miércoles, 5 de febrero de 2014

SENTIDO LITERAL Y LITERALISMO

Sentido literal y literalismo

En un comentario a esta entrada que no fue publicado se decía -entre otras cosas- que los pecados son personales, lo cual es verdad, tachando por heterodoxa la noción de “pecados colectivos” (que se usa en sentido analógico, tal como se explica en el artículo ya enlazado). Cada día que pasa nos convencemos más de los estragos que causa en la inteligencia de los católicos la ausencia de un pensar analógico. Lo que se traduce en una hermenéutica literalista de la Sagrada Escritura, que podría llevar a resultados como el del vídeo que ilustra esta mini-entrada. Una entrada que no tiene por finalidad discutir complejos problemas exegéticos ni pretende adentrarse en los singulares carismas conferidos por Cristo a los Apóstoles, sino que se limita a ilustrar las consecuencias más extravagantes del univocismo/literalismo en el mundo protestante. 
Yo os he dado poder para andar sobre serpientes y escorpiones y sobre toda potencia enemiga, y nada os dañará.” (Lc. X, 19)
“Estos poderes que Cristo les dio para que pudiesen realizar su misión están expresados por la metáfora de diversos animales venenosos (Sal 90, 13), lo mismo que contra «toda potencia enemiga», por la que se significan los poderes demoníacos.” (García Cordero).
“El sentido literal es el que el autor humano quería que su receptor captase. Por tanto, es inseparable de su intención. Está dado en el género literario o el giro convencional usado por el autor. No debe confundirse con el sentido "literalista" (que comúnmente llamamos "literal" o "a la letra"). El sentido literalista de la expresión "se conmovieron las entrañas de José a causa de su hermano" (Gén 43, 30) es que sus órganos internos (entrañas) se convulsionaron. Pero el sentido literal es que tuvo compasión: "entrañas" es usado metafóricamente, como era común antaño (IRe 3,26; Is 16,11; 63,15; Jer 31,20; Lam 2,11; Hab 3,16). El sentido literal se determina por sus contextos literario, cultural e histórico, y los usos convencionales lingüísticos de la época -por eso era comprensible a su lector.” (Arens).