domingo, 28 de febrero de 2016

Grecia y Argentina: Analogías y diferencias


Grecia y Argentina: Analogías y diferencias










20/7/2015
La Crisis de Deuda Griega tiene muchas analogías con la Argentina aunque también algunas diferencias relevantes. En ambos casos, los gobiernos están frente al problema de una deuda impagable y, por ende, metidos en una trampa de Deuda Perpetua dada la refinanciación integral y permanente de todos sus vencimientos – pagando Deuda con Deuda – y tomando endeudamiento adicional.
Sin perjuicio de que la enunciación que sigue no sea completa, pueden identificarse tres grandes analogías centrales en el problema de la Deuda de Argentina y Grecia: 1. El Sistema de Deuda Perpetua, 2. Las re-estructuraciones o salvatajes, y 3. La modalidad de negociación.
 
  1. SISTEMA DE DEUDA PERPETUA.
La adhesión a la trampa de deuda impagable reside en que el gobierno Tsipras – como el gobierno Kirchner acá – no cuestiona la legitimidad de la Deuda sino sólo el aligeramiento de las condicionalidades de su refinanciación forzosa.
Se habla de los Efectos – esto es, las consecuencias de los planes de ajuste fiscal para pagar la Deuda – pero no de las Causas – que están en el origen irregular, ilegal e ilegitimo de las acreencias reclamadas al Estado – lo que lleva a que los gobiernos de ambos países coincidan en que la Deuda no se investigue, que los pagos de servicios no se suspendan mientras se sustancien tales investigaciones y que, consecuentemente – en Grecia como en la Argentina – nadie fue ni va preso por las estafas en las deudas del Estado.
Esta impunidad en cuanto a las irregularidades estructurales del Sistema de la Deuda Perpetua se agrava con la continuidad del Sistema porque Grecia, como la Argentina, no busca una salida del Sistema sino su permanencia dentro del mismo:
  • Grecia lo hace con su nuevo pedido de “rescate” o re-estructuración – el llamado reperfilamiento o nueva refinanciación de obligaciones impagables – que se realiza y se seguirá realizando cancelando todos los vencimientos con nuevos préstamos de los acreedores.
  • Argentina lo hace con su re-endeudamiento sistemático y su aspiración de volver a colocar Deuda en el Mercado Internacional de Capitales, según el objetivo del Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 y la Hoja de Ruta Boudou desde 2008.
Así como en el Mundo nadie pelea realmente “contra la Droga” sino “por la Droga”, es decir, por el control del negocio de la Droga, así también nadie pelea contra el Sistema de la Deuda – entendida como trampa de Deuda Perpetua – sino que todos luchan “por la Deuda”, por mantenerse dentro del Sistema y obtener más préstamos ya que, más allá de los discursos grandilocuentes, nunca se trata de una confrontación de fondo contra el Sistema sino de un discurso de forma dentro del Sistema.
De allí que episodios como la actual coyuntura de la deuda griega o la deuda argentina – hoy complicada aún más por la cuestión de los Holdouts – tienen que ser observados no como excepciones a la normalidad del Sistema de la Deuda sino como capítulos periódicos dentro de un esquema de re-endeudamiento permanente.
  1. RESCATES O SALVATAJES.
Los paquetes de préstamos vía re-estructuraciones de Deuda no son rescates o ayudas a los países deudores sino salvatajes a los acreedores de esos países que, caso contrario, se quedarían sin cobrar.
Por ello, el primer punto a considerar cuando se analizan los periódicos estallidos por inconsistencias del Sistema es ver si los acreedores originales – culpables y/o responsables directos del endeudamiento en tándem con los gobiernos corruptos que lo contrajeron – todavía permanecen como acreedores o si, en cambio, ya han salido del problema, esto es, si ya se han liberado del riesgo de impago porque ese riesgo cierto ha sido traspasado a otro.
La gran omisión dentro de la casi infinita masa de informaciones y comentarios sobre la Crisis de Deuda Griega es que los principales Acreedores Privados – empezando por los bancos de inversión Goldman Sachs, JP Morgan-Chase y otros, que fueron fautores o artífices del endeudamiento griego y cómplices en su ocultamiento – ya se han salvado, ya han salido del problema porque la enorme deuda que habían colocado y también tomado ya fue traspasada a terceros, que ahora son instituciones públicas internacionales.
