Antes nos jodían y solo sabíamos que estábamos jodidos. Ahora nos joden
y sabemos que nos estan jodiendo. Mañana estaremos jodidos debajo de
un puente jodidamente jodidos. Lo que se comenta y publica en este blog
está bajo protección del articulo 19 de la declaración de los derechos
del hombre adoptados por la Asamblea General de la ONU en Paris el 10 de
diciembre de 1948, que estipula que cada persona tiene EL derecho de la
libertad de la opinion y de la expresion, que implica el derecho de no
ser acosado por sus opiniones ni por buscar, recibir y publicar, sin
límites de fronteras, información e ideas por cualesquiera medios de
expresion.
KUSHIMA: ¡Que nos vamos a la mierda! ¡COÑO!
Mientras
escribimos estas líneas los hechos se siguen sucediendo
inexorablemente. Lamento, de verdad, ser tan taxativo pero la realidad
no me deja otra.
Independientemente de los RESUMENES DE FUKUSHIMA ya referenciados:
se suceden nuevos informes, una y otra vez referenciados a través de otras fuentes:
información presentada en la reunión anual de la North Pacific Marine Science Organization (PICES) en octubre de 2013
Si bien hemos relatado el efecto que tiene Fukushima en el Océano
Pacífico (peces y cadena alimentaria), ya prácticamente inerte a través
de Alaska, la Columbia Británica, Costa Oeste, cuyos habitantes claman
por un poquito de información, y Nuevo México, ahora hay que añadir a
través de estos informes recientes, el impacto que empieza a tener en
sus costas la nube radioactiva que está llegando a ellas (ya ha llegado)
Se recuerda que ya hace año y medio los médicos de la costa Oeste
denunciaron un aumento significativo en 17.000 casos de leucemia no
justificados y no explicables.
Tengamos en cuenta que desde el primer o tercer día trescientas
toneladas diarias de agua radioacitva, como ahora se admite, son
vertidas en el Pacífico, y, por corrientes Oceánicas y atmosféricas, en
el Atlántico. Como así relató el CSN, en los trés primeros días, a
través de sus comunicados sobre el incidente, en el cual la nube llegó a
las costas de Galicia, Catalunya y adentrándose en Europa. A partir de
ahí, apagón informativo, dos apagones-peticiones (petición del CSN)
hacia el congreso de los diputados (negativa por “no ser significativa”)
y a verlas venir.
Hay que tener en cuenta el reciente comunicado de la OMS, amiguito
nuestro, que siempre vela por nuestros intereses, en cuanto al aumento
del 70% de casos, mortandad, de cánceres en los próximos veinte años,
dando por hecho tal suceso por razones biológicas y sin nombrar el
hecho de la radioactividad (pruebas termonucleares 50-80, Harrisburg,
Chernobil, Fukushima )
Esta es gorda, demasiado gorda, y ni saben, pueden o no quieren
taparlo. De mientras las partículas calientes nos van a penetrar y
procurar un E.L.E. a lo largo de los próximos años.
Me parece pertinente adjuntar al final un artículo resumido sobre
alimentos para combatir la radiactividad a raiz del desastre de Japón.
Buscad en Google y eoncontrareis multitud de páginas incluida una muy
significativa de la OMS por venir de quien viene.y que os referencio: el
informe es del 17 de Marzo de 2011, curioso ¿no?
Las sugerencias de la OMS contra la radioactividad
Recuerdos desde las Piedras de Georgia.
AquÍ lo penúltimo:
La Nube radioactiva de Fukushima está llegando a las costas de Canadá, Estados Unidos y México
Si usted ha oído hablar de que la radiación de Fukushima se extiende a la costa del Pacífico de América del Norte, pero fueron “corregidas” o “desmentidas“ por fuentes oficiales y expertos aclarando que esto se basó más en rumores que en la realidad, entonces debe considerar la información presentada en la reunión anual de la North Pacific Marine Science Organization (PICES) en octubre de 2013
Investigadores de pesquerías y océanos de Canadá. confirmaron que la nube radioactiva de Fukushima en efecto está llegando a las costas de Canadá, Estados Unidos y México (y fue detectado hace al menos hace 6 meses), tanto en las aguas superficiales del océano y la atmósfera en cursos similares pero ligeramente diferentes.
