Cerrojo, dólar, inflación y precios:
una combinación inquietante.
“No es un intento de evadir la justicia de los EE UU”, intentó tranquilizar en el Senado de la Nación Lorenzino; “su el dólar no baja as menos de $ 9, los meto presos a todos”, amenazaba Moreno a los “cueveros grandes y medianos”,
esta vez infructuosamente durante el miércoles de esta semana. En una
semana clave cargada de anuncios económicos sensibles, se consolida la
tendencia a la suba de dos variables claves y peligrosas: “dólar e inflación”; con
el regado de pesos por causa de las paritarias y del medio aguinaldo,
reforzado el mes que comienza por la quitas al impuesto a los sueldos
implica mayores ventas, aumento transitorio del consumo y una “sensación acotada en el tiempo de cierta holgura en los hogares de la clase media y media alta” que ya definió su voto en un 90%. ¡Todo esto es una combinación inquietante y peligrosa!
Está instalada en la sociedad, y por lo tanto entre los operadores estadounidenses, de que el Gobierno Cristina no acatará el fallo de la corte
de ese país a favor de los fondos buitres, razón por la cual salió el
ministro de economía a hablar en la cámara de senadores para desmentir,
justamente, aquél “mentidero”, Lorenzino lo que buscó fue
tranquilizar las aguas luego de que el lunes la Presidente anunciara
que, en el caso de que la justicia estadounidense impidiese el pago de
la renta a los bonistas en New York, le propondrían que cobren en Buenos
Aires y con otros agentes financieros, la Caja de Valores de ésta
ciudad. Otro canje de bonos con cambio de legislación y de jurisdicción,
hubiere sido exitosa –igual que la reapertura del canje al 7% aún no
incorporados, eliminando la “Ley Cerrojo”- si se hubiere
realizado dos meses atrás, porque la primera terminaría con el posible
default técnico, si bien no implica explícitamente que no se cumpliría
con la justicia en caso de un fallo adverso; y la segunda implicaría la
voluntad argentina de pagar a la totalidad de los acreedores, dando un
giño a aquella Corte Suprema. Igual y de cualquier manera ambas en la
realidad se le parece bastante a un gambito a los fondos buitres.
Después
de haber logrado una importante quita de la deuda durante el período de
Lavagna, Kirchner equivocadamente no terminó de cerrar el problema de
la deuda con los fondos buitres, ni recobrar la confianza que creía
merecer por haber pagado puntualmente los compromisos con los bonistas.
Ya que innecesariamente se pagó con fondos de la reserva del Banco
Central la totalidad de la deuda con el FMI, mientras se mantenía
defaulteada la deuda con el Club de París, o sea se generaron dos
problemas innecesarios, pues se perdió la posibilidad de seguir con el
crédito blando del FMI y se mantuvo una deuda pagadera –y a plazos
medianos o semilargos-con el mencionado club que incluye en realidad
deudas con EE UU, Alemania, Francia, España, Inglaterra, Japón, etc.,
todos ellos miembros del G20, donde Argentina mantiene un asiento; esta
terrible equivocación de Néstor fue llevada adelante para dar un “gesto
a la tribuna interna, intentando emular, vanamente, aquella declaración
de independencia económica del Perón de los 50 del siglo pasado al no
ingresar al FMI en época de su constitución en los años de la posguerra
europea”, Néstor nunca comprendió que Perón en situación muy distinta, global y políticamente, no “ingresa al FMI” y que eso no es comparable con “pagar tontamente US$ 10 mil millones, cuando éstos se podían seguir pagando con intereses muy bajos y beneficiosos”.
Emular cuando no es la misma situación, es de necios o tontos, porque
ambas situaciones eran totalmente diversas, y se hicieren por causas
también muy diferentes. ¡Copiar gestos, cuando éstos son diferentes es
de necios o soberbios! ¡Y copiarlos manteniendo una deuda con otros
acreedores defaulteada es impropio porque daña a la Nación!
