buenos proyectos homologables con la mentalidad
mundana dominante».
Sin embargo, precisó el purpurado, «esto no
significa una condena de los valores, sino que éstos deben ser sometidos a un
atento discernimiento. Hay valores absolutos, como el bien, la verdad, la
belleza. Quien los percibe y los ama, ama también a Cristo, aunque no lo sepa,
porque Él es la verdad, la belleza, la justicia».
El predicador de los ejercicios precisó en la
capilla «Redemptoris Mater» del
Palacio Apostólico del Vaticano que, por otra parte, «hay valores relativos, como
la solidaridad, el amor por la paz y el respeto por la naturaleza. Si estos se
convierten en absolutos, desarraigando o incluso oponiéndose al anuncio del
hecho de la salvación, entonces estos valores se convierten en instigación a la
idolatría y en obstáculos en el camino de la salvación».
Al concluir, el cardenal Biffi afirmó que «si
el cristiano para abrirse al mundo y dialogar con todos diluye el hecho
salvífico, se cierra a la relación personal con Jesús y se pone de parte del
anticristo».
CIUDAD DEL VATICANO,
miércoles, 28 febrero 2007.
Fuente:
www.zenit.org
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Bautista