ACUERDOS SECRETOS CON LOS HOLDOUTS
29/2/2016
Las negociaciones por la cuestión de los Holdouts en Nueva York se 
aceleran, las versiones periodísticas parciales proliferan y se 
considera que habría inminentes novedades al respecto pero todavía no se
 cuenta con informaciones oficiales concretas, cifras desagregadas de 
los puntos que están en discusión ni datos o antecedentes sobre los 
mismos.
Sí se sabe, en cambio, que la administración Macri – en el marco de su política de gobernar con deuda
 – está desesperada por arreglar el asunto, que el costo financiero de 
tal arreglo va a ser altísimo y que, con ello, el gobierno sólo aspira a
 concretar su objetivo fundamental y expreso de volver al mercado 
internacional de capitales, esto es, a tomar nueva deuda externa en gran
 escala.
Con ello, a la masa impagable de deuda pública heredada de la gestión
 Kirchner – más de 300.000 MD (Millones de Dólares) – se sumará la 
emisión de nuevos bonos para pagar los juicios y reclamos de los 
holdouts con toma de más deuda (por 15-20.000 MD); y a esto se le 
agregará después la nueva gran ola de endeudamiento externo del Estado 
para financiar obras públicas y de infraestructura cuya magnitud todavía
 no se conoce pero ya está en curso como armado financiero de la Deuda 
Nueva.
Una pieza clave dentro de estas negociaciones con los holdouts – 
llevadas a través del mediador Pollack – es el punto ofrecido por el 
gobierno Macri y puesto como condición del juez Griesa de que el 
Congreso Argentino derogue las leyes cerrojo 26.017 y 26.984 de pago 
soberano (que creó además una comisión investigadora de la Deuda Externa
 Argentina) como requisito de la propuesta, que está abierta hasta el 
29.2.
Esta instancia de tratamiento parlamentario constituye un arma de 
doble filo porque si el Congreso – como parece seguro – aprueba el 
arreglo con los holdouts no sólo allanaría el camino a la citada nueva 
política de macro-endeudamiento Macri sino que, a la vez, tal aprobación
 sería usada para tratar de hacer callar para siempre las críticas sobre
 ilegitimidad, insolvencia y responsabilidades por los delitos e 
irregularidades del sistema de la Deuda.
Para que el gobierno logre ese objetivo existe la variante que el 
Ejecutivo no pida al Congreso una aprobación directa del acuerdo – 
todavía secreto – con los holdouts sino sólo la derogación de las dos 
leyes que lo obstaculizarían; de modo que el Parlamento le daría así un 
aval implícito o cuasi-formal al arreglo convenido con los holdouts.
Ello podría ser así porque la contracción de más deuda por parte del 
Estado ya está autorizada por la Ley 27.198 de Presupuesto 2016 – que 
dejó aprobado el kirchnerismo – y que autoriza pagar la totalidad de los
 vencimientos de capital que se producen durante el ejercicio (68.000 
MD) con más endeudamiento público y tomar deuda adicional por mayor 
importe (91.400 MD), de donde surge una previsión de aumento de la deuda
 de 23.400 MD en el año.
Esto quiere decir que el Ejecutivo puede desdoblar el requerimiento 
al Congreso separando la derogación de las dos leyes (que hoy no se 
aplican porque la 26.017 está suspendida y la 26.984 quedó inoperante) 
del pedido de autorización de la nueva deuda para pagarles a los 
holdouts dado que esto último ya lo tiene acordado por la Ley de 
Presupuesto 2016 y la continuidad de sus facultades especiales conexas.
Deviene así indispensable que, en función de la defensa de los 
intereses financieros del Estado frente a la nueva toma de deuda externa
 en gran escala y sin demostración alguna de capacidad de repago por 
parte del gobierno Macri, los legisladores nacionales estén debidamente 
advertidos de la naturaleza y gravedad del problema que va a ser 
sometido a su aprobación, de la magnitud de las cifras y compromisos en 
juego y de la seria responsabilidad que les cabe ante una maniobra que 
busca dar por terminada toda discusión parlamentaria de fondo – todavía 
pendiente – sobre el problema de la Deuda.
Para evitar un tratamiento engañoso del tema Deuda Pública a través 
de la cuestión de los Holdouts, los legisladores que quieran cumplir a 
conciencia sus deberes y responsabilidades constitucionales tienen tres 
requerimientos concretos – lógicos y esenciales – a reclamar al gobierno
 en su condición de tales:
- Exigir al Poder Ejecutivo que eleve al Congreso el texto completo de todos los documentos pactados que forman parte del arreglo con los holdouts, acompañando los antecedentes del caso y con sus debidas traducciones al castellano.
 
Esto incluye los sub-acuerdos o acuerdos parciales ya firmados, como 
el caso de los bonistas italianos, los fondos Dart Management y Montreux
 Partners, así como con el fondo Brecher y otros acreedores.
- Requerir – como parte específica básica del punto anterior – un listado completo, acreedor por acreedor, de los bonos incluidos en la negociación, con la identificación detallada de los títulos involucrados en el arreglo, su importe a valor nominal (capital, intereses y total) y sumas comparadas – en valor absoluto – contra el importe final ofrecido por el gobierno argentino; de modo de poder apreciar – caso por caso – cuál es la diferencia cuantitativa resultante.
 
En el caso de los valores nominales, los mismos corresponderían a lo 
que figura en el Informe de Deuda Pública del Ministerio de Economía 
(MECON) como “valor nominal actualizado en circulación” (producto de 
valor residual por coeficiente de capitalización).
Estas informaciones y datos deben abarcar el detalle de todos los 
tenedores de bonos holdouts – con o sin juicio y con o sin sentencia – y
 no solamente los que tienen acciones legales contra la argentina; de 
modo de estar seguros que se trata de los totales generales (aunque en 
algunos casos pueda tratarse de cifras estimadas).        
Además, totales aproximados a pagar por conceptos de capital, 
intereses y monto, honorarios, asesoramiento, gastos y demás ítems; para
 tener idea de los importes que están en juego por estos rubros y la 
forma en que se los piensa pagar.
- Condicionar el tratamiento del o de los arreglos firmados con los holdouts al análisis y confección de un Informe Especial de la Auditoría General de la Nación (AGN) al respecto – no vinculante – conteniendo al final todas las observaciones, comentarios y recomendaciones del caso para que los legisladores puedan estar en condiciones de entender tales acuerdos y decidir su voto en consecuencia.
 
Este último punto debe incluir además una evaluación específica de la
 capacidad de pago proyectada por el gobierno para poder demostrar que 
el Estado Argentino pueda cumplir en tiempo y forma los nuevos 
compromisos de deuda firmados por la administración Macri ad referéndum 
del Congreso.
La forma de tratamiento de la cuestión de los Holdouts, la 
transparencia y claridad de las informaciones de apoyo del arreglo y la 
decisión final del Congreso sobre el asunto van a constituir una 
demostración del grado de capacidad, honestidad y coraje de la clase 
política argentina con representación parlamentaria en relación al 
problema de la Deuda.
Lic. Héctor L GIULIANO
Buenos Aires, 28.2.2016