¡La
táctica no dio resultados! Es más el problema sigue pendiente, el 30 de
setiembre –dentro de exactamente 30 días- Argentina debe pagar US$ 67
millones de un cupón del bono Par cuya jurisdicción es también Nueva
York, es un monto verdaderamente insignificante aunque se pague con las “reservas del BCRA”,
pero lo significativo de éste pago es la expectativa que se ha generado
alrededor de si la Corte Suprema de EE UU habrá emitido a ese momento
alguna señal de si tomará o no el caso nacional. Hasta ayer la justicia
estadounidense dice que el Gobierno Cristina es un “moroso serial y execrable” y
desconfía de la voluntad de pago; mientras el Gobierno argentino –en
épocas de Néstor- le pagó al Fondo Monetario Internacional
innecesariamente US$ 10 mil millones con “reservas del Banco Central”. Y los US$ 9 mil millones pendientes y defaulteados con el Club de París, así como haber manipulados los índices de precios para “reducir el pago de la deuda de los bonos indexados por la canasta de precios minoristas”
por orden directa de Néstor, a la que el chirolita de Guillermo Moreno
dio por cumplida, cuando el prestigioso organismo –ejemplo regional y
mundial en su metier- quedó reducido a una unidad básica que emitía
índices cuestionados aquí y en el exterior, a los que el Fondo Monetario
Internacional cuestiono y requirió del Gobierno, como integrante de ese
organismo (cosa que no lo era durante la gestión del General) debe
rejerarquizar perentoriamente, o atenerse a las sanciones que ese
organismo mundial le pueda imponer. Sanciones que en un primer escalón
han sido de “recomendar el cambio de metodología para hacerlo más estricto”, y de no cumplir puede llegar a la “suspensión” y luego a la “exclusión” de aquel.
La
justicia norteamericana, ante las incontinencias verbales de Cristina,
Boudou y Lorenzino, dice que el Gobierno es un moroso execrable y
desconfía abiertamente de la “voluntad de pago”; los analistas
extranjeros acompañan abiertamente esta postura, a la vez que los
técnicos y directores de los organismos multilaterales de crédito –FMI,
BM y BID- tienen la misma postura, más allá de que hasta la fecha el
Gobierno, aunque para “la tribuna” discurse por izquierda y tome
actitudes infantiles y perniciosas para nuestros propios intereses,
lleve cumplido puntualmente con todas las obligaciones como bien
explicita Cristina Fernández y hasta neciamente dice “no entender porqué no es considerado un pagador serial”,
puntual y confiable. Habiendo sido, es absolutamente real, un país y un
gobierno que ha cancelado todas y cada una de sus obligaciones
contraídas, Argentina tiene unas pésima imagen en el exterior, siendo
éste uno de los motivos que influyen para que esté totalmente aislado
del crédito y de las inversiones extranjeras directas; el mundo
desconfía del gobierno cristikirchnerista y esto tiene como base,
quizás, la propia incontinencia verbal de Cristina, Boudou, Lorenzino y
Kicilloff, quienes permanentemente dicen o actúan en el sentido de
aseverar aquella desconfianza. Argentina, siendo un “excelente y puntual pagador”,
después de la refinanciación de 2005 y 2010, no logra recomponer su
imagen, y hasta alguno de los propios miembros del G20 donde Argentina
se encuentra incluida, hoy solicitan su apartamiento.
Es
el Gobierno de los EE UU quien niega permanentemente, junto a la Gran
Bretaña, Japón y Alemania los votos para que el FMI, el BM y hasta el
BID, entregue créditos o refinancie los que ya tiene. Argentina paga
puntualmente éstos y no consigue que se los vuelva a entregar, exigiendo
así las reservas en épocas de “vacas flacas”. Sin señales de la
Corte Suprema, el pago insignificante de los US$ 67 millones se hará y
nuevamente Argentina se mantendrá bajo el paraguas que le brinda el
último fallo de la Cámara de Apelaciones de New York, respecto a los
pagos en dicha jurisdicción; antes el próximo 13 de setiembre, el Tesoro
nacional deberá desembolsar US$ 2 mil millones por el Bono par 13, que
el miércoles pasado concentró una catarata de ávidos compradores en el
entendimiento –bastante acertado debemos decir- de que ese título será
una de las muy contadas opciones que existen para comprar “dólares en blanco”,
aunque cercanos ya al valor del blue, o sea a $ 8,75. Con esta catarata
de anuncios económicos (llevada a cabo como consecuencia de la “toma de conciencia”, por parte de Cristina Fernández de que la derrota de las primarias es sólo el “anuncio” de la estrepitosa derrota del 27 de octubre próximo), en una semana muy movida donde el “blue llegó a $ 9,76”, donde además ella anunció la “apertura del tercer canje de deuda”, además de notificarnos de que se envió al Congreso un proyecto de ley de “apertura y declaración de nulidad de la Ley Cerrojo”,
y que se presentó un proyecto para permitir que los bonistas acreedores
de los Bonos I y II puedan canjear estos por otros bajo legislación
nacional y ha ser cobrados en la Caja de Valores de Buenos Aires.
