viernes, 19 de agosto de 2016

¿De qué madera está hecho Scioli?

¿De qué madera está hecho Scioli?

cristina-scioli-de-madera

Después de obtener el 48.6 % de los votos en el balotaje, y habiéndose impuesto en 15 de los 24 distritos electorales (incluida la Provincia de Buenos Aires), muchos se preguntan cuál es el futuro político de Daniel Scioli. En estos momentos su imagen está en uno de los peores momentos, la cual se mantenía positiva hasta el final del verano, y comenzó a caer sistemáticamente.



Después de 18 años de carrera política, por primera vez está en el llano, sin gestión que mostrar y sin recursos estatales para hacer política. Su trayectoria pues está en un punto de inflexión, ya que ahora deberá mostrar de qué madera está hecho realmente: si es un político de raza que sabe construirse espacios de lucimiento y poder sin plata, o si todo el tiempo fue un producto ayudado por los anabólicos mediáticos y presupuestarios.
Su carrera no es la de un líder. Fiel a su pasión motonáutica, siempre navegó las aguas que le fueron presentando oportunidades. Menem, Duhalde o Kirchner fueron apostaderos en los cuales recalar, pero nunca se planteó construir su propio muelle.
Fruto de este tiempo mediático y espectacular, nunca creyó en las construcciones políticas, y mucho menos en las territoriales. De ahí que siempre deba depender de quienes sí tienen esos atributos para poder seguir en carrera.
El resultado de toda esa configuración política fue su reunión con Cristina, en las oficinas de la Fundación Patria. Va a visitar a la dueña de casa, quien además sigue cortando el bacalao en un sector importante del peronismo. La foto es la del vasallo que ofrece reafirmar su dependencia del rey. Todo lo contrario de lo que indican los manuales de liderazgo político.
Cuando se fue protagonista de una derrota (que a luz de los números que se comentan al principio de esta columna, está claro que con otra fibra se podría haber ganado), siempre es necesaria la reflexión y la autocrítica pública, y entender que en la política contemporánea hay que reinventarse para poder volver a mostrarse como algo nuevo y/o distinto.
Pero Scioli nunca le prestó atención al consejo de Perón cuando decía que no se puede conducir lo que no se participó de su construcción. Es elemental: todo el entramado de acuerdos explícitos e implícitos que implica un proyecto solo lo conoce quien participó de todas sus idas y venidas. El ex gobernador siempre delegó eso en otros, quienes usufructuaron esa actitud.
Las recriminaciones de sus compañeros de partido -empezando por Gioja- respecto a su foto con CFK sin consultar ni avisar, muestran que hay algunos cuidados elementales que no logra contemplar. Ahora es uno más dentro de una mesa donde hay varios ganadores y un perdedor como él.
Resultado: Scioli sigue siendo el mismo Scioli de siempre, y esta etapa requiere reformulaciones que no son tan sencillas de hacer. Si quiere liderar algo, al menos deberá consensuar con sus pares algunos pasos públicos que no contradigan una suerte de estrategia general.
Ir otra vez a la batalla electoral con el mismo libreto, solo le dará el mismo resultado. Más aún cuando debería enfrentar al candidato del presidente (que sea quien sea, no necesita mostrar liderazgo) y al opositor con mejor imagen del país, quien sí es líder de su espacio (y además es peronista).