En una presentación titulada “Comunicando los pronósticos, incertidumbre y consecuencias del cambio del ecosistema,” los investigadores canadienses mostraron evidencia de que la mayor parte de la radiactividad de Fukushima se está desplazando casi por completo de la parte occidental del Pacífico Norte (Japón) a la porción del oeste (América del Norte) en el transcurso de los próximos cinco años.
A partir de 2012, ya había llegado a la región central del océano Pacífico, y un mapa inédito muestra que, a partir de 2013, llegó a las costas de Alaska y Columbia Británica, con el área más intensa de la nube aún por llegar.
La discusión se centró en los cálculos concurrentes de la severidad de los efectos del cesio-137 en torno a 2 diferentes modelos de la trayectoria de la radiación.
El primero, publicado por el investigador alemán Erik Behrens y sus colegas en el Centro Helmholtz para la Investigación Oceánica en 2012, subestima drasticamente los peligros potenciales, prediciendo sólo modestos niveles de 2 bequerelios por metro cúbico (Bq / m ^ 3) para el año 2015 en el paralel0 49 cerca Columbia Británica y el estado de Washington (apenas por encima de los niveles de fondo de las continuas consecuencias de Chernobyl).
MODELO Erik Behrens
Mientras tanto, el segundo, publicado por Vincent Rossi y otros colegas del Centro de Investigación sobre el Cambio Climático en 2013, presenta una imagen mucho más consecuente. Predice alarmantes niveles máximos que alcanzan 25 Bq/m ^ 3 en su estación de monitoreo en British Columbia en el año 2015 y picos por encima de 30 Bq/m ^ 3.
Los niveles de cesio en el paralelo 30 – llegan a Baja California en México – no llegarían a un tope hasta el 2019, aunque los niveles máximos proyectados alcanzarían alrededor de 15 a 20 Bq / m ^ 3.
MODELO Vincent Ross
La cantidad de cesio atmosférico transportado a través del océano a través de los vientos sigue siendo un factor desconocido pero potencialmente mayor.
Esto explica en parte la diferencia drástica en las proyecciones, ya que no existen estaciones de monitoreo de radiación en el aire en el Pacífico y no existen métodos fiables para predecir la magnitud de sus efectos.
Además, recientemente se ha admitido públicamente que 300 a 400 toneladas de agua contaminada se han vertido en el Pacífico por día desde la crisis comenzó en marzo de 2011.
El hecho es que los primeros resultados de la radiactividad de Fukushima en las costas de Alaska, Columbia Británica, California y México (confirmado en privado dentro de la comunidad científica hace meses), que es sólo el comienzo, son consistentes con las predicciones anteriores de cesio-137 golpeando la costa oeste de Estados Unidos a finales de 2013 y principios de 2014.
Los científicos han reconocido que continuará su expansión en el océano Ártico, alcanzando el este de Rusia y, finalmente, que vertiéndose en el Océano Atlántico.
Todos los modelos apuntan a un aumento de la radiación de aquí en adelante.
¿Qué tan malo se pondrá?…. aún está por verse, pero las banderas rojas se plantearon la semana pasada cuando los funcionarios de salud desestimaron las preocupaciones acerca de las lecturas tomadas en San Francisco y se publicarán en Internet, mostrando niveles mas altos de 150 conteos por minuto - 5 veces más alto de lo normal y 500 veces mayor de lo previsto-
Aunque las autoridades públicas siguen ignorando las señales de advertencia (y se niegan a informar al público sobre los hallazgos científicos con el fin de calmar el pánico). estos nucleótidos radiactivos pueden bioacumularse en la cadena alimenticia y en el cuerpo humano y no deberían descartarse tan cómodamente.
Por encima de los niveles normales fueron ya detectados en la leche de la costa oeste hace dos años, provocó el vuelco de la comunidad científica por el hecho de que el agua de lluvia, los productos lácteos y los suministro de carne ya está siendo golpeados con cesio-137, yodo-131 y, posiblemente, de estroncio-90.