En 2012, la Deuda Pública de Grecia – que actualmente suma 320.000 M€ (Millones de Euros) ó 342.000 (según algunos cálculos más precisos) – estaba contraída mayoritariamente con grandes bancos (europeos y norteamericanos): 193.500 MD (Millones de Dólares, que hoy cotizan a 1.09 US$/€). Ahora esa masa de deuda con bancos se ha reducido a 33.000 MD.
¿Qué ha ocurrido en el interregno? Que Grecia ha recibido grandes paquetes de rescate por entre 240 y 270.000 M€ del Eurogrupo de Bruselas – la ex Troika conformada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) – para que el país le pudiese cancelar la mayoría de la Deuda a los Bancos y se quedase debiendo entonces esa suma a organismos financieros estatales, re-estructuraciones mediante.
En este momento se discuten las condiciones de un tercer rescate, que es la tercera re-estructuración, y que deviene necesaria porque las dos anteriores (2010 y 2012) fracasaron, como fracasan todos los paquetes de refinanciación, que primero se venden a la opinión pública como supuestos “éxitos de negociación” que sólo sirven para diferir o “patear” los compromisos próximos para adelante pero luego se demuestran siempre ineficaces como soluciones de fondo del problema de la Deuda.
Es lo mismo que ha pasado aquí, en la Argentina con las “exitosas” renegociaciones de Deuda Externa de 1985-87 (Acuerdos de Nueva York del gobierno Alfonsín), de 1992-93 (Plan Brady, bajo Menem-Cavallo), Megacanje 2001 (con De la Rúa-Cavallo) y 2005-10 (Megacanje Kirchner-Lavagna, ya igualmente sujeto a revisión dado que la administración K no ha tenido ni tiene solvencia fiscal para cumplirlo como no sea emitiendo continuamente más deuda).
Se trata de una maniobra ya clásica en materia de Deuda Pública: primero se consintió en el rescate o traspaso del gran paquete de deudas impagables que Grecia tenía con los acreedores bancarios – básicamente el grupo citado de grandes bancos y fondos de inversión norteamericanos y europeos que llevaron al mayúsculo e irresponsable endeudamiento sin capacidad de repago del país – y luego, cuando estalla la Crisis de Deuda a partir de 2009, vinieron los rescates o grandes re-estructuraciones con el traspaso de la gran masa de endeudamiento a nuevos acreedores oficiales, que cargan así el peso de la refinanciación para el salvataje de los bancos.
La regla es siempre la misma: 1. Deuda de los Estados con Bancos Privados, 2. Salvatajes a los Bancos vía estatización directa o indirecta de esas obligaciones – es decir, pasándole el “fardo” de las deudas impagables a instituciones oficiales – y 3. Disminución de la Deuda con Terceros Privados para volver al Mercado Internacional de Deuda.
En algunos casos – como la Argentina K – este paso intermedio de descarga de la deuda con terceros se ha cumplido a través del pago privilegiado de las deudas con privados y organismos financieros internacionales a costa de aumentar en forma extraordinaria la deuda impagable intra-Estado (más del 60 % de la Deuda Total) para allanar así la vuelta a tomar nueva Deuda Externa.
  1. ESTILO DE NEGOCIACIÓN.
Como ya es usual en estos casos de Crisis de Deuda, algunos países sumamente endeudados – como Grecia y la Argentina – tienen gobiernos con discurso muy confrontativo frente a los poderes financieros expuestos “para la galería” pero realidades muy diferentes cuando las palabras se bajan a los hechos.
Es el caso del gobierno Kirchner, que se jacta de haberse liberado del FMI mientras permanece dentro de un Sistema Financiero Internacional (SFI) que sigue teniendo precisamente como referente técnico al FMI, que dice haberse des-endeudado cuando la Deuda Pública ha venido y sigue aumentando bajo su gestión a un ritmo de más de 10.000 MD por año (19.000 MD en 2014 y otros 18.000 MD previstos para el 2015), que aparenta resistir los condicionamientos financieros externos pero se reconoce “pagador serial” con récords históricos de pago de Deuda Externa, que declara diferenciarse de las anteriores políticas neo-liberales pero también aumenta la Deuda Pública de su administración, mantiene un retraso cambiario para poder sostener el pago de los servicios externos y sigue colocando deuda nueva a través de otro “festival de bonos” – en moneda local y extranjera – aceptando tasas de interés usurarias (del 9 % en dólares y el 30 % en pesos); y que habla contra los planes de austeridad pero practica planes de ajuste encubiertos por la vía de los ingresos: aumento de la presión tributaria, emisión inflacionaria para sostén del gasto público (influido directamente por los servicios de la Deuda) y toma de deudas adicionales.