En
esta misma semana se conoció la suba del mínimo no imponible al tributo
al salario obrero registrado, con el único fin de acallar las voces
opositoras que reclamaban ésta suba, además de que ésta se lleva a cabo
para que aumente el consumo-electoral hoy realmente muy planchado;
siendo así, que se consolida la tendencia a la suba de dos variables
claves: la suba del dólar –tanto el oficial que ya supera una
devaluación del 40% mensual, como del dólar paralelo o “blue” que
llegó a cotizar antes de los histéricos llamados del Secretario de
Comercio a $ 9,76- y de la inflación que medida correctamente se está
consolidando en una suba mensual de más del 2% tendiendo al 2,5%
mensual. Cristina Fernández, o sea la Presidente dijo, en varias
oportunidades, que no estaba dispuesta a devaluar el peso en forma
brusca, pero las circunstancias la habrían llevado a cambiar algo su
postura y en forma silenciosa y pareja va acomodando la moneda al ritmo
de la inflación, que ha dejado de ser una “sensación para convertirse en otra de las realidades”
que el Poder comienza a reconocer –la otra es la seguridad, donde se
intenta vanamente saturar los conurbanos de las metrópolis y de las
ciudades más castigadas por dicha ola- abiertamente. El aumento
anualizado de la moneda de cambio en los últimos treinta días llegó al
40%, un avance importante que, entre otras cosas, puede responder a
causas externas (Brasil a devaluado el Real un 13% llegando a la
paridad de R$ 2,35 por dólar) pero que tiene “consecuencias internas directas” sobre un tema central como es la suba de los precios de la canasta nacional.
Argentina
observa dos dependencias sumamente importantes, uno es el comercio
bilateral con el Brasil, lo que implica que dependemos del crecimiento
del vecino para nosotros estar un poco más desahogados; y el segundo es
la cosecha de la soja que tiene como casi exclusivo comprador a China.
El real brasileño es una de las monedas de los países emergentes que
junto a Sudáfrica, India e Indonesia están devaluando pues se hallan
bajo el fuego del recorte de dólares que EE UU anuncia y realiza con
intensidad en los últimos meses, fue EE UU quien llenó de dólares al
mundo en éstos últimos años y ahora ha decidido que emitirá menos
billetes y paralelamente sube la tasa de interés, esta decisión
anunciada con tiempo y llevada a cabo gradualmente, implica poner fin a
la política de “tasa cero” que caracterizó a la principal
economía del mundo, por lejos, desde 2009. En otras palabras, si EE UU
emite menos billetes y sube la tasa de interés, una enorme porción de
los capitales de todo el mundo saldrán de los mercados emergentes para
buscar la calma financiera de Nueva York o Chicago. ¡Estos “capitales golondrina” son los que abandonan cada vez más raudamente Brasil y Dilma Rousseff “apura una depreciación del real” en un intento estéril de frenar dicha salida! La realidad supera y doblega la ficción del “relato de la década ganada”,
y así cuando Brasil devalúa, se hace más barato en término de dólares
y, de varias formas, le pone presión a la Argentina para “no perder terreno en materia de competitividad”. Ahora es momento de para la pelota y comenzar a mirar éste término “Competitividad”, un término muy usado pero muy poco comprendido por autoridades, empresarios, banqueros y sindicalistas: “La Competitividad” es el único sinónimo de “Desarrollo”, así,
los dos con mayúsculas, pues sin uno de ellos no existe el otro aunque
se pretenda separarlos, ambos conceptos van indiscutiblemente de la
mano, si no se entiende la importancia de aquel término, nunca se
logrará el verdadero desarrollo, de una nación.
Un ejemplo simple y cercano lo impone “el turismo”,
cuando el dólar está relativamente bajo (oficial), como hoy día, los
turistas llegan de Brasil buscan otros destinos porque la plaza
argentina es cara, y asimismo el turismo nacional es hacia el exterior
generando –como hoy día- “fuga de divisas”. Con dólar alto, los
brasileños y otros extranjeros (2002/2007) invaden Buenos Aires y los
demás centros turísticos gastando dólares generosamente, generando
entonces “llegada de divisas” Ante éste problema adicional, la
Argentina, además, corre de atrás porque, si bien ambas naciones suben
el dólar un 15% en el año, los hermanos de habla portuguesa tienen un 6%
de inflación anual y nosotros no podemos bajar del 25%. “¡La carrera es despareja y difícil de equilibrar en el corto o mediano plazo!”
