Hace un par de días en el programa de TV del Cda. Juan Manuel Soaje me explayé de
manera que todos tuvieran la posibilidad de entender, sobre cuál es el enemigo
del Nacionalismo y de la Argentina, según mi leal saber y entender
Dije en la oportunidad que el enemigo real y
concreto era en el orden internacional lo que denominé como el Poder Mundial o Nuevo Orden Mundial,
pero que también podríamos decirle
oligarquía global. Esta oligarquía que
está encarnada por los países centrales con EE.UU., Inglaterra e Israel a la
cabeza, los organismos internacionales, las fundaciones libres de impuestos
vinculadas a los bancos y empresas multinacionales. A ello se agrega el lobby
sionista internacional, consultoras, ONG
y tanques de ideas de diferentes procedencias y con finalidades difíciles de
determinar, los que a su vez constituyen el aparato periférico del capitalismo
financiero, de lo más concentrado de la finanza mundial que se conoce como Poder Internacional del
Dinero
Algunos se preguntaran si esto tiene
virtualidad aquí - mientras ven por televisión a Cristina diciendo que se han
pagado 170 mil millones de dólares de deuda externa y que debemos cada vez más
(unos 300 mil millones de dólares) a diferentes grupos financieros
internacionales – Desgraciadamente ese
enemigo si tiene virtualidad aquí y se trata de la expresión política,
económica y cultural de esa oligarquía global o de ese Poder Mundial y nosotros
la denominamos Sistema o Régimen de
Dominación, en lo político democrático
de masas, en lo económico capitalista y en lo cultural progresista o marxista marcusiano. Si bien este sistema
tenía virtualidad y vigencia con altibajos y menor radicalidad desde 1852,
adquiere una virulencia nunca antes vista posteriormente a la derrota de
Malvinas y especialmente luego de la caída del Muro de Berlín que marcara el
final del sistema Comunista y del periodo de la bipolaridad o Guerra Fría. A él
se debe el estado de disolución, caos y corrupción que vivimos, el desastre
económico permanente y la destrucción de la cultura y la conciencia nacional.
La realidad es cambiante, dinámica y las
situaciones de las naciones también. Es necesario actualizarse. No podemos como
nacionalistas continuar atados a planteos y discursos perimidos, hablando del enemigo comunista y de la posibilidad de
caer en el comunismo, porque si bien el marxismo como su alter ego
el liberalismo siguen siendo enemigos, el primero solo subsiste como forma de
pensamiento dentro del sistema como elemento cultural. Hablar del comunismo como un poder supranacional como en época de la
URSS no es otra cosa que blanquear al verdadero enemigo. Por eso mismo los que
así se expresan lo hacen por ignorancia o por complicidad
Hoy detrás de las banderas comunistas se
predica y se presiona en favor de la agenda del Poder Mundial o sea en favor
del aborto y el control de la natalidad que es un elemento importantísimo de la
política de defensa norteamericana (Informe Kissinger), la homosexualidad y el
matrimonio de los invertidos (ideal de la ONU en cuestiones de no discriminación), la liberación de las
drogas (predicada por el multimillonario Soros e importantes ONG
internacionales), la política no
represiva, lo que se denomina garantismo penal (cuya fuente son las
universidades holandesas), destrucción del aparato de defensa (que aprovecha
a los ingleses que usurpan y explotan
incluso el subsuelo de Malvinas). Por
eso decimos que quienes distraen hablando del enemigo comunista hablan huevadas.
Hoy el marxismo se manifiesta y tiene su
fuerte en la cultura, pero en orden a sostener el andamiaje del Sistema o
Régimen de Dominación. Son tropa auxiliar del Poder Mundial.
Resulta casi ridículo que volvamos sobre esta temática cuando el mencionado y verdadero enemigo se manifiesta en toda su dimensión
intentando atacar militarmente a la República de Siria de la misma manera que
lo hiciera antaño en diversos lugares del planeta, como vimos últimamente en
Irak o Libia, donde se reveló de forma
obscena su crueldad e hipocresía. Empecemos por repudiar a esta estructura
francamente demoníaca y actualicémonos porque de lo contrario no nos vamos a
enterar ni que es lo que nos golpeó.
GUILLERMO ROJAS