El caso de Grecia es más patético porque el gobierno Tsipras tiene menos elementos para poder ocultar esta realidad que aquí la administración Kirchner.
Es algo típico de algunos regímenes identificados como “ultra-izquierdistas”, que tienen discursos duros pero luego terminan claudicando frente al choque contra la realidad.
La nueva administración del partido Syriza – electo en Enero pasado – encaró mal las negociaciones con la Troika: desplantes fuera de estilo diplomático del ex ministro de Finanzas Varufakis (algo parecido a las informalidades y expresiones aquí del ministro Kicillof), inconsistencias en el planteo del premier Tsipras al no cuestionar ni investigar las irregularidades de la Deuda Griega y tratar de resistirse con argumentos populistas contrarios a los planes de ajuste exigidos por sus acreedores (como aquí la presidenta CFK), técnica de dilaciones con posiciones negociadoras totalmente débiles (como aquí con el desacato del fallo Griesa), intento de desvío del eje de las discusiones con planteos jurídica e históricamente desubicados como el reclamo de reparaciones de guerra contra Alemania después de 70 años de terminado el conflicto y de firmado el Tratado de Londres de 1953 (algo parecido a la invocación aquí de los efectos de las políticas neoliberales de las décadas del ´70 y del ´90); y desmentida final de los hechos con la capitulación post-referéndum del 5.7, que rechazaba las condiciones del documento del Eurogrupo del 25.6 pero terminó aceptando condiciones peores después de la consulta popular (punto de contradicción, este último, que en la Argentina la administración K trata de evitar – como el caso de los Holdouts y de una nueva reestructuración de Deuda – traspasándole directamente el problema al futuro gobierno mientras compra su supervivencia financiera y política a costa de seguir colocando Deuda Nueva).
El ocultamiento de datos es también un elemento común en el estilo de manejo de las informaciones de los gobiernos de Grecia y de la Argentina, particularmente los falseamientos de las cifras de Deuda – con fuertes sumas de obligaciones no computadas y omisión de la Deuda Pública Indirecta (Empresas del Estado y Entes Oficiales) – así como la verdadera magnitud de los déficits presupuestarios.
No es casual que entre las exigencias de saneamiento fiscal para garantizar el pago de la Deuda el Eurogrupo le obligue ahora al gobierno griego la reforma de su oficina de estadísticas para blanquear los datos de sus cuentas nacionales (algo similar a lo planteado por el FMI contra la Argentina).
En síntesis, que las posturas públicas del gobierno Tsipras (cuyos planteos – pese a su discurso – durante las negociaciones no estaban en la práctica tan distantes de sus acreedores) vendieron a la opinión pública una imagen de resistencia y confrontación que no se correspondía con los hechos (lo mismo que acá la administración K en materia de Deuda, cuestión de los Fondos Buitre, situación fiscal o estadísticas del INDEC).
Tales son las principales analogías entre las Crisis de Deuda de Grecia y la Argentina.
Pasemos ahora – aunque mucho más brevemente – a ciertas diferencias relevantes en la situación de los dos países, que hacen también a tres puntos, tocantes a: 1. La pertenencia de Grecia a la Zona del Euro, 2. Su Sistema Bancario dentro de la Unión Europea (UE) y 3. Cuestiones políticas de orden internacional en el seno del Viejo Continente.
Se trata de características que se dan en Grecia pero que no tienen un correlato directo con la Crisis de Deuda de la Argentina (salvo algunos temas parciales o indirectos, como el giro en las relaciones globales con Rusia y China, por ejemplo, si bien no llegan al fondo de las mismas cuestiones planteadas).