El nuevo marco financiero tiene además otras particularidades que le
agregan inestabilidad; subir el dólar a un ritmo anual del 30/40% con
tasas de interés del 18% -como hoy están- agregan mucha presión a la
baja de las reservas del BCRA, y las empresas optan por tomar crédito en
pesos y piden dólares al central para aplicarlos a cancelar deudas,
importaciones o prefinanciación de exportaciones otorgadas por bancos
locales o del exterior. Como los bancos nacionales, están llenos de
pesos, y el sector privado tiene créditos en pesos y el Central, cada
vez tiene menos dólares, sucederá que en algún momento el dilema se hará
insostenible: o se sube la tasa de interés y se plancha el consumo
interno, base del “modelo”· cristikirchnerista; o se cambia la
paridad del dólar, que va a generar aumento de los precios internos, o
sea inflación. ¡Para el Gobierno, y mucho más para la población de bajos
ingresos particularmente, la suba del dólar no es gratuita!
Una
aceleración cambiaria habría aportado lo suyo en la suba inflacionaria
del último mes. Según cálculos privados muy serios, y por tercer mes
consecutivo, en agosto la inflación minorista habría crecido “por encima del 2%”,
pero justamente los alimentos en éste mismo mes de agosto con precios
muy ligados al dólar terminarían con una suba del 2,5% mensual,
liderando con comodidad los aumentos de precios, esta carrera entre “precios-salarios-dólar”
se encamina este año 2013 a tener un resultado distinto de los años
anteriores, porque con las paritarias cerrando en un promedio, mentiroso
y de carácter netamente “deflacionario” y de concepción netamente “ortodoxa y monetarista: neoliberal”,
del 24% -en etapas y que reconocen un aumento inicial (real) del 14% y
sendas subas de 5 y 5 o de 7 y 3, o la más perversa de un 10% en
noviembre-diciembre o en enero de 2014- de sueldo a gatas equiparan, con
verdaderas pérdidas de capacidad de consumo a la inflación y perderán
cómoda y realmente frente al dólar (oficial) y la inflación desde la
medida por el INDEC como por las medidas por consultoras serias y hasta
por los institutos provinciales que miden aquella. Si tomamos las cifras
del INDEC el salario pierde capacidad y ni que hablar si lo hacemos con
los privados o provinciales. ¡Lo mismo y muy agravado sucede si lo
medimos respecto del dólar oficial, y ni que hablar respecto del
paralelo que lleva trepado un40% en el año y sigue amenazando! Este
retraso del dólar oficial –ahora intentando incorporar cierta realidad
devaluatoria- de los últimos años (2007/2012 donde creció notoriamente
por debajo de la inflación) empezó a revertirse en el terreno ante la
palpable e indisimulable realidad gubernamental –en especial- de la
escasez de dólares.
Como
con otros desequilibrios: fuerte emisión para llenar el déficit del
Tesoro (emisión de alrededor del 30% anual, y gasto público creciendo al
35/40% anual), enormidad de subsidios para mantener tarifas de gas, luz
y transporte (nichos puntuales de corrupción rampante) congelados en
CABA y Gran Buenos Aires, etc.; subsidios descontrolados a Empresas del
Estado (o seudo empresas del Estado, AA y Austral aún con las acciones
en manos de Marsanz, YPF aún no se pagó lo expropiado a Repsol, etc.)
Aerolíneas y Austral con más de US$ 1,5 mil millones anuales, AySA con
más de US$ 300 millones, Enarsa alrededor de US$ 4,5 mil millones por
compra de combustibles para paliar el déficit de la no política
energética del cristikirchnerismo, ARSAT con subsidios de cerca de US$
500 millones, YPF que desde su expropiación sigue perdiendo “reservas gasíferas y petroleras” y
ni que hablar del descenso de su capacidad de extracción y producción
(refinamiento), todas ellas en franco descenso y con costos cada vez más
altos. Las pérdidas de YPF desde su supuesta nacionalización son
verdaderamente escandalosas y deberán ser oportunamente revisadas
judicialmente para encontrar a todos y cada uno de los responsables.
