Grandes compañías como McDonald’s o Walmart reciben subsidios públicos millonarios
En pleno debate sobre la pobreza
en Estados Unidos la revelación de que grandes corporaciones como
Walmart y McDonald’s reciben 7.000 millones de dólares anuales en
subsidios públicos ha desatado la polémica en el país.
La revista Forbes revelaba esta semana
en un informe que las empresas de comida rápida transfieren 7.000
millones de costes laborales a los contribuyentes.
Esos 7.000 millones de dólares son la
cifra estimada de lo que anualmente se gasta el Estado norteamericano en
subsidios para los trabajadores de las grandes empresas de comida
rápida, unas ayudas que les permiten comer y tener seguro médico. El
salario que pagan estas compañías es tan bajo que su alimentación y
asistencia sanitaria corren a cargo del erario público.
La cifra proviene de dos informes
independientes, uno de la Universidad de Berkeley y otro de la de
Illinois. Mantener a los trabajadores de McDonald’s en particular cuesta
cada año 1.200 millones al Estado, según un informe de la organización
activista National Employment Law Project. Además, el 52% de los
trabajadores de establecimientos de comida rápida están inscritos, junto
a sus familiares, a algún tipo de asistencia pública.
La industria de comida rápida mueve
200.000 millones anuales, pero solo un 13% de las compañías proveen
seguro médico. El tema de los subsidios públicos ocultos a las empresas
de ‘empleo basura’ salió a la luz recientemente cuando se publicó una
conversación grabada entre una trabajadora de McDonald’s y una operadora
del teléfono de ayuda a los empleados de la compañía.
El hecho de que estas empresas asumían
que era el Estado el que tenía que complementar el sueldo de sus
trabajadores en forma de subsidios desencadenó el escándalo.
El “Estado del bienestar corporativo”
El caso de las grandes empresas que
pagan mal trasciende el mundo de las empresas de comida chatarra (comida
basura) o las grandes tiendas como Walmart. Diversos grupos de
izquierda, como el movimiento Occupy Wall Street, aseguran que existe un
“Estado del bienestar corporativo”, que se refleja en los rescates a la
banca o en los subsidios fiscales (de alrededor de 6.000 millones de
dólares) a las grandes petroleras en forma de créditos fiscales.
RT / LibreRed