jueves, 29 de agosto de 2013

REGALAN CARAMELO DE PLASTICO

Ahora regalan caramelos de plástico.

Y final­mente la fuerza acu­mu­lada des­trozó las repre­sas, vola­ron las com­puer­tas de segu­ri­dad. La situa­ción se había tor­nado insos­te­ni­ble, pero el “modelo” no per­mi­tía cam­bio alguno, la orden era la de siempre:
“El modelo no se toca”. Pese a la escan­da­losa paliza sufrida en las últi­mas elec­cio­nes se mini­mizó la derrota y se alza­ron nue­va­mente las ban­de­ras con la ceguera y la sober­bia conocidas.
Sin embargo algo cam­bió en los últi­mos días y nos encon­tra­mos ayer con la san­ción de una medida lar­ga­mente recla­mada por los tra­ba­ja­do­res y la opo­si­ción: La suba del mínimo no impo­ni­ble en la apli­ca­ción del Impuesto a las Ganancias.
Se trata de una deci­sión que debió haberse tomado tiempo ha, pero aun­que for­zada por las cir­cuns­tan­cias es bien­ve­nida y hace jus­ti­cia a los suel­dos laborales.
Claro que no se tuvo la hones­ti­dad de acla­rar que se había acep­tado un reclamo tan­tas veces negado, menos reco­no­cer que el pro­yecto había salido del horno de las hues­tes opo­si­to­ras. Por el con­tra­rio, al igual que con la Asig­na­ción Uni­ver­sal por Hijo, se la lanzó al ruedo como hija legí­tima del par­tido gober­nante. Pero eso es lo de menos, ade­más todo el mundo sabe quie­nes fue­ron los que la recla­ma­ron y quie­nes los que tozu­da­mente la negaron.
Y no hay dudas de que para Cris­tina y su mesa chica habrá sido como tomar aceite de ricino, aun­que ni siquiera se les habrá movido un músculo de la cara al ase­gu­rar la pater­ni­dad del proyecto.
Pero de ahí a supo­ner que esta for­zada deci­sión les hará engro­sar la flaca fila de votan­tes, es de una can­di­dez nota­ble. Entre los millo­nes de argen­ti­nos que con­for­man el 76% del elec­to­rado segu­ra­mente no habrá nadie que no se pregunte:
¿Si ella hubiese man­te­nido el 54% habría tomado esta deci­sión?
La uná­nime res­puesta nega­tiva nos pone en la reali­dad de que esto es sim­ple­mente otro cara­melo de mate­rial plástico.
Autor: Juan Manuel Otero