Comenzando por la supuesta nacionalización/argentinización de YPF-Repsol
y la ¿venta? a los Eskenazi, hasta llegar a la expropiación del
cristinismo con Galuccio y Kicillof como conductores del proceso y del
gerenciamiento de la misma. Esta revisación deberá llevarse a cabo
además sobre los responsables y las empresas argentinizadas –Aerolíneas
Argentinas y Austral, AySA, concesionarios viales varios, concesionarios
del transporte subsidiado (trenes y automotor), etc., etc.,- colocando a
los responsables de los actos de malversación de los caudales den
cuenta ante los estrados judiciales. Se deberá esperar a que la madeja
se desate en forma pausada y total.
El ministro Lorenzino inauguró la semana explicando que habría “un intento de hacernos volver al 2001”,
una verdadera y total chiquilinada, además de una profunda
irracionalidad de parte de un funcionario de tan alto rango nacional, en
referencia al fallo de la justicia de EE UU a favor de los fondos
buitres, afortunadamente, los problemas económicos argentinos están muy
lejos de los peores momentos de la crisis, pero en el Gobierno Cristina
parecen decididos, luego de la derrota de las primarias, a oscilar en el
discurso entre “la década ganada” y el recuerdo cruento y
dramático del 2001, ¿será que ellos en su enorme miopía estarán
reviviendo aquellas horas aciagas? O micho peor aún, son tan incapaces
en la gestión, como dice Sergio Massa en los discursos que creen ver la
crisis del 2001 cuando ven fugarse las reservas a un paso de US$ 1 mil
millones trimestrales, y desde unas reservas de US$ 35 mil millones,
luego de los pagos de los Bonar 13 el próximo 13 de setiembre, comienzan
a abrir el paraguas, para victimizarse, tal como lo hace Cristina
Fernández. El muy frágil equilibrio entre las reservas y la deuda, los
lleva a estos verdaderos inútiles a decir con el argumento de no
contraer “nueva deuda”, que la Argentina debe seguir pagando los
compromisos oficiales con las reservas. Pero las tenencias de divisas
–reservas del BCRA- caen tendencialmente desde fines del año 2012, luego
de pagar los US$ 2,140 mil millones dejando cerrado el capitulo del
Bonar VII, que es el pago más impactante, pues irá a los bolsillos de
los inversores. Pero no el único, pues en todo el año se pagarán US$
7,340 mil millones, y el año 2014 los pagos sumarán con el pago del
Cupón PBI por US$ 3 mil millones (que si no se mintiera para la tribuna
interna quizás no debiera pagarse este cupón porque el crecimiento del
PBI anual no superaría el 3%), las erogaciones llegan a los US$ 8,647
mil millones, y toda esa cantidad de divisas debería salir de las
reservas.
Las
reservas del BCRA terminaron ,la semana en torno a los US$ 37 mil
millones, pero dentro de esa cifra existen US$ 7 mil millones que en
realidad son los llamados “argendólares”, debido a que en
realidad son dólares de particulares (encajes bancarios de depósitos de
particulares en divisa extranjera), además existen otros conceptos que
no son puntualmente “reservas líquidas”, y que suman casi US$ 10
mil millones que se deben restar a la cifra publicada por el Banco
presidido por Marcó del Pont, así luego del pago del 12/13 de setiembre y
que parte del enorme bajón se compensa con el crédito a tres (3) años
concedido por el Banco Central de Francia y que el Gobierno Cristina
mantiene en el más absoluto secreto (mucho más secreto que las clausulas
escondidas en el contrato con Chevrón firmadas por Galuccio y aceptadas
por CFK y que son una total y absoluta claudicación de la Soberanía
Nacional y la Independencia Económica, y por la que deberán ser
enjuiciados por haber actuado en contra y a espaldas del pueblo,
firmando un contrato leonino a favor de una empresa querellada en
Ecuador, y en otras muchas naciones donde actuó por su falta total de
interés en preservar el medio ambiente y las condiciones de salubridad, y
a la que se le concesiona inicialmente 200 km2 y hasta una superficie
de 200 mil hectáreas por 35 años –hasta 2038-). Este secreto
gubernamental es para esconder de la población, ya que de los
especialistas y los economistas no lo pueden hacer, que las “verdaderas reservas del BCRA”,
en realidad alcanzan luego del pago de las obligaciones del 2013, y
siempre que el gasto público no lo requiera por aumento del déficit
energético o de los subsidios ya señalados con anterioridad, a los
escasos US$ 12,660 mil millones a los que deberán restárseles los pagos
de 2014, lo que nos daría la escandalosa cifra de que las reservas para
llegar a 2015 estarían en US$ 1,127 mil millones cifra que le daría la
razón al ministro de economía Hernán Lorenzino, pues sumado el crédito
del BCF (banco Central de Francia) les daría unas reservas de 4,127 mil
millones.
