El Patrimonio del Banco Central crece con la devaluación y se derrumba con la joda de las Lebac Leliq
La
portada muestra el crecimiento del Patrimonio Neto del Banco Central a
la par de la devaluación del peso, y una proyección lineal de su caída a
cero a partir de los resultados obtenidos en el mes de octubre. Como
consecuencia de la leve reducción del valor del dólar, y por pagar
intereses de las Lebac Leliq y otras que treparían a 82.000 mil millones
de pesos mensuales, 2.735 millones por día, 114 millones por hora, 1,9
millones de pesos por minuto, y 32 mil pesos por segundo. Concretándose
así una descomunal transferencia de riqueza a favor de los banqueros, a
la par que la actividad económica se derrumba, la clase media se hunde
en la penuria, y las clases bajas en la pobreza.
Por Redacción – 7/11/2018
En el mes de octubre el Patrimonio Neto del Banco Central disminuyó en 379 mil millones de pesos.
Cayó a un nivel de 739 mil millones de pesos el 31 de octubre, desde un
nivel máximo de 1,12 billones de pesos que tenía el 30 de septiembre.
Al que arribó como consecuencia de la ganancia contable que obtuvo
cuando el dólar trepó a $ 41, por efecto de la revaluación de las
reservas en divisas y de las letras del Tesoro incobrables que tiene
nominadas en dólares.
O sea que en 31 días tuvo un caída de un
34 %, superior a un tercio del mismo. Yendo a parar buena parte de esa
caída a manos de los banqueros, por efecto de las tasas del orden del 70
% que está pagando por las Leliq, que son los sucedáneos recargados de
las Lebac. Una proyección lineal de esa caída, arroja que el Patrimonio
del Banco Central llegaría a cero a fines de enero próximo, en pleno
verano.
El gráfico de la portada también
muestra un profundo bache previo del Patrimonio del banco en julio y
agosto, que se produjo tras la ganancia cambiaria que obtuvo cuando el
dólar pasó de 20 pesos a fines de abril, a 29 pesos a fines de junio.
Haciendo que el Patrimonio del Banco Central se cuadruplicara, saltando
de 194 mil millones de pesos a 835 mil millones.
Pero luego en solo cinco semanas se
derrumbó a menos de la mitad, a 369 mil millones de pesos, no obstante
que el tipo de cambio se mantuvo relativamente estable, a la par de que
la bomba H de las Leliq comenzó a aparecer como sustituta de la bomba de
las Lebac.
Sería bueno que la sociedad supiera a
que manos fue a parar esa enorme cifra, equivalente a casi 17 mil
millones de dólares, al tipo de cambio correspondiente a cada periodo.
La que trepa a más de 27 mil millones de dólares, si se tiene en cuenta
la reducción de un equivalente a 10.200 millones de dólares del
Patrimonio del Banco Central durante el mes de octubre, calculado de la
misma manera.
El Banco Central se ha convertido así como lo sostiene Stripteasedelpoder desde hace largo tiempo, en una máquina infernal, que en lugar de promover “la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico con equidad social”,
como dice su Carta Orgánica, se dedica a obtener ganancias contables
mediante la devaluación del peso. Las que antes transfería al Tesoro
nacional, y ahora las transfiere directamente a los banqueros. A la par
que el circuito real de la economía se hunde irremediablemente, sin piso
a la vista.
En el funcionamiento de esa maquinaria
infernal, que tiene como insumo o input la devaluación del peso, y como
producto o output la ganancia para los banqueros, resulta interesante
averiguar con cuanta pólvora cuenta actualmente el Banco Central para
proseguir con ese juego. Suponiendo que no haya una nueva devaluación
que le aporte nuevas ganancias, y poniendo como límite que el Patrimonio
del Banco Central se reduzca a los 200 mil millones de pesos, que lucía
antes de las grandes devaluaciones de este año.
En base a esas premisas, con un pasivo
remunerado de 1,4 billones de pesos, proveniente de las Lebac y Leliq y
de las operaciones de pases pasivos con las que el Banco Central
esteriliza pesos, la disponibilidad de pesos para seguir girándoselos a
los banqueros, depende de la tasa de interés de referencia que logre
aplicar, o que estos le consientan.
Si la tasa fuera del 75 % a siete días,
la pólvora o sea los pesos, le alcanzarían hasta el 5 de abril. Y si
fuera del 70 %, alcanzaría hasta el 16 de abril. Si esta bajara al 65
%, el plazo se extendería hasta el 29 de abril. Y si fuera del 60 %,
podría llegar hasta el 14 de mayo. Y hasta el fin de mayo, si fuera del
55 %. Y hasta el 22 de junio, si la tasa cayera al 50 %.
Como la tasa todavía está cerca del 70
%, se puede decir que en ese entorno de fechas el Banco Central
comenzara a deglutir su patrimonio residual, para acercarlo a un nivel
de cero. Tras haberle transferido todas las ganancias obtenidas con la
devaluación del peso, que han causado una enorme penuria a los
argentinos, a sus grandes socios y amigos, los banqueros.
Con quienes se puede decir que mantiene
un dulce concubinato, acostados en el mismo lecho, en una inusitada
política que va mucho más allá del “market friendly policies”. Con la
esperanza de que cuando se acaben los fondos del FMI, pueda volver al
mercado de la deuda, para seguir pateando para delante de cualquier
manera su monto impagable.-
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