  1. GRECIA Y LA EUROZONA.
Como miembro de la Zona del Euro Grecia tiene un régimen de moneda común o unidad monetaria que conlleva un sistema institucional del que el país no puede salir fácilmente porque no tiene facultad de emitir moneda propia ni vinculada a una tercera (como era aquí bajo la convertibilidad del peso en la década del `90), porque un intento de salida bajo la actual crisis de Deuda conlleva el riesgo de una macro-devaluación peor que la de Argentina en 2002, que puede derivar en una inflación no controlable y que llevaría a un default o cesación de pagos generalizada por la brecha euro-dracma o cualquier otra moneda sustitutiva.
Existe la posibilidad – al menos teórica – que el gobierno de Atenas pueda intentar poner en circulación una moneda paralela o “moneda-muleto” (como aquí se enunció la idea del Argentino durante el efímero gobierno de Rodríguez Saá) pero la administración Tsipras parece muy distante de adoptar una variante de este tipo ya que su intención y necesidad inmediata es permanecer en la zona del euro.
La alternativa o amenaza de la línea dura del Eurogrupo – caso del Ministro alemán de Finanzas, Schäuble – era la posibilidad de una suspensión “transitoria” de Grecia dentro de la Eurozona pero ello parece ahora descartado en la medida que el gobierno Tsipras se allana a las exigencias de los acreedores.
Esta adscripción institucional de Grecia a la Zona del Euro difiere de la Convertibilidad Argentina de la década del ´90, donde el dólar era una referencia formal pero modificable por Ley (la 23.928).
  1. EL SISTEMA BANCARIO.
Dado que el Banco Central (BC) de Grecia no puede emitir moneda propia debido a su adopción del Euro como Moneda Común los bancos griegos están sostenidos actualmente contra cualquier corrida de depositantes por una línea de crédito especial del BCE: el ELA o programa de Asistencia de Liquidez de Emergencia.
Esta línea – hoy del orden de los 90.000 M€ – es independiente de la refinanciación o nuevo préstamo negociado de 86.000 M€ para cubrir los pagos de deuda del Tesoro durante los próximos tres años.
En este último aspecto es muy probable que la presión o chantaje del Eurogrupo contra el gobierno Tsipras haya pesado más por el lado del sostenimiento de los bancos locales que por el llamado tercer rescate en sí mismo.
  1. FACTORES POLÍTICOS.
Como ocurre inexorablemente en todos los casos de Crisis de Deuda, la de Grecia está también imbricada en la compleja trama de intereses zonales de Política Internacional y Geopolítica.
La característica más ostensible y directa es el uso de la crisis griega como forma de ataque del tándem atlantista Estados Unidos-Gran Bretaña contra la UE en general y contra Alemania en particular, como parte de la pugna entre el Dólar y el Euro.
No parece casual que los medios de las dos grandes potencias citadas se hayan mostrado comparativamente favorables a la resistencia del gobierno griego contra el Eurogrupo, que conocidos economistas norteamericanos como Joseph Stiglitz y Paul Krugman – entre otros – hayan alentado la rebeldía del primer ministro Tsipras, que se haya azuzado el resentimiento griego por la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial y que se haya exagerado la dureza de la posición germana hoy – que tiende a defender a rajatabla la disciplina de la Eurozona, la política común de la UE en materia Monetaria/Fiscal y el salvataje al Sistema Financiero Europeo (que también incluye obviamente los intereses de la banca alemana) – mostrándola como forma de neo-colonialismo económico-financiero dentro de Europa.
Incluso la posición relativamente más benigna frente a Grecia del FMI – donde los Estados Unidos tiene la primera mayoría de votos – ha sido mencionada como producto o reflejo de la postura conciliatoria del gobierno Obama frente a Tsipras en un momento en que se podría temer un eventual giro de la administración griega hacia Rusia y/o China (bilateral o vía BRICS)
En síntesis, la Crisis de Deuda Griega no puede dejar de ser vista también como un subcapítulo de las luchas que se dan en el plano de los poderes mundiales.
Hasta aquí la interpretación personal acerca de algunos de los elementos de análisis sobre analogías y diferencias entre las Crisis de Deuda de Grecia y la Argentina.

Lic. Héctor L. GIULIANO
Buenos Aires, 16.7.2015
Publicado el 20 de julio, 2015 En la categoría Deuda Externa