La bioacumulación puede concentrar grandes cantidades de radiación presentes en el ambiente, de manera que la exposición al cesio a través de la leche o carne (agregando las cantidades totales de radiación presentan en el agua, hierba, heno etc. consumidos por la vaca) podría alcanzar niveles peligrosos en los seres humanos.
“La costa oeste de los Estados Unidos se está friendo por radiación desde el desastre nuclear de Fukushima, y los medios de comunicación no nos está diciendo la verdad acerca de esto.”
pices.int,naturalnews.com,examiner.com,sfgate.com,infowars.com,turnerradionetwork.com,enenews.com,enviroreporter.com
FUENTE: INDAGADORES
Alimentos contra la radiación
A estas alturas del debate sobre las consecuencias para la salud tras
la catástrofe nuclear de Japón, quizás sea el momento de detenerse a
observar la capacidad de la naturaleza para vencer una crisis de este
calado. De hecho, el miso (compuesto fermentado derivado de la soja: no
es lo mismo que la soja per se) supuso una clave en la
supervivencia de los afectados en Hiroshima por su capacidad de ayudar
al cuerpo a enfrentar los problemas de la radiación.
Resulta gratificante asomarse al reino vegetal y comprobar la amplia variedad de productos que ayudan a vencer o prevenir los efectos nocivos ante una contaminación radiactiva.
Alimentos ricos en clorofila
El alga kelp, gracias a su principio activo fucoidan, o las
microalgas spirulina y clorella, conocidas por su capacidad de
detoxificar los efectos de la radiación. El fucoidan posee efectos
protectores sobre las células de la médula ósea contra la radiación. La spirulina ha sido propuesta como co-adyuvante en terapias contra el cáncer por su capacidad quimio y radio-protectora.
Vitaminas, minerales y otros antioxidantes
Se sabe que las radiaciones afectan muy negativamente al ADN
(concretamente, produciendo desmetilación, entre otros procesos). Es
interesante saber que esos efectos pueden minizarse con la ingesta de vitamina B9 (ácido fólico), B12 y Colina.
El selenio en altas dosis es una forma práctica, segura y efectiva de mitigar las lesiones renales por radiación, sin efectos secundarios de sobredosis.
El ginseng tiene efecto protector contra la radiación gracias a sus propiedades antioxidantes contra los radicales libres.
No hace falta recordar el poder antioxidante que tienen las frutas.
No obstante, conviene tener en cuenta que algunas de ellas son
especialmente interesantes, como el kiwi, por su gran efecto protector
sobre el ADN, o el zumo de uva, por su efecto antioxidante más
prolongado después de la ingesta.
De cualquier modo es importante, en caso de exposición a la radiación, llevar a cabo una dieta hipo-tóxica junto con una ingesta significativa de antioxidantes,
en forma de cóctel variado (muchos y diferentes micronutrientes,
co-factores, fitonutrientes, etc). En el estudio, el grupo de ratones
que no se suplementaron murió hacia el día 16, mientras que los ratones
suplementados estaban sanos y estables 30 días después.
Puede sonar raro o difícil consumir fucoidan y un cóctel
antioxidantes. Sin embargo, aun sufrimos una gran lacra, que se
manifiesta en dos formas principales: ignorancia y prejuicios, y que nos
mantiene lejos de la realidad. La suplementación nutricional natural
permite que, hoy por hoy, por ejemplo yo mismo, esté ingiriendo mi dosis
de fucoidan y antioxidantes mientras escribo este post. La naturaleza
pone a nuestro alcance las herramientas para obrar milagros, pero tenemos que tomar esas herramientas y hacer nuestro trabajo.
Por supuesto, el sentido común debe gobernar nuestras expectativas y
nuestras acciones. Es decir, no podemos pensar que radiaciones tan
dañinas y peligrosas como las que se reciben en situaciones como la
catástrofe de Japón se solucionan de manera fácil y sencilla, con sólo
unos cuantos suplementos nutricionales. Podríamos concluir que lo que
está en nuestras manos es intentar proveer al organismo con las mejores
condiciones bioquímicas posibles.
Paco Carreño (paco.carreno@yahoo.es)
FUENTE: MQCIENCIA