“Me parece que seguir pagando la deuda con reservas es muy caro en términos de las divisas que tiene el Central” explica Miguel Kiguel, de Econviews, que agrega “cuando
el nivel de las reservas llegaba a los IS$ 50 mil millones, pagar deuda
con esos fondos tenía cierta justificación. Es debatible, pero la
Argentina no tenía acceso al mercado internacional y debería haber
pagado una tasa por encima del 10%, en cambio ahora, se mantienen las
mismas condiciones pero las reservas netas, menos los argendólares,
serían unos US$ 30 mil millones –y no descuenta las Reservas líquidas de US$ 10 mil millones-. Así se llegaría a 2015 muy apretados”.
El problema argentino, es que la deuda no es de las más bajas de la
región y, claro, la Argentina suma reservas (que luego aplica a pagar
esa deuda) básicamente por el intercambio comercial; pero, a pesar, de
una balanza superavitaria, el BCRA perdió divisas a un ritmo sostenido
de US$ 1 mil millones mensuales en los primeros 6 meses del año,
incluyendo el “trimestre de oro” de la liquidación de las divisas
por parte de los exportadores agropecuarios, y principalmente por la
soja. En estos 7 meses el BCRA apenas compró US$ 1,2 mil millones,
contra US$ 7,7 mil millones de 2012, ¡dato que exhibe la fragilidad del
sector externo, entre enero y junio, la balanza turística mostró un
déficit de US$ 302 millones, algo así como un despropósito, cuando
conseguir divisas ajustando las importaciones, ya que las exportaciones
no dependen del deseo, sino de las condiciones mundiales y del tipo de
exportaciones, que los funcionarios no colaboran para tecnificarlas ni
diversificarlas, y estas pueden –las importaciones y el korralito
impuesto- tener efectos perjudiciales sobre el nivel de actividad y en
el mantenimiento del empleo..
“Esta
no es la típica crisis del sector externo del tipo “stop and go”, ya
que la escasez de divisas no la produjo el crecimiento, sino la produjo
la política aislacionista del país…el problema de la deuda no es su
magnitud sino la manera en la que se paga, con reservas, y por eso,
debería haber otra reestructuración de la deuda, canjeando la actual por
otra de más largo plazo de vencimiento”, explica Jorge Todesca de Finsopor, quien concluye: “el
mayor problema no es la balanza comercial, que de última puede
resolverse con una devaluación, sino la cuenta de capital. Por ejemplo,
las multinacionales tienen casi US$ 6 mil millones que no pueden girar
al exterior y nadie pone un centavo en el país. Ese es el mayor
problema”. El verdadero problema de la Argentina es que está en
manos de unos ineptos e incapaces, que además debido a su soberbia y a
su estado de jóvenes imberbes e inexpertos, nos están conduciendo a otra
nueva ruina, estamos muy lejos de la crisis de 2001, pero estamos muy
cerca de ella por la incapacidad de quienes nos gobiernan, como dice
Todesca el único y verdadero problema de la Argentina de Setiembre de
2013 es que nadie quiere poner un centavo en el país, y encima por la “incontinencia
verbal de nuestros gobernantes, desde Cristina hasta Moreno y Kicillof,
nos muestran ante el mundo como unos verdaderos deudores execrables que
pretendemos “timar” al mundo y a la potencia mayor del globo”
¡Somos
unos verdaderos imbéciles si el próximo 27 de octubre no votamos
adecuadamente para que comience el fin del régimen cristikirchnerista!
¡Régimen que debe terminar indefectiblemente el 10 de diciembre de 2015!
¡Y el 11 de diciembre deben estar presentándose ante la justicia a dar cuentas!
¡Por la Patria y el pueblo Argentino!
Buenos Aires, 30 de Agosto de 2013.
Arq. José M. García Rozado.
MPJIRucci – LIGA